Nada más lejos de la realidad. Aquellos argelinos no tenían nada que ver con los marroquíes a quienes yo había visto recorrer las carreteras españolas en vehículos tipo berlina con diez o doce personas dentro. Tampoco tenía nada que ver con las costumbres y la calidad de vida que meses antes había conocido en Nepal, que yo pensaba que resultaría semejante pese a la distancia. Y, sorprendentemente, apenas había moras en Argelia.
Lo de las moras es algo que los conocidos me siguen preguntando por estas fechas de septiembre, cuando las moras están maduras y si salgo de la ciudad aprovecho para comerme mi buena ración.
Yo he visto muy pocas zarzas de moras en Argel y sólo recuerdo haber comido moras una única vez. En cambio, hace unas semanas pasé un par de días en Colonia y fue allí donde probé las primeras moras de la temporada. Y las inmortalicé.
1 comentario:
(Sonrisa!)....(laaaarga sonrisa que quiere decir a José Antonio: 'Espera, espera un poco que vuelvas a Argelia como te voy a estrangular!'
Sí,es verdad ,no tenemos nada que ver con las imagenes representativas de la vida diaria del Nepal que sólo conozco gracias al gran desarrollo de los medios de comunicacion!
Nuestra principal cualidad como argelinos, es que somos muy cariñosos entre nosotros,muy hospitalarios, pero...! hasta el punto de hacer como los marroquies matando los amortiguadores de los coches!...eso que no! nunca!( risa)
Ahora para las moras,mi tia tiene un arbol en su jardin que da estas frutas, y con que mi abuela suele hacernos mermeladas ! es buenisimo!
Para confirmarte lo dicho a proposito de nuestro caractre hospitalario, te ofrezco mermelada de moras bajo su morera!pero que por favor no la comas entera ,que soy avara ,no quiero ofrecer todo y timida ,que no podré hacerte el reproche !
Ness !
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