sábado, 11 de septiembre de 2010

Por amor

Alguien, no recuerdo quién, me escribía hace unos meses diciéndome que si he dejado de publicar en el blog debe ser porque estoy enamorado. No le falta su parte de razón. He dejado de escribir, se debe a un cierto “desamor” y estoy enamorado. Son tres verdades, pero no proceden necesariamente de un razonamiento cierto. Es lo mismo que los estudiantes de lógica se habrán planteado alguna vez ante el silogismo

Todos los hombres son mamíferos.
Yo soy mamífero.
Luego yo soy hombre.

Quien no vea la trampa, que me sustituya por un perro, que sin duda es mamífero, pero al que en general le falta un poco para ser humano,… aunque no anda muy lejos de algunos.

Lo de no escribir por desamor o por hartazgo ya lo he explicado y tampoco voy a repetirme continuamente.

Y en cuanto a estar enamorado, sí, es cierto. Y es indudable que prefiero dedicarle a ella un tiempo que de otra forma quizás dedicaría al blog.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Aquí se van mis impuestos

Prometía ayer ofrecer un resumen de lo que es el terrorismo que actualmente impide los libres desplazamientos por el sur de Argelia y los países del desierto del Sáhara.

El grupo Al Qaeda del Maghreb se forma en Argelia y con terroristas argelinos de ideología salafista, que se plantean abandonar la idea de la devolución del gobierno de Argelia a los islamistas para centrarse en un objetivo más global. Así, toda una nueva hornada de terroristas, ya no sólo argelinos, ha encontrado desgraciadamente una razón para su existencia en convertirse en un azote de occidente. El movimiento se ha extendido como una mancha de aceite por las zonas deprimidas y ha afectado a los países limítrofes. Especialmente peligrosa para España resulta la contaminación entre los saharauis. Pese a los esfuerzos de los líderes del Frente Polisario, en los desplazamientos como nómadas a Mauritania hay saharauis que han mantenido algo que más que contactos con células de Al Qaeda, dificultando aún más si cabe las posibilidades del proceso de independencia del Sáhara Occidental. No estoy tratando de insinuar que Marruecos apoye a Al Qaeda del Maghreb, sino que su filtración entre los saharauis le viene muy bien para perpetuarse en la ocupación de unas tierras que no le corresponden.

Al Qaeda del Maghreb no es un grupo uniforme, sino que está liderado por una serie de emires, de pequeños reyezuelos de taifas, que actúan de forma más o menos autónoma y que en muchas ocasiones se llevan incluso mal entre ellos, algo que ya es consustancial al terrorismo de la región. El secuestrador de los españoles, un tal Belmojtar, pasaba por ser uno de los menos ideólogos y considerado por los servicios de información argelino un candidato a la rendición si se le proporcionaran medios de subsistencia y de regreso a Argelia con su familia., aunque quizá no en su antiguo trabajo con camellos. Hace unos años se alejó de las posiciones de Al Qaeda para tratar de vivir con su familia en el norte de Malí, de donde es su esposa. No ha mantenido buenas relaciones con el núcleo duro de Al Qaeda del Maghreb, como Drudkel, Yuadi o Abú Said, el más sanguinario de la región, responsable del asesinato del rehén francés y objeto del ataque militar francés de hace un mes, pero ha mantenido una actitud más propia de los piratas de antaño y en ello ha encontrado la comprensión de los líderes terroristas.

Esta es, a grandes rasgos, la situación, tal y como me la cuentan. Lo de la intermediación de Chafi y el dinero que se ha quedado por el camino es de dominio público. Y tratar de predecir lo que puede suceder a partir de ahora es un ejercicio de ficción. En el lado positivo estaría la posibilidad de que Belmojtar se diera por satisfecho con el dinero recaudado y dejara su actividad terrorista. O que su desobediencia a las instrucciones recibidas llevara a un ajuste de cuentas que debilitara a las células de Al Qaeda en la región. En el lado negativo, que el dinero de España sirva para seguir matando y secuestrando. O que entre unas gentes tan pobres el dinero fácil sirva de efecto llamada para hacerse terrorista, como ha ocurrido en otras partes del planeta. O que el incumplimiento evidente de los acuerdos tácitos internacionales de no negociar con terroristas debilite aún más las posibilidades de actuación conjunta occidental.

Mi opinión personal ya la expresé en su momento, no hace demasiados comentarios, si alguien lee para atrás. Y la expreso de nuevo con más contundencia en el blog privado.

martes, 7 de septiembre de 2010

El regreso

Mientras escribo estas líneas, un avión del ejército español está sobrevolando el territorio argelino, llevando de vuelta a Barcelona a dos españoles que han permanecido secuestrados durante casi nueve meses por la organización terrorista Al Qaeda del Maghreb. No sé cuándo se publicará en el blog este texto, porque mi “secuestro moral” continúa y no entro nunca en mi propio blog cuando estoy en Argelia. Supongo que quienes lean la versión reducida y abierta a todos del blog se quedarán con las ganas de conocer los detalles de mi secuestro.

No escribo a diario, como antaño porque tengo la sensación de que mi esfuerzo por acercar una imagen de Argelia alejada del estereotipo que de este hermoso país se tiene recibe la incomprensión de personas con las que egoístamente no me interesa enfrentarme. Eso sí, de vez en cuando dejo algún comentario por pura rebeldía, porque no he cedido nunca a un chantaje moral y no lo voy a hacer ahora.

De publicarse este post, será gracias a un amigo que lo habrá colgado, porque yo no entro en mi blog estando en Argelia. Si alguien pretendía coaccionarme, ha pinchado en hueso.

En otro momento, otro día, pondré a los lectores al día de algunos detalles de mi vida privada. Ahora creo que es oportuna una reflexión sobre lo que pienso de ese secuestro de Al Qaeda felizmente terminado.

Ya comenté en su momento que soy absolutamente contrario a negociar con terroristas, a aceptar cualquier chantaje terrorista. Entiendo sobradamente que los familiares y amigos de una persona secuestrada hagan todo lo humanamente posible para su liberación, incluido el pago de un rescate. Nunca he entendido que en Euskadi se haya acusado a empresarios de pagar el llamado “impuesto revolucionario”, que es el dinero exigido mediante métodos mafiosos por ETA, mediante la intimidación. El que ha pagado no lo ha hecho libremente, sino bajo coacciones y por lo tanto no puede ser acusado de hacer algo que iba en contra de su voluntad; en todo caso, debería ser el Estado el que asumiera la responsabilidad por su incapacidad para garantizar la seguridad.

Esta comprensión con familiares y amigos no la puedo hacer extensiva de modo alguno al Gobierno, que nunca puede ceder ante el terrorismo. En este secuestro en las arenas del Sahara, la actitud de nuestros representantes me ha parecida patética. Para muestra, la del Ministro del Interior de España hace unas horas en Marruecos, sentado en un sillón bastante más bajo que el de su interlocutor marroquí, permitiendo sonriente esa afrenta a lo que por su cargo representa. Poco después, en rueda de prensa, responde a una pregunta sobre las cesiones del Gobierno ante los secuestradores y el pago de un rescate con más o menos estas palabras: “Teníamos un objetivo, que era que volvieran a casa sanos y salvos y ese objetivo se ha cumplido”. Dice un refrán que el que calla otorga. ¡Para qué queremos más!

Hace poco se ha juzgado en Mauritania a quien organizó el secuestro de los españoles, y el veredicto ha sido de culpabilidad. Pese a estar acusado de cometer un delito contra españoles, las autoridades españolas no se han personado como acusación en el juicio. Tampoco se ha sabido nada del Fiscal General del Estado o de la Audiencia Nacional, tan interesada en juzgar delitos cometidos por extranjeros en el extranjero si resultan lo suficientemente mediáticos. Tras la sentencia de culpabilidad y la reducción de la condena al secuestrador, se fragua la mascarada de la extradición a su país, sin que España pida en ningún momento la extradición. A partir de ahí, la liberación y a seguir secuestrando y asesinando, con la financiación y el patrocinio del Gobierno de ZP.

Más de una persona me ha preguntado por la relación de este secuestro con Argelia, si corremos o no peligro los expatriados. No he querido responder mientras durara la situación de secuestro para que nadie pensara equivocadamente que manejo información confidencial. Creo que ahora puedo contar parte de lo que he podido llegar a saber. Bueno, ahora no. Mejor lo dejo para mañana.