Soy reticente a este tipo de actos. No siempre tiene uno ganas de enseñar la ciudad al recién llegado o de que le diseccionen a cuenta de tal o cual entrada del blog. Hace meses no hacía ascos a ninguna cena, porque era una forma de estar al tanto de lo que se mueve en el mundo económico argelino y podía pasarme horas, horas nocturnas, dando consejos sobre diversos temas y así quitarme también un poco la sensación de estar siendo profesionalmente dssprovechado. En esta ocasión no se trataba de recién llegados, el blog no era el eje central de la conversación y la parte argelina allí presente no era la típica que sólo vende humo. También he de reconocer que acudía con un cierto temor a no saber identificar correctamente a quienes me esperaban, porque llevo una temporada de despistes muy sonados.
La cena fue muy agradable. También es verdad que me pillaba en un momento personal muy bueno, en el que me identifico con mis funciones en Argelia y me siento feliz. Eso ayuda, sin duda, a transmitir buenas vibraciones.
Al final d ela velada le ofrecí a Blanca una rosa. Una rosa roja, como merecen las mujeres como Blanca. El fotógrafo inmortalizó el momento, con bastante de pose por mi parte, todo sea dicho de paso. Prometí colgar la foto en el blog y lo hago ahora.
Nos veremos de nuevo dentro de unas pocas semanas. Eso espero.
2 comentarios:
Enhorabuena por tu blog y tu forma de ser, dos.cero donde los haya.
Siempre agradecido, salu2.0
¿Una empresa de lac construccion?, ¿de Valencia?
¿Me estan poniendo los cuernos?
Je, je :) es broma. Me alegra saber que poco a poco somos más los que vamos a Argelia............. ¿sabe si necesitan hierro?
:)))))))
Salu2
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