jueves, 31 de julio de 2008

Hotel Kerdada (2)

Como prometí, aquí cuelgo las fotos del interior del Hotel Kerdada de Bou Saada.



Ya sólo faltan las de los jardines y la piscina.

miércoles, 30 de julio de 2008

Hotel Kerdada (1)

La calidad de los hoteles en Argelia es bastante deficiente, tercermundista. Cuando uno busca algo tan sencillo como un hotel sin lujo pero limpio, resulta una búsqueda imposible. Los hoteles de lujo, como su nombre indica, ofrecen servicios de lujo a precios de lujo; y no siempre la higiene va acorde con esa condición. La mayoría de los hoteles de más diez años ofrece un mantenimiento pésimo y muchos de sus cuartos de baño no pasarían una inspección medianamente exigente. La única excepción está en los dos Sheraton, más el Sofitel de Argel y el Royal de Orán. Luego, depende un poco de la suerte que se tenga y del tipo de habitación escogida a la hora de alojarse en el Internacional (antiguo Hilton), Djazair, Mercure y Aurassi, todos ellos de Argel, en el Rym El Djamel de Annaba, el Kerdada de Bousaada y el de la ciudad de El Oued. cuyo nombre no recuerdo.

El otro día me dispuse a escribir unas líneas sobre ese hotel Kerdada. El corrector automático de Word me jugó una mala pasada y sustituyó el término “kerdada" por “cerdada”. Cualquiera lo puede comprobar si tiene el corrector automático instalado en su Word y escribe el nombre de Hotel Kerdada.

Sin embargo, el corrector se equivoca y en este caso es injusto. Se trata de uno de los mejores hoteles de Argelia en relación calidad-precio, con un personal especialmente servicial y un entorno muy agradable.

Lo del personal servicial puede sorprender a quienes no conocen Argelia. Los argelinos son gente muy agradable, siempre asequible, dispuesta a ayudar, pero no es servicial. La mayoría del personal que trabaja en el sector servicios no asume que su obligación es la de servir y en general lo hace por su propia voluntad, no por exigencias del puesto de trabajo. Un camarero se molestará si el cliente requiere sus servicios de forma imperativa y es posible que incluso opte por no atenderle o reprocharle un trato que juzgará denigrante. En los hoteles del sector público la situación suele ser aún peor, porque sobreviven empleados sin ninguna voluntad de atención a los clientes que sólo se muestran atentos cuando el cliente se esmera en resultar agradable. Afortunadamente se trata de una minoría, pero que perjudica a la imagen del resto.

El Hotel Kerdada de Bou Saada pertenece a la misma empresa pública que gestiona el Hotel El Djazair de Argel, pero su persona no tiene nada que ver con ese camarero de la terraza del bar del hotel de la capital que está especializado en no atender a los clientes por más señas que le hagan y en servir los recados exactamente al revés de cómo se le haya solicitado.

Esta de hoy es la foto de la entrada del hotel, como mi coche de testigo. Mañana y pasado colgaré fotos del interior del hotel, de sus jardines y de su piscina.

martes, 29 de julio de 2008

Blog sin fronteras

Me llevo muchas veces la sorpresa de que mi blog sea leído por personas que no me espero. Ya me ha ocurrido en Argel, con gente que me aborda para saludarme o que alguien se me presenta y dice que ya me conoce gracias al blog. En otro sentido, tengo conocidos que nada tienen que ver con Argelia y que a cuenta de mi reciente estado de ánimo, algo alicaído, han contactado conmigo para mandarme ánimos. De ese modo he sabido que eran lectores, si no habituales al menos puntuales.

Todo esto me da, la verdad, ánimos. Muchas gracias.

Y me ha hecho mucha gracia saber que han surgido páginas alternativas que se diferencian en sólo una letra para captar a quienes se equivocan al teclear. Por cierto, no tengo nada que ver con las páginas publicitarias que se abren al acceder al blog. Cuando me ofrecieron cobrar por insertar publicidad ya dije que no y eliminé un elemento del diseño de la página que en ocasiones abría espacios publicitarios.

Si no escribo en unos días, cuando pasen los de los tres proximos dias dedicados al Hotel Kerdada, que se sepa que no me pasa nada. Simplemente se han agotado los textos que ya tenía previamente escritos. Y los nuevos viajaban en un disco que me han robado. Tengo muchas cosas que escribir. Esta ha sido ya mi tercera larga ausencia de Argel desde que me incorporé a mi oficina y va superar con mucho a las otras dos. En agosto del año pasado me ausenté tres semanas por enfermedad. Y tras el atentado de Al Qaeda de diciembre pasado estuve fuera del 13 de diciembre al 6 de enero, 24 dias, que no fueron suficientes para recuperarme.

En esta ocasión el médico me ha prolongado la baja y me ha recomendado moverme, salir, viajar... De todas formas, estoy obigado a pasar unos días en Argel si no quiero quedarme sin hogar, porque me vence el contrato de alquiler.

Mientras dure mi ausencia contaré otras cosas, o escribiré de modo más espaciado. Y como tengo que salir y viajar, es posible que cambie un poco la orientación del blog.

Monedas de Argelia

Yo he sido toda mi vida filatélico, coleccionista de sellos. Tengo incluso algún trofeo ganado junto con mi hermano en exposiciones a las que acudíamos de adolescentes con nuestros sellos usados de España.

Sin embargo, nunca me dio por la numismática, más allá de guardar como recuerdos de viajes algunas monedas y conservar una hucha repleta de piezas de hace ya bastantes años.

Mi única colección de monedas ha sido la emprendida con motivo de la aparición del euro. Consideré que partía en igualdad de condiciones con el resto del mundo y que era factible obtenerlas más o menos todas. Y me puse manos a la obra para hacerme con lo que yo pensaba que consistía en ocho piezas de doce países diferentes, lo que un total de noventa y seis monedas. Craso error. Existían variaciones y errores para coleccionistas, estrellitas con el año de emisión de cada pieza y lo peor de todo, monedas que no están en circulación, como las emitidas por Ciudad del Vaticano, San Marino y Mónaco.

La disculpa de la colección de monedas me sirvió para viajar en los meses siguientes a diferentes países de la UEM, la Unión Económica y Monetaria. Era la excusa ideal para viajar a Portugal, Bélgica. Holanda o Austria, pero también a San Marino, o a Luxemburgo, donde de otra forma no hubiese ido jamás. De los quince países que habían emitido monedas visité en año y medio todos menos Grecia, Irlanda y Finlandia.

Yo he dado mi colección por completada aunque no tengo las nuevas monedas que imagino que han emitido Eslovenia y Malta, que creo recordar que entró en la UEM hace unos meses. Ya tendré tiempo de conseguirlo.

En Argelia nunca me ha dado por coleccionar monedas o billetes. Existen monedas de uno, dos, cinco, diez, veinte, cincuenta y cien dinares. De las de uno, cinco y diez dinares coexisten además dos modelos de tamaños diferentes. Alguna vez se ve alguna moneda de 50 céntimos, que creo que ya no son de curso lugar. Es lo mismo que ocurre con los billetes de cinco, diez, veinte y cincuenta euros, de los que conservo algún ejemplar. Actualmente sólo se usan los billetes de cien (casi desaparecidos), doscientos, quinientos y mil dinares.

El papel moneda suele presentar un estado de conservación bastante lamentable. Muchos billetes están sucios, rotos y reparados con cinta adhesiva. Y, sin embargo, se aceptan total normalidad.

lunes, 28 de julio de 2008

San Anton Abesbatza, mi orfeón

Ayer me comprometí a escribir sobre mi coro en Bilbao. Se trata del Orfeón San Antón. Es una masa coral de gran tradición. Nació en Bilbao en la época de la postguerra, gracias al empuje de un cura muy conocido de la época llamado don Claudio Gallastegi, párroco de la iglesia de San Antón de Bilbao. Desde la relativa inmunidad que le daba su condición religiosa pudo liderar muchas iniciativas de corte nacionalista vasca, aunque ello le supuso tener muchos problemas con la justicia. Una de sus iniciativas fue promover la creación de un coro que recopilara, cantara y difundiera la música tradicional vasca. Desde el principio contó con voces de gran calidad.


Yo entré en San Antón Abesbatza en la Semana Santa del año 1995, invitado por el presidente de la época José Luis. Mi hermano Borja ya llevaba un tiempo formando parte de él como barítono, así que me resultó fácil acoplarme. Además, todo el mundo me recibió con los brazos abiertos y existía un buen ambiente de camaradería. El grupo de los más jóvenes acudía a ensayar d forma extraordinaria los viernes, lo que me ayudó a aprender pronto las diferentes canciones del repertorio. Desde entonces guardo una muy buena amistad con Jon, que deja de vez en cuando algún comentario en este blog.


Eso de que una agrupación se defina como “abertzale” suena desgraciadamente a terrorista en el resto del mundo. Es una falsa asociación de la que los etarras nos han hecho víctimas a todos los vascos. Es un término que significa amante de la tierra. A alguien le dije recientemente, en broma, que mejor pensara que venía de “berza”, porque así entendería lo del amor a la tierra. Creo que la confusión procede de que en el plano político los partidos nacionalistas se definen como abertzales y ETA lo hace como abertzale socialista. No obstante, nadie sospecha de la concomitancia de ZP con los asesinos etarras. Evidentemente, San Antón Abesbatza no es una agrupación de carácter político, sino cultural, y caben todas las tendencias, planteamientos e incluso afiliaciones a diferentes partidos.

El orfeón ha pasado por momentos muy buenos y otros más bajos. Lleva más de treinta años bajo la batuta de Alfredo Hurtado de Saratxo, el verdadero líder de lo que actualmente es San Antón Abesbatza y un gran profesional que sabe sacar petróleo de donde no lo hay. Cuando yo entré, hace trece años, se encontraba desilusionado y se había tomado un tiempo para replantearse su extraordinaria dedicación al orfeón. Afortunadamente regresó y sigue ahí. Últimamente ha descendido el número de orfeonistas y en el porvenir se vislumbra algunos nubarrones. Yo he sido dado de baja como orfeonista después de trece años y me he tenido que enterar de ello leyendo una circular. Peor aún, el orgullo de los actuales dirigentes ha sido superior a lo que dicta el sentido común y no se han dignado escribir unas líneas de disculpas por tan zafia actuación. Me ha dado pena por las personas, porque mantengo el aprecio personal por quienes así han actuado y quienes los que en votación, me imagino, lo han refrendado. Y también porque durante este tiempo que estoy de baja podría haber colaborado de cara a una campaña de verano que siempre sufre importantes bajas. Pero es obvio que no se puede estar donde no te quieren ver y estos veintitantos días en Bilbao he evitado poner un pie en el entrañable local del número 3 de la calle Solokoetxe, para mí “el txoko”.


Mi último intento de actuación resultó fallido. En las pasadas Navidades estuve ensayando para actuar en un concierto extraordinario con motivo del 60 Aniversario, pero que tuvo que suspenderse a última hora por una pequeña epidemia que afectó a las gargantas de buena parte de los orfeonistas. El concierto se acabó celebrando el pasado mes de mayo. Acudí hasta Bilbao casi expresamente para asistir a él y de hecho de la pequeña fiesta posterior en el txoko me fui directo a la estación de autobuses para tomar el autobús de Madrid y seguidamente el avión para Argel. Quedaron en enviarme unas fotografías que hasta hace unos pocos días no había visto en mi cuenta de correo. Aquí las cuelgo.


Hace unos años realicé algunos intentos de traer el orfeón a Argelia. Hablé con responsables de compañías aéreas para abaratar el transporte y con un importante hotel de Argel al que propuse unas actuaciones. La cosa desgraciadamente no funcionó. No sé si en la actualidad se podría intentar algo parecido.

domingo, 27 de julio de 2008

Aficiones

Voy a confesarme hiperactivo. Me encantan las actividades que requieren una participaci�n activa, no pasiva. Por eso, porque las pel�culas me las puedo montar directamente yo, no soy nada adicto a la televisi�n o al cine. He seguido y me he enganchado alguna vez a alguna serie de televisi�n, pero en general lo que s� de la programaci�n televisiva se debe a la lectura de cr�ticas en prensa. Todos esos famosillos de la tele me son absolutamente desconocidos, no he visto en mi vida ni un solo cap�tulo de esos programas que encierran a gente en una casa y concursan para echarlos hasta que queda uno que se hace famoso. Tampoco he visto en mi vida al del Chiqui- Chiqui o como se llame, excepto dos veces que me puso mi amigo Jon la canci�n en su m�vil. Ni he visto un cap�tulo de Siete Vidas, Aida o series similares. M�s a�n, en Argel tengo un televisor pero ni siquiera el cable de antena para conectarlo, de modo que en todo un a�o s�lo he visto la televisi�n en casas ajenas. Han sido, que yo recuerde y por este orden, una pel�cula de Almod�var en casa de Erika, dos eliminatorias de un concurso de canto, la entrega de los premios Goya y dos pel�culas en casa de Chus, la noche electoral en casa de Pedro, cuatro partidos de f�tbol en casa de Jose y otro m�s en casa de Paul con motivo del cumplea�os de Lula. En total, doce sesiones de televisi�n en un a�o y en todos los casos lo m�s importante no era el televisor sino la agradable compa��a.

Tambi�n me gusta m�s escribir que leer. Me encanta leer, es verdad, pero lo hago con esp�ritu cr�tico y luego siento la necesidad de pasar a la acci�n, de escribir yo tambi�n. Supongo que no hac�a falta que lo contase, que resulta bastante obvio para quien accede al blog. No obstante, escribo mucho m�s de lo que aqu� puede leerse. Tengo varias v�ctimas peri�dicas de mis largos escritos, algunas de los cuales me han sido de mucha utilidad en las �ltimas semanas, a modo de terapia, para poder ser yo mismo. Tengo que dar las gracias, por cierto, a quienes han tenido la paciencia de contestarme casi cada d�a, porque me han ayudado a seguir activo en unas fechas cr�ticas, en las cuales no me sent�a capaz de escribir sobre Argelia.

Con la m�sica me ocurre lo mismo; no soy nada adicto a tener m�sica de fondo en casa y son mis visitas de mayor confianza las que directamente escogen la m�sica y encienden el reproductor, porque saben que no saldr� de m� el hacerlo. Sin embargo, me puedo pasar el d�a cantando y silbando. Como generalmente lo hago de modo inconsciente, si estoy solo, evito en la medida de lo posible ducharme o cocinar a horas intempestivas, porque s� que involuntariamente voy a obsequiar a mis vecinos con un repertorio que de d�a puede resultar agradable, pero que de madrugada alimenta sus instintos asesinos hacia mi persona. Cuando estaba en Bilbao cantaba en un coro. Ma�ana escribir� sobre �l. En Argel he buscado sin �xito la f�rmula para seguir cantando, pero parece complicado.

Creo que mi afici�n por las artes est�ticas en modo activo tiene el l�mite de las llamadas artes pl�sticas, la escultura, la arquitectura y la pintura. Nunca me ha dado por ah� y sin embargo me lo paso muy bien contemplando obras de arte y visitando museos. En Argelia los museos son pocos y mal cuidados. Los m�s antiguos mantienen en general textos en franc�s desde hace treinta, cuarenta o cincuenta a�os, simplemente con los paneles amarilleados por el paso del tiempo. Y en las salas m�s modernas el desconocimiento del �rabe no permite en muchas ocasiones enterarse de las explicaciones escritas en relaci�n a lo que se est� viendo. El museo que he visitado en m�s ocasiones es el del fuerte turco de Tamantfoust, en La Perrouge, porque he llevado seis o siete veces a amigos a comer a mi restaurante favorito y siempre procuro que visiten el fuerte. Las dos �ltimas veces que entr� ya ni me cobraron la entrada. En una ocasi�n se nos ocurri� solicitar una visita guiada. Tuvieron que localizar apresuradamente al gu�a, que no debe estar acostumbrado a esas cosas, y los tres primeros minutos de explicaci�n fueron suficientes para descubrir que una vista sin gu�a y sin traductor resultaba incluso m�s provechosa, pese a la indudable simpat�a y buena voluntad del gu�a del fuerte.

sábado, 26 de julio de 2008

Argelinos universales

Si se hiciera una encuesta en Argelia para conocer al argelino m�s universal, estoy seguro de que ganar�a un franc�s, Zinedine Zidane. Curiosamente, no es argelino de nacimiento, nunca ha vivido en Argelia y ha sido infinidad de veces presentado bajo los acordes de la Marsellesa; pero la mayor�a de los argelinos identifica como propio todo lo relativo a los musulmanes de Francia. El hecho de que tenga familiares argelinos y de que �l se sienta l�gicamente orgulloso de sus antepasados argelino hace que sus �xitos deportivos se tomen en Argelia como �xitos nacionales. Yo creo que ganar�a sobradamente la encuesta, porque de lo que m�s entienden los argelinos, hasta extremos sorprendentes, es de f�tbol. Ya he dicho alguna vez que saber de f�tbol es una buena forma de entablar conversaci�n con cualquier argelino y he contado c�mo me he interesado por el f�tbol local para estar a la altura esperada.

Me atrevo a aventurar que otros personajes que ocupar�an las mejores posiciones en esa supuesta encuesta ser�an dos pol�ticos; uno ya fallecido, Bumedi�n, y otro actual, Buteflika. Me ahorro comentarios para evitar conflictos y porque no me cabe en la cabeza que se considere en gran estima a un adalid del terrorismo internacional que ha permitido y subvencionado que en sus tierras se formen asesinos y terroristas.

Si finalmente se pidiera que se nombrara a personajes anteriores a la independencia del pa�s, yo creo que ganar�an el emir Abdelkader y el autor y juez Ab�n Jald�n (en Argelia se escribe Ibn Khaldoun), que en realidad es tunecino. Y me temo que no aparecer�an en los primeros puestos los que para m� son los dos m�s universales, San Agust�n y el premio Nobel de literatura Albert Camus.

viernes, 25 de julio de 2008

Santiago matamoros

El 25 de julio es la festividad de Santiago Ap�stol. Lo primero que tengo que hacer es felicitar a todos los Santiago, Jacobo, Yago, Jaime y dem�s versiones, m�s masculinas que femeninas.

Santiago era uno de los doce disc�pulos de Jes�s. Se le atribuye el viajar a predicar hasta los confines de la provincia romana de Hispania. Sus restos se encuentran en la ciudad gallega que lleva su nombre, Santiago de Compostela. No puedo dejar de referirme a ?Santiago Matamoros?, viviendo en Argelia. No soy historiador, pero voy a tratar de contar el que yo creo que es el origen de su calificativo tan pol�ticamente incorrecto.

Los actuales estados occidentales europeos nacen tras la ca�da del Imperio Romano. En el caso de Espa�a, se puede decir que lo hace con los visigodos. La colonizaci�n �rabe del a�o 711 s�lo supuso un par�ntesis y en la Reconquista tiene un papel fundamental la religi�n y en ella el Ap�stol Santiago, a quien se conf�an todos los guerreros. En la zona de dominaci�n musulmana la �lite formaba parte de los moz�rabes, los cristianos en territorio �rabe. Los extranjeros musulmanes proced�an mayoritariamente del norte de �frica y se les identific� como moros. Se habla incluso del ?moro Muza? cuando el primer califa de la Espa�a musulmana era natural de la Meca. Esa identificaci�n continu� incluso cuando generaciones posteriores eran descendientes en ocasiones de padre �rabe y madre aut�ctona, esclava o amante. Las tropas musulmanas contra las que lucharon las tropas castellano-leonesas, o las aragonesas, se identificaban como moros. Los detalles de la leyenda de Santiago a caballo matando moros, como la de las haza�as del Cid, estar�n a buen seguro mejor explicados en Internet que lo que puedo contar yo, que escribo sin acceso a la red.

En el norte de �frica no se produjo esa Reconquista. La religi�n musulmana s� entronc� m�s con el pueblo. La ca�da de los omeyas, grandes dirigentes que en general no eran partidarios de islamizar a la poblaci�n sino de transferir su saber, se produjo en todo el Imperio excepto en la pen�nsula Ib�rica. En Argelia y T�nez dominaron los aglab�es, pero poco despu�s surgieron los fatim�es. De la regi�n del Atlas surgieron los almor�vides (que viene de la palabra morabita, devoto, que se utiliza para designar a los musulmanes de vida ejemplar), que se expandieron hasta Europa e iniciaron la decadencia de la �poca de mayor esplendor que recordamos del mundo �rabe en Espa�a. Pero en el siglo XII fueron vencidos por los almohades (la palabra no viene de almohada, no eran dormilones, sino de muhaid�n), los integristas de la �poca y tambi�n originarios de la regi�n magreb�, que acabaron con la diversidad cultural y la riqueza del imperio. Hubo un movimiento migratorio de los m�s valerosos hacia las fronteras del norte, en la actual Espa�a. En esa �poca todos los l�deres civiles y militares de la Espa�a musulmana pertenec�an a familias moras.

Esta segunda invasi�n fue objeto de un rechazo general. La �lite cultural formaba parte de los llamados moz�rabes, los cristianos en territorio �rabe, que en ocasiones bajo el mecenazgo de las autoridades musulmanas hab�an dado lugar a la regi�n de mayor desarrollo econ�mico y cultural del Imperio. Muchos tuvieron que huir de las zonas gobernadas por los nuevos integristas almohades menos tolerantes hacia otros reinos, llamados de taifas, donde continuar viviendo. Toledo fue durante muchos a�os el ejemplo de la tolerancia interreligiosa.

Los pueblos bereberes no guardaron un referente cultural, carecieron de �lite propia, de sus propios ?moz�rabes? y no se recuperaron jam�s de la dominaci�n exterior �rabe. Hubo muchos actos de rebeli�n bereber contra la dominaci�n �rabe, sofocados con gran crueldad, y una emigraci�n a las costas del sur de Espa�a. Sin embargo, lo que queda es un pueblo que mayoritariamente adopta la nueva religi�n y del que surgen incluso l�deres religiosos y militares. Culturalmente apenas nos han quedado vestigios arquitect�nicos iniciales de los hamaditas (colgu� fotos de la excursi�n en el viaje hsta T�nez) y de la riqueza de la ciudad de Tlemcen, que para muchos argelinos es la muestra local de un Al Andalus en versi�n norteafricana.

Posteriormente, finalizada la Edad Media, hitos como la conquista de Or�n por el cardenal Cisneros no se tradujeron en la toma del poder por parte de la poblaci�n local. El reino de Arag�n s� mir� m�s a la reconquista del �rea mediterr�nea, pero perdi� el liderazgo en el siglo XV frente a Castilla, cuyo objetivo se limitaba a la unidad de la pen�nsula ib�rica, de lo que hoy son Espa�a y Portugal. Las conquistas en el norte de Africa s�lo tuvieron car�cter militar, no de organizaci�n de la vida civil, con el s�lo objetivo de facilitar la navegaci�n y evitar la actuaci�n de piratas. La idea de recuperaci�n del que hab�a sido el Sacro Imperio Romano no se materializ� en la provincia de Mauritania. Las naciones del norte de Europa pusieron sus ojos en el este, por medio de las Cruzadas, mientras que por el sur se limit� a Hispania. El descubrimiento de Am�rica jug� en contra de lo que pudo haber sido el desarrollo del continente africano y ya nunca m�s los moros formaron parte del imperio.

En la actualidad s� se da una cierta reivindicaci�n del pasado como pueblo. Son muchos los que aprovechan cada ocasi�n para recordar que no hay que confundir �rabe con musulm�n. Que ellos son musulmanes, pero no �rabes sino bereberes y que les disgusta la identificaci�n de Argelia como pa�s �rabe. Pero no es un sentimiento mayoritario.

jueves, 24 de julio de 2008

Encuesta cerrada

Gracias a las respuestas dadas a la encuesta para ayudarme a decidir si debo o no dejar de escribir en el blog.

Yo lo ten�a bastante claro, pero ten�a dudas sobre si pod�a estar equivocado. Me ha sorprendido el n�mero de participantes, 52. Teniendo en cuenta que el sistema no permite votar dos veces, el resultado implica la opini�n de bastante gente. Y veo que la inmensa mayor�a coincide con mi apreciaci�n. Un total de 47, porque tengo que sumar el voto de una persona que me dijo que al poner la pregunta en negativo se hab�a equivocado al votar.

Hace ya unos d�as que dej� un post indicando que hab�a entendido el mensaje, que seguir�. A pesar de haber perdido los documentos que hab�a estado escribiendo estas dos �ltimas semanas, ya colgar� otros nuevos.

Estas l�neas est�n escritas unas pocas horas antes de la cita con el m�dico, que me dir� si me ve en condiciones de reanudar mi trabajo y regresar a Argel. Personalmente tengo mis dudas, creo que a�n no he superado mis problemas, pero es el m�dico el que decidir� si debo seguir un tratamiento en destino o permanecer en Bilbao. Yo tengo unas ganas locas de volver a Argel.

Ayer estuve con un argelino, del barrio de Madania, que lleva doce a�os en Espa�a. �l no echa tanto de menos su pa�s como yo... y eso que no es el m�o.

miércoles, 23 de julio de 2008

A perro flaco...

... todo son pulgas.

Empiezo por aclararle a C�sar, que seg�n me coment� en una ocasi�n lee el blog como secci�n humor�stica, que tampoco en esta ocasi�n me refiero a �l. Que tampoco hoy le estoy llamando perro. En eta ocasi�n s� puedo decir a qui�n me refiero, porque lo s�: el perro del t�tulo soy yo. Aunque no ladro, no estoy todav�a flaco y creo que no tengo pulgas.

�ltimamente me afectan demasiado las cosas que me pasan, estoy m�s sensible. Ma�ana jueves tengo cita con el m�dico, ya veremos lo que me dice, si puedo regresar o no a Argel el pr�ximo lunes. En mi cabeza lo que tengo ahora es que me ha ocurrido algo grav�simo.

Llevo una temporada movi�ndome por los locutorios para conectar a Internet. Suelo servirme del pendrive, la unidad de memoria USB, para luego realizar trabajos sin conexi�n en el ordenador port�til. Y, como no pod�a ser de otra forma, me han acabado robando el pendrive.

La culpa es m�a. Bueno, no, la responsabilidad es m�a por no darme cuenta de que me lo dejaba olvidado en un lugar con sujetos indeseables que se permiten robar bienes que no les pertenecen. Pero la culpa es de los ladrones, que actuaron bastante r�pido. Cuando regres� al locutorio ya se lo hab�an llevado.

Yo no s� lo que pueden pagar en el mercado negro por un pendrive, quiz�s 10 euros. He llegado a ofrecer 200 euros al due�o del cibercaf� para que localizara el pendrive y si quer�a que repartiera el dinero con el ladr�n. Pero no me ha servido de nada.

Hasta ahora usaba dos l�pices diferentes, el m�o, que est� en las �ltimas, y el de la oficina, que es el que me han robado. En �l ten�a infinidad de documentos de gran valor. Evidentemente, el casi centenar de fotos se quedar� simplemente en mi memoria. En cambio, la docena de fotos a las que hab�a reducido la calidad para colgar en el blog son recuperables, aunque me llevar� tiempo. No podr� colgar los dos posts sobre el Hotel Kerdada previstos para este fin de semana, porque las fotograf�as estaban a�n sin descargar. El blog sufrir� tambi�n la p�rdida de todo lo que hab�a escrito durante estas dos �ltimas semanas. Como no estoy bien, he intentado no colgar nada de lo que escribo; lo estaba almacenando para publicarlo el d�a que ya est� recuperado y lo juzgue adecuado. Ya no podr� ser.

Lo m�s doloroso es quiz�s lo relacionado con mi trabajo. Llevaba casi dos semanas con un trabajo de artesan�a. hab�a tomado las estad�sticas de importaciones argelinas del a�o 2007 y hab�a traducido todos los nombres de pa�ses exportadores al castellano en todas las casillas. Luego hab�a creado documentos por partidas arancelarias (es el argot comercial para decir clases de productos) y en cada uno de ellos hab�a ordenado las posiciones arancelarias (lo mismo, pero m�s detallado, por productos concretos) por ranking de pa�ses, para comprobar nuestra situaci�n estrat�gica. Hab�a creado ficheros con comentarios y pensaba completarlo con gr�ficos que iba a proponer que se le encargaran a alguien que llegara nuevo a la oficina, que de esa forma aprenderia c�mo es el mercado argelino a la vez que completaba su primer estudio de mercado. Todo se ha ido al garete.

Todos los meses escribo un art�culo sobre ferreter�a en una revista. Las anotaciones que ten�a para mi colaboraci�n de este mes estaban ah�. Lo mismo que un contrato que hab�a traducido al franc�s para unos amigos y que corr�a mucha prisa. Y muchas otras cosas personales que tampoco voy a enumerar aqu�.

Al ladr�n, s�lo desearle que le sea de mucha utilidad mi pendrive, aunque l�gicamente lo que pide el cuerpo es ofrecerle todo mi desprecio y que el pendrive se le atraviese cuando se lo meta por donde todos estamos pensando. Pero eso no sirve para nada, prefiero desear que lo utilice para bien. Y la pr�xima vez que robe uno, que deje una nota al propietario pidiendo rescate. Seguro que le pagan m�s que lo que cuesta comprarse uno nuevo.

martes, 22 de julio de 2008

Ba�arse en una cascada

Hab�a prometido colgar algunas fotograf�as de las cascadas de la ciudad de Bou Saada. En un post anterior ya mostr� una en la que yo me estaba ba�ando, que repito al final.

�A que dan ganas de darse un chapuz�n?
La siguiente muestra un detalle de la cascada menor.
Y en las tercera y cuarta fotograf�as se puede observar, desde lo alto, la fuerza con la cae el agua.

Quien lo quiera hacer, ya saben ad�nde tiene que ir... Yo lo hice y repito, a modo de prueba, la foto.

lunes, 21 de julio de 2008

La siembra

Ya he contado alguna vez que soy cat�lico practicante y que en Argel voy a misa los domingos. La mayor�a de la comunidad cat�lica acude a la iglesia los viernes, pero yo prefiero mantener la tradici�n del domingo. Voy casi siempre a la Casa Diocesana, uno de los cuatro lugares de culto autorizados en Argel, de acuerdo con la legislaci�n que recorta y dificulta el derecho a la libertad de religi�n de los no musulmanes.

La verdad es que la misa de los domingos es uno de los mejores momentos de la semana. Me sirve de relajaci�n mental, frente a la tensi�n de la vida de Argel. Son tambi�n muy agradables los minutos posteriores a la celebraci�n y las que podr�amos llamar conversaciones de pasillo, porque no existe p�rtico como en las iglesias tradicionales. Ir a la misa de la Casa Diocesana en Argel, que geenralmente preside el arzobispo dimisionari Monse�or Tessier es una pr�ctica recomendable incluso para los poco practicantes, porque permite compartir un rato con personas variadas, de muchas nacionalidades y que tienen una visi�n similar de la vida argelina. Y se conocen iniciativas de todo tipo, otra forma diferente de ser y actuar.

Creo que mis amigos de la misa del domingo no saben por qu� llevo tres domingos ausente. Ayer les ech� en falta cuando fui a una misa en castelano, que se me hace raro acostumbrado como estoy al franc�s.

Para los no practicantes, he de explicar que una misa, que viene a durar unos cuarenta y cinco minutos (en la iglesia de Hydra una hora y cuarta, sopor�fera), consta de dos partes. La primera se llama Liturgia de la Palabra, y es cuando se realizan unas lecturas de la Biblia, la principal de ellas tomada de los Evangelios, que son cuatro libros referidos a la vida de Jesucristo. La lectura de este domingo me ven�a al pelo. Era una par�bola sobre un campo sembrado en el que el enemigo siembra ciza�a, hierba mala. El propietario deja crecer la ciza�a hasta el momento de la siega y all� le da el destino que merece. Sent�a que la lectura era m�s que nunca para mi.

Yo tengo la conciencia de haber tratado siempre de sembrar semillas de cordialidad, de solidaridad, de amistad, en mi entorno argelino. Pero hay quien ha sembrado ciza�a, que ha crecido. Simplemente por responder ahciendo da�o. Parece que tambi�n ha llegado el momento de usar la guada�a y cortar esas malas hierbas. Entonces se ver� el valor de la cosecha, aunque se haya visto afectada por los sembradores de ciza�a. De cualquier modo, yo no sirvo para usar la guada�a; me alegro en parte de que otros lo hagan, porque entiendo que hace falta, pero me da una inmensa pena. Me encantar�a recoger la ciza�a, que no la quemaran, y reconvertirla.

La nueva cosecha ya est� en marcha, con la semilla comprada, por mucho que el terreno resulte poco f�rtil y al frente, en lugar de un tractor, se emplee un carro de combate. Yo seguir� sembrando, es lo que s� hacer y como me siento bien.

Me he atrevido a escribir con el coraz�n. Pensaba que ya estaba casi bien, pero acabo compungido, con los ojos vidriosos.

domingo, 20 de julio de 2008

Un oasis

Todos tenemos una imagen muy id�lica de lo que es un oasis. Nos basamos en lo que hemos visto en las pel�culas para imaginarnos que un desierto es como una playa muy grande, como Maspalomas pero a lo bestia, y que en ocasiones nos encontramos con manantiales de aguas cristalinas en los que crece la vegetaci�n, sobre todo palmeras rebosantes de d�tiles, donde podr�amos darnos un buen chapuz�n.

La realidad, desgraciadamente, no tiene nada que ver con esa imagen.

En casi todos los desiertos hay arena, pero la mayor parte es simplemente terreno �rido, carente de vegetaci�n. As� es la mayor�a del desierto del Sahara, por ejemplo. No obstante, existen zonas de arena, que se llaman erg. En Argelia existen dos zonas de desierto de arena, el erg oriental y el erg occidental. El rimero de ellos es la misma lengua de arena que visitan quienes realizan una excursi�n al desierto tunecino. No obstante, la parte m�s bonita se encuentra en Libia y llega hasta Argelia. Yo lo he visitado en la zona de Djanet y realmente es un espect�culo �nico.

El erg occidental procede de Marruecos y atraviesa la zona de Timimoun. Son las fotos que publiqu� en enero del desierto en Ghardaia, puesto que hasta las inmediaciones de esta ciudad llega una parte del erg. Es menos vistoso que el oriental y existen zonas incontroladas, en las que es peligroso introducirse sin un gu�a, porque se corre el riesgo muy serio de perderse para siempre. En la provincia, aqu� llamada wilaya, de Bechar existe una localidad digna de una de esas pel�culas del desierto con un oasis en el medio de un mar de arena. Se llama Taghit y se organizan muchas excursiones de fin de semana.

Encontrar un oasis de pel�culas es mucho m�s dif�cil. Las aguas de los oasis son muchas veces subterr�neas. La vegetaci�n surge debido a la humedad del terreno, pero para poder tener agua se necesita excavar pozos. Cuando existe alg�n peque�o estanque m�s o menos natural se trata exactamente de lo que la palabra ?estanque? viene a se�alar: de aguas estancadas cubiertas por una capa de materia org�nica dif�cil de definir y con una gran cantidad de insectos pululando a su alrededor. Un simple vistazo le quitan al m�s valiente las ganas de tan siquiera intentar tocar esas aguas. Cuando en el desierto existen aguas no estancadas se deben a la cercan�a de alguna monta�a donde se recogen las aguas pluviales y que posteriormente circulan por un r�o que generalmente s�lo leva agua en determinados momentos del a�o. Se trata siempre de terrenos pedregosos, no de arenales, porque el agua no circular�a por un arenal. Lo m�s que puede verse es, como en Taghit, que el cauce del r�o llegue hasta donde empieza la zona de dunas de arena, de modo que desde una determinada perspectiva se puede percibir la sensaci�n de un oasis en las arenas del desierto.
Cuando estuve en Bou Saada, que no est� en el Gran Erg Occidental y por lo tanto no tiene desierto de dunas de arena, pude ver c�mo el r�o en algunos momentos alcanza un remanso y forma un peque�o oasis. El r�o luego cae por una peque�a depresi�n formando la ya nombrada cascada de agua.

Algunas de las fotos de la zona de oasis las cuelgo en este post. Adem�s, de las dos anteriores, empiezo con la que me tom� junto a Ismael en mitad del oasis.





Como el oasis es artificial, se basa en peque�as piscinas o algibes de agua, como el de la foto.
Esta foto puede dar una imagen casi perfecta de lo que es un oasis. Se puede observar que no existe una laguna de agua como tal, sino simplemente una zona f�rtil en mitad de una zona des�rtica.



Lo mejor, de todas formas, es la imagen de las zonas por las que circula el agua. Eso s� sucede en Bou Saada. La foto siguuiente est� tomada de la zona posterior al oasis, antes de la cascada.

sábado, 19 de julio de 2008

Visita a una mezquita

Una de las cosas que pude hacer con motivo de la visita a Bou Saada fue entrar a una mezquita? y en viernes.
No quiero escandalizar a ning�n musulm�n practicante. Entr� con el m�ximo respeto y previamente hab�a tomado una ducha. Soy cat�lico practicante y respeto la pr�ctica religiosa de los dem�s de la misma forma que me gusta que respeten la m�a. Mi comportamiento dentro de la mezquita fue el mismo que podr�a mantener cualquier musulm�n y lo que hice dentro fue, adem�s de contemplar la belleza del lugar y sacar varias fotograf�as, rezar al mismo Dios que estaban rezando los que all� estaban.
El viernes es el d�a sagrado del Islam, en el que un mayor n�mero de fieles acuden a la mezquita. El Islam tiene una serie de exigencias para con sus fieles, que com�nmente se denominan pilares, los pilares del Islam. Todo el mundo ha o�do hablar del ayuno del mes de Ramad�n o de la peregrinaci�n a La Meca, que son dos de las exigencias de la fe. Otra es el realizar unas oraciones, meditaciones, en determinados momentos a lo largo del d�a, aunque la mayor�a las acumula para realzarlas en un rato de descanso. Se realiza orient�ndose hacia La Meca, pero no necesariamente dentro de una mezquita. Por eso, el hecho de acudir a la oraci�n de los viernes no es una exigencia religiosa, sino una forma de cumplir con el precepto de la oraci�n. No es equiparable a la exigencia que s� tenemos los cat�licos de acudir a misa, a una iglesia, los llamados ?domingos y fiestas de guardar?.
La oraci�n del viernes suele comenzar en Argelia hacia la una de la tarde y en general finaliza para las dos y cuarto de la tarde. Es el mejor momento del d�a para desplazarse sin atascos por lugares que siempre est�n saturados de veh�culos, pero es en cambio el peor si se quiere realizar alguna gesti�n o comprar algo, porque las pocas tiendas que permanecen abiertas suelen negarse a despachar, a cobrar, durante la oraci�n.

No es habitual que en Argelia se permita el acceso a la mezquita a los no musulmanes. No existe tradici�n tur�stica, como en otros pa�ses, por lo que no se plantea que alguien desee entrar a visitar, no a rezar. Al final es algo potestativo de cada im�n y si se insiste se consigue el permiso en los lugares de mayor inter�s tur�stico, como la Casbah de Argel, Ghardaia, Tlemcen, El Oued o Bou Saada. Con permiso pude entrar con mis acompa�antes en el recinto de un morabito, una especie de monasterio musulm�n, en las afueras de Bou Saada, donde existe un mausoleo para honrar la memoria de un hombre de bien. En cambio, para poder visitar la mezquita no recurrimos a solicitar permiso, sino a actuar con el m�ximo respeto.

Para quien no haya estado nunca dentro de una mezquita, indicar que los hombres y las mujeres nunca est�n juntos, para lo que muchas cuentas con un espacio separado y exclusivo para las fieles que acuden a la oraci�n, que suelen ser muy pocas, ya que tradicionalmente las mujeres rezan juntas dentro del hogar. El suelo suele estar lleno de alfombras, hasta el punto de que en algunas mezquitas existen varias capas de alfombras en el suelo. Hay gente que acude simplemente a meditar, a descansar, apoy�ndose en una columna. Otro aspecto que suele llamar la atenci�n del visitante es que no es extra�o que alg�n gato se pasee por una mezquita, porque suelen tener franqueada la entrada. Quienes acuden a rezar se sit�an mirando hacia La Meca. En los momentos en los que hay alguien dirigiendo la oraci�n todos siguen el mismo ritmo y los mismos movimientos de inclinaci�n, arrodill�ndose o poni�ndose de pie al un�sono, pero quienes acuden fuera de los momentos de oraci�n act�an individualmente.
La decoraci�n recuerda m�s a una iglesia ortodoxa, menos recargada, que a una cat�lica, porque en las mezquitas no se ven esculturas, im�genes, ni decoraci�n que simbolice rasgos humanos.
En fin, esa es mi experiencia, que acompa�o de las fotos tomadas en la mezquita de Bou Saada.

Personalmente he estado en muchas otras mezquitas, a alguna de las cuales he accedido como cualquier otro fiel Puedo contar como an�cdota que cuando fui a la mezquita de La Roca, en Jerusalem, existe una entrada para los musulmanes que acuden a rezar y otra para los turistas. Yo me dirig�a hacia esta �ltima cuando me indicaron que mi entrada era la otra. No lo dud� y pude disfrutar de una visita mucho m�s completa, tocando la piedra negra que tanto valor simb�lico tiene para todos los musulmanes. Algo parecido me ocurri� en la ciudad de Karbala, en Irak, en una mezquita santa de la rama chi� del Islam, en la Hassan II de Casablanca, o en algunas otras incluso de Argelia.

viernes, 18 de julio de 2008

La emigraci�n

�ltimamente apenas leo la prensa argelina. Intento poner distancia psicol�gica y, aunque me cuesta, procuro no enterarme de lo que ocurre. Lo sustituyo por muchas horas de lectura de la prensa espa�ola y unas cuantos sudokus diarios, que en Argel apenas se publican. He descubierto que estaba absolutamente desconectado de la realidad y que afortunadamente pasaba de la pol�tica, que cada vez es m�s el af�n por llegar al poder o a perpetuarse en �l, por encima de los intereses de los ciudadanos.

En la prensa nacional de d�as pasados se dio mucha importancia a la noticia de unos emigrantes centroafricanos que recorrieron durante d�as la distancia que les separaba hasta la isla de Gomera, en las Canarias, para llegar exhaustos y con varias bajas entre ellos. La prensa se centr� en el drama de que casi todos los beb�s, excepto uno, fallecieron durante la traves�a y los arrojaron al mar.

Sobre esa noticia tan triste, he le�do incluso algo tan absurdo como que en atenci�n a sus circunstancias especiales iban a recibir un trato preferente para que se quedaran en Espa�a, que es tanto como decir que se pase la voz en las costas de origen de que para poder quedarse aqu� hace falta pasarlo muy mal y que tus hijos se ahoguen en el mar.

En Argelia se vive una situaci�n similar. Muchos habitantes de pa�ses subsaharianos intenta atravesar el desierto y llegar a Marruecos o Argelia, donde las condiciones de vida son mucho mejores. El trato que reciben es en general mucho peor que en Espa�a. Se cuenta que quienes son localizados antes de alcanzar su objetivo son v�ctimas de un rato vejatorio e inhumano y que hacinados en veh�culos son llevados hasta una zona des�rtica y abandonados a su suerte tan s�lo con el agua justa para poder segur hacia el sur y alcanzar una poblaci�n, pero tambi�n la advertencia de que cambiando al ruta hacia el norte morir�n de ser. Son rumores, yo no lo he podido comprobar, pero los relatos de quienes viven medio escondidos en Argel no difieren mucho de �ste.

Es conocida la historia de los inmigrantes negros que fueron atendidos en las cercan�as de Or�n por un sacerdote y un m�dico que fueron llevados a prisi�n y condenados.

Quienes emigran en esas condiciones lo hacen por absoluta necesidad. No tienen nada en la vida y cuando parten ya no les importa morir en el intento, porque es s�lo la muerte lo que les espera en su pa�s. Cuando tienen posibilidades de regresar tampoco lo hacen, porque es perder lo �nico con lo que se fueron, el arrojo y la dignidad. Regresar, aunque les den un dinero para subsistir, supone reconocer un fracaso, no haber sido capaces de construirse un futuro mejor.

En pleno siglo XXI es imposible que vivamos en la opulencia y que a nuestro lado los dem�s se mueran de hambre. Hace 219 a�os de la Revoluci�n Francesa. La burgues�a, la nobleza y el clero se repart�an por aquel entonces el poder y el dinero mientras los dem�s, que eran mayor�a, no ten�an nada. Bast� con que una parte de uno de esos tres poderes, la burgues�a, mostrara su descontento y apoyara a la masa proletaria, si se me permite esta terminolog�a trasnochada, para que la mayor�a se alzara contra los que lo pose�an todo. No s� si alg�n d�a esa misma mayor�a pobre del planeta se alzar� contra los que vivimos bien, pero estamos sembrando el germen para ello. En modo alguno pienso que nuestra riqueza sea injusta, que no nos hayamos merecedado con nuestro trabajo lo que cada uno de nosotros tenemos. Pero, �ellos se han merecido no tener nada? �Es de justicia que millones de personas vivan en la indigencia, que nazcan sin ninguna posibilidad de un futuro digno? �Es justo que un ni�o nacido en Espa�a tenga diferentes posibilidades de las de uno nacido en Argel y �sta a su vez de las del nacido en un poblado sudan�s?

No me gusta criticar sin aportar soluciones, as� que ah� va la m�a. Absurda, sin pulir y a vuela pluma.

Creo que la soluci�n no es papeles para todos, porque eso significa premiar la inmigraci�n ilegal. Eso parece servir para solucionar el problema de los inmigrantes ilegales, pero no de los pobres que intentan sobrevivir en su pa�s de origen. El que est� ilegal en Espa�a es molesto para la sociedad y por eso intentamos con leyes aclarar su situaci�n, pero quien m�s necesita la ayuda es quien sigue en su pa�s de origen. Con las leyes de regularizaci�n escondemos el problema de los que est�n ya en nuestra casa, pero no solucionamos el verdero problema, que e sconseguir que esa gente no tenga necesidad de renunciar a su familia, a su pa�s, para gozar d euna vida digna. Que quien emigre lo haga porque desea vivir en otro ambiente, por las causas que sean, pero no por puro instinto de supervivencia.

En cuanto a la situaci�n de los ilegales, s� que es muy duro, pero yo creo que quien ha entrado ilegal jam�s debe tener posibilidades de quedarse, haya pasado un d�a o diez a�os. Su �nica soluci�n debe ser deshacer lo hecho ilegalmente y actuar desde la legalidad. De la misma forma, ninguna ley debe prohibir la emigraci�n. Pienso que cualquier persona debe tener derecho a emigrar legalmente, a que le den un visado para venir a Espa�a. Creo que el �nico requisito deber�a ser asegurarse de que en caso de no conseguir su objetivo de instalarse correctamente en Espa�a podr� regresar, gracias a que el billete se lo paga su Estado, si hay un acuerdo previo entre gobiernos, o porque al obtener el visado ha pagado como fianza el importe de un billete de vuelta. Y el l�mite de la inmigraci�n lo pondr� el propio mercado de trabajo, porque emigrar no significa pasar a depender de la asistencia social. Quien no tenga medios para subsistir, bien porque se present� sin posibilidades de alcanzar un puesto de trabajo o porque quienes le iban a acoger no lo han hecho, no tiene m�s soluci�n que volver a su punto de origen.

Lo que estoy escribiendo sirve de muy poco para los marroqu�es y argelinos que emigran a Espa�a. En el Magreb no se da la situaci�n de pobreza del �frica negra y la gente no muere de hambre. Quienes emigran ilegalmente lo hacen por un futuro mejor, pero en muchas ocasiones llamados por la posibilidad de hacerlo sin dar golpe, pensando en beneficiarse de las ventajas del llamado "estado de bienestar". La prueba est� en que casi un 40% de los reclusos en Espa�a son extranjeros y de estos la mayor�a son marroqu�es. Creo que seguidos de rumanos, colombianos y argelinos, pero no estoy seguro. En cualquier caso, los argelinos no son delincuentes, sino que m�s bien ocurre que los delincuentes argelinos se muestran m�s propicios a buscar otros escenarios en los que delinquir. Ello no quita para que el sistema sea tan injusto que conseguir un visado de entrada a Espa�a se convierte en una heroicidad y una prueba que requiere incluso el sometimiento en ocasiones a un trato que algunas personas juzgan vejatorio.

Ten�a ganas de escribir todo esto, a sabiendas de que no se me va a entender y de que se me va a criticar por todas partes, por ingenuo, por xen�fobo o por antisistema. Deber�a dejar un link a la canci�n de Manu Chao, pero se me dan muy mal estas cosas y alg�n voluntario lo podr� hacer por m� en sus comentarios.

jueves, 17 de julio de 2008

... porque soy as�

Hace d�as que no escribo nada "de verdad". Me baso en fotos antiguas y textos ya preparados para aparentar una normalidad que no existe.

Como casi todos mis amigos y conocidos saben, estoy de baja m�dica por depresi�n. Me encontraba bastante mal, con una desaz�n que no me dejaba vivir, muy triste. N� s� definirlo mejor, digamos que era una situaci�n de angustia que me afectaba mucho m�s en el trabajo. Estaba atemorizado ante las consecuencias que tendr�a si ced�a a mis ganas de reventar y decir cuatro cosas, eso que uno lleva dentro pero que se calla para evitar da�os mayores, propios y ajenos. La respuesta que yo cre�a percibir era de aprovechar la situaci�n para intentar machacarme un poco m�s.

Cuando fui al m�dico mi estado era asqueroso. Le bastaron unos minutos de conversaci�n para darse cuenta. Me dijo que la recuperaci�n es un proceso muy lento y que lo mejor era que me trataran en Espa�a. Me di� una baja inicial de un mes, que llev� a mi oficina. Yo no quer�a creerlo, esperaba curarme estando all� pero en tres d�as me di cuenta de que, efectivamente, me estaba poniendo cada vez peor.

Cuando alguien recurre a un m�dico con depresi�n es porque se encuentra muy mal y el problema viene de lejos. Yo he tenido la sensaci�n durante meses de estar recibiendo incomprensiones frente a mi buena voluntad. Y acab� explotando hacia mediados de junio. Fue una conversaci�n aparentemente sin importancia, un reproche que yo vi y veo injusto el que desbord� un vaso que estaba completamente lleno.

El d�a que ten�a que tomar el avi�n mont� un n�mero en pleno Didouche Mourad, la principal calle comercial de Argel. Llegu� al extremo de merecerme un escarmiento y me llegaron a retener el pasaporte, por lo que tuve que llamar al servicio de emergencias consulares, como ya cont� en su momento.

El suplente de mi m�dico de cabecera de Bilbao me dio tambi�n la baja y me remiti� al especialista, que me est� tratando. Yo tengo billete ya comprado para regresar el d�a 28 a Argel. Pero creo que es casi imposible que vuelva para entonces, porque no tengo casi ninguna posibilidad de que me den el alta. Hasta el mismo 24 no sabr� si me autoriza a viajar al extranjero con la baja.

Explico lo anterior. Cuando un trabajador est� enfermo tiene obligaci�n de permanecer en su localidad. Son precisamente las bajas de mi tipo las que suelen requerir como terapia, al contrario, el desplazarse fuera. A mi me lo han recomendado, pero no tengo ganas de hacerlo y me tengo que obligar. Supongo que el siguiente paso ser� mostrarme capaz de estar en Argelia sin trabajar; no relacionar la vida en Argel, que se me ha hecho diferente tras el atentado de diciembre, con las dificultades de mi vida laboral.

Como todav�a estoy enfermo, es muy posible que me siga faltando objetividad. Espero no arrepentirme de escribir este post sincero, que no pretende hacer da�o a nadie, sino dar esa respuesta global a todos, porque atendiendo a mis amigos uno a uno me cuesta mucho expresarme.

Yo no quiero cambiar cuando regrese a Argel. Estuve trabajando hace varios a�os en un Argel donde la situaci�n era muy tensa y desde el primer d�a me puse en guardia, tratando de que no me afectara todo lo que por all� se mov�a. Esta vez fui para vivir a gusto y sentirme amigo de todo el mundo. Si no puedo seguir as� no me merece la pena regresar. Me equivocar� y volver� a confiar en personas que luego me demostrar�n que no se lo merec�an; quiz�s haya quien me vuelva a da�ar. S�, s� que pasar� porque soy muy sensible y no quiero cambiar. Porque si cambio mi respuesta ser� injusta con quienes s� se merecen que se les otorgue la confianza. En el trabajo me ocurrir� lo mismo y me muero de ganas de poder hacer aquello que era mi mayor ilusi�n hace un a�o. Ya me imagino la respuesta, pero no voy a renunciar.

Un buen ejemplo de que no cambiar es positivo lo tengo en este blog. He sido siempre todo lo sincero que he podido y he contado intimidades, como ahora mismo, que la inmensa mayor�a de los mortales no se atrever�a a publicar. S� que a veces no mido correctamente lo que a otros les puede molestar, un comentario referido a ellos que nunca es m�s personal que lo que de mi mismo cuento. He recibido cuatro solicitudes de rectificaci�n, tres de ellas de fotograf�as, y todas las he atendido, incluso cuando contaba con la aceptaci�n previa para colgar esas fotos. Mi sinceridad ha llegado incluso a gente que no conoc�a y he hecho buenos amigos de los que me siento orgulloso. Si yo no fuera as� probablemente me hubiera evitado alg�n disgusto y oir de manera indirecta que alguien se ha molestado, pero no tendr�a ahora un buen amigo en Argel que se llama Rafa. Tampoco compartir�a tan largos y emocionantes correos personales con una persona tan maravillosa como Maya, que me ha llegado al fondo del alma. No me sentir�a acompa�ado en la distancia por Raquel, por Liseth, por Diana, por Karina, por Javier y por varios m�s que no voy a nombrar. No me sentir�a tan cerca de Lourdes y sus saharauis, grandes y peque�os, por los que se desvive. Ni de Mar�a Jos� y su familia. No habr�a conocido de la mano de Eliane la historia de los espa�oles nacidos en Argelia y que un d�a tuvieron que emigrar. Gente como Susana, F�tima, Neus, Silvia, Jorge y muchos m�s, como ahora mismo Jos� Pablo, no me contagiar�an su entusiasmo, sus dudas, sus ilusiones, antes de desplazarse a trabajar a Argelia. Y esto �ltimo es algo que cada d�a me carga las pilas y me recuerda con qu� ganas llegu� yo y c�mo debo mantenerme a flote. Y tampoco sabr�a de aquellas otras personas que nada tienen que ver con Argelia ni conmigo, pero que me escriben para decrme que se han enganchado al blog y me piden que les cuente m�s cosas con mi tono intimista (una forma de escribir que no es forzada, me sale as�).

Ten�a ya escrito lo que va a aparecer ma�ana. Y pasado. Bueno, hasta dentro de tres d�as. Pero ese texto previsto para el jueves, que a�n nadie ha visto y que se refiere a los inmigrantes ilegales, deber� esperar. Prefiero colgar este comentario para dar las gracias a todos, pedir perd�n a quien alguna vez he molestado y prometer seguir escribiendo. Iba a esperar al final del resultado de la encuesta, pero no hace falta, creo que es bastante evidente.

miércoles, 16 de julio de 2008

Historias de locutorio

Llevo unos d�as en tratamiento en Bilbao, con baja m�dica. En casa no tengo acceso a Internet y tengo que recurrir a los cibercaf�s para poder conectarme a la red.

En tan poco tiempo me he hecho un experto del lugar, aunque las horas de navegaci�n para leer prensa argelina y sobre todo cuadernos de viaje (es una forma de conocer lo que hay por el mundo sin moverme de casa, quiero decir del c�ber) van a acabar con mi econom�a.

He de reconocer que no leo ni mi blog, porque no entro en �l. Suelo activar la opci�n de identificar si hay comentarios para validar y nada m�s. Para insertar el post de cada d�a hice trampa hace tiempo: dej� pendientes de publicaci�n una serie de textos para que peri�dicamente vayan apareciendo. Y mientras, vivo de las rentas. As� he hecho con casi todos los textos que llevan fotograf�as, que implican una menor neceisdda de escribir, porque no ten�a la cabeza preparada para ese esfuerzo. �ste que ahora escribo y varios textos m�s, con mayor contenido y en general sin im�genes, los subir� al blog de una sola vez y tendr� de nuevo munici�n para una temporada.

La estancia en un cibercaf� es hasta divertida. He visto de todo. Lo m�s divertido fue ua se�ora que entr� a hablar con el empleado. Le dije que como es negro y sabe que los negros son muy apa�ados y se lo hacen todo en casa que seguro que le pod�a arreglar con su problema, que consist�a en que unos d�as antes estaba tan harta de recibir llamadas al timbre que lo arranc� y lo meti� en un armario; pero que ahora lo hab�a sacado del armario y ya no funcionaba y no sab�a c�mo se hace con esos cables para que vuelva a sonar.

Lo m�s com�n es escuchar historias de quienes se conectan a trav�s de Skype con sus familias. Se oyen unas historias de lo m�s divertidas y fant�sticas. Hay inmigrantes que hacen creer que est�n viviendo en la opulencia, o que est�n con otra persona, colocada al margen de la c�mara y que aseguran a un ser querido en la distancia echarle mucho de menos por su soledad aqu�. El otro d�a asist� a una cuya hija adolescente le comunicaba desde Am�rica que iba a ser abuela, pero lo peor es que no estaba segura de si el ni�o ser�a blanco o mulato, que no estaba segura. Y tambi�n me top� con un intento de cibersexo que si no lo paran acaba en un desnudo en mitad de la tienda.

Con todo lo mejor es lo que rodea al locutorio que est� junto a la casa de mis padres. Como ya cont� en alguna ocasi�n, es titular es marroqu� de origen saharaui y musulm�n practicante de los dirigentes de la mezquita de al lado. Resulta que recientemente han hecho obras en la mezquita, que ocupa los bajos de un edificio de vecinos, y se han encontrado huesos, supuestamente humanos. Mientras se investiga, el local ha sido cerrado al acceso, por lo que los fieles deben dirigirse alguna de las otras dos mezquitas de Bilbao. L�gicamente, mi amigo el del locutorio se pasa todo el d�a dando explicaciones.

Su af�n dirigente de las actividades de su mezquita se ve�a reflejado en una hoja informativa colocada d�as pasados en la cristalera del cibercaf�. Cuando he intentado sacar una fotograf�a ya hab�a sido retirada, pero la cuento. Anunciaba a todos los fieles musulmanes que pod�an participar de una jornada de confraternidad de lo que se llama monta�ismo isl�mico. Si llega a ser senderismo isl�mico habr�a pensado que se iban a La Meca andando, pero el monta�ismo isl�mico consiste en subir al monte Serantes, realizar juntos una oraci�n del d�a, comer juntos, realizar la oraci�n del crep�sculo y regresar. Con todo, lo mejor era el apartado que se refer�a a lo que ten�a que llevar cada uno. Me llamaron la atenci�n las botas de monte (no fuera alguno a presentarse con las chanclas), el impermeable (�c�mo pod�an saber hace diez d�as que este domingo por la ma�ana iba a salir lluvioso? Pues acertaron) y, lo mejor de todo: una alfombra para las oraciones. No se hablaba ni de agua para lavarse ni de una br�jula, que sirve para no perderse y localizar el punto hacia el que dirigir la oraci�n, pero s� del tapete.

Jam�s se me hubiera ocurrido pensar que alguien acudir�a al monte con una alfombra para poder rezar, pero en le futuro me voy a fijar en los que van al mente para saber cu�ntos musulmanes practicantes hay entre ellos.

martes, 15 de julio de 2008

C�mo me llaman

Mi nombre ha sido siempre motivo de muchas situaciones curiosas. Para empezar, cuando escribo los datos completos, Jos� Antonio Do�oro de los R�os, los argelinos se sorprenden al descubrir que alguien puede tener un nombre tan largo, con seis palabras y caracteres extra�os.

Primeramente, no saben cu�l es el nombre y cu�l el apellido. Eso es algo que tambi�n me ocurre a mi con ellos. En �rabe escriben generalmente el apellido delante y el nombre detr�s, mientras que en franc�s lo hacen al rev�s. Como yo no conozco todos los nombres, en ocasiones dudo en saber si a quien me refiero lo estoy haciendo por su nombre (iba a escribir ?nombre de pila?, pero s�lo una reducid�sima minor�a pasa por la pila bautismal) o por el de su familia. Cuando lo s�, me sirve para, en funci�n del orden utilizado, avanzar los modos m�s o menos islamistas de mi interlocutor, aunque hay otros aspectos educativos y familiares que entran en juego.

Mis dos apellidos, y encima uno de ellos con art�culo, pronombre y una vocal acentuada, son tambi�n motivo de sorpresa. Yo siempre explico c�mo todos tenemos dos apellidos, que generalmente el primero corresponde al primero del padre y el segundo al primero de la madre, y que la mujer casada conserva siempre sus apellidos. Todav�a no me topado con nadie que lo haya criticado o menospreciado, y eso que estoy preparado para la pol�mica en un pa�s en el que fuera de Argel pocas mujeres optan por conservar su apellido despu�s del matrimonio.

La letra ?�? descoloca a casi todo el planeta y no pod�a ser menos en Argelia. Es un sonido que tampoco existe como tal en �rabe y lo hacen, como los rusos, palatalizando la ene seguida de una i. Lo malo es cuando luego intentan volver a transcribir al franc�s lo que han apuntado en �rabe, que creo que ni mis padres reconocer�an que con esos nuevos apellidos puedo ser algo de su familia.

El nombre compuesto tambi�n causa problemas, c�mo no. Y dentro de �l, el primero, Jos�. A veces lo tengo que transcribir como ?Khoss�" para que luego lo escriban correctamente en �rabe. Ahora que he aprendido algo de �rabe y controlo que la trascripci�n sea correcta, me suelo acercar a comprobar lo que han puesto y corregirlo, que para el lector que sepa un poco del alfabeto �rabe es en parte cuesti�n de puntos, pero que tambi�n a veces me hace acabar como Josh�.

El �ltimo problema lo tengo con la forma de llamarme por parte de los amigos. De mi estancia anterior en Argelia qued� lo de referirse a mi por mi primer apellido, que se ha extendido con facilidad. L�gicamente, en el trabajo ofrezco siempre mi apellido porque considero que por mi cargo debo hacerlo as� y ofrecer una mejor imagen a quien a mi se dirige. Pero me molesta cuando me llaman por el apellido fuera del trabajo los que quieren ser mis amigos.

No tengo una forma �nica de que me llame la gente, los familiares, los amigos. En mi casa me han llamado toda la vida Jos� Antonio y mis hermanos To�i, pero s�lo ellos. Los amigos, Josean, Jose, Joseba, Jos, muchas variantes. En Argelia, los argelinos han optado a veces por lo de Antonio, que no me resulta para nada como si fuera yo. Y las personas que creo que m�s me aprecian y a quienes yo tambi�n m�s aprecio, indefectiblemente optaron por el Jose, sin acento. Es algo que me gusta y agradezco.

El nombre supone para m� la forma m�s sencilla de distinguir quienes se consideran mis amigos de quienes no. Quienes se refieren a mi por el apellido siento que plantean una barrera, una distancia. Tendr�a muy f�cil comprobar la agenda de direcciones del m�vil de cada uno de mis amigos y conocidos de Argel y que me ense�aran c�mo han introducido mi nombre. Pocos habr�n puesto Jos� Ofcomes, por ejemplo, sino que lo de Do�oro ser� mayoritario. Desgraciadamente, ese referirse a mi por el apellido sirve para perpetuar una barrera con los reci�n llegados.

De todas formas, me imagino que lucho contra un imposible. Pero lo cuento como lo siento.

lunes, 14 de julio de 2008

Un r�o en el desierto

Cuando no se tienen ganas de escribir las fotograf�as le sacan a uno del apuro. Supongo que este post lo colgar� dentro de uns d�as, pero tengo preparados un mont�n de textos para disimular mis silencios.

Por eso, ahora quiero colgar tres fotos tomadas en Bou Saada del r�o que pasa por la localidad.

Apenas existen puntos para atravesarlo, lo que implica muchos problemas a la hora de desplazarse en per�odos de lluvia. Para muestra, este bot�n.

Y el r�o finalmente acaba en una cascada que case sobre la ciudad, de la que ya mostr� alguna fotograf�a. Tengo m�s, para otro d�a.

domingo, 13 de julio de 2008

Mi pueblo moro

�ltimamente he mantenida en tres ocasiones una misma discusi�n en la que me he quedado m�s o menos solo. Es a cuenta del t�rmino ?moro? como sin�nimo de magreb�.

Es una palabra que yo utilizo sin �nimo ofensivo y sin darle un matiz peyorativo o racista; pero a fuerza de discutirlo ya tres veces he de concluir que para la mayor�a de la gente s� que tiene esa connotaci�n negativa.

Muchos argelinos manifiestan cuando hablan que ellos no son �rabes, sino ber�beres. En realidad es un simple toque de rebeld�a contra una arabizaci�n y unas pautas de comportamiento impuestas que proceden del golfo p�rsico, no de la tradici�n mora. Muchos de los que en Argel se definen como cabiles tienen un porcentaje menor de sangre cabil en sus venas, Son, como casi todos los argelinos, fruto de una mezcla de or�genes y culturas que ha dado lugar a un pueblo singular, eso que en la Espa�a franquista se llamaba crisol de civilizaciones. Es el pueblo moro de Argelia, que deber�a estar orgulloso de serlo.

Vivimos en una sociedad en la que es pol�ticamente incorrecto ser racista, pero mucha gente lo es en realidad. Decir de alguien que es negro hay quien lo considera un insulto, cuando un negro estar� orgulloso, y con raz�n, del color de su piel y no necesitar� que le llamen moreno o de color. A m�, desde luego, me molestar�a igual que si voy a un pa�s de mayor�a negra y me definen como clarito o descolorido. Lo mismo ocurre con el t�rmino gitano, aunque los gitanos siempre han mostrado con orgullo su pertenencia a la raza cal� y a nadie se le ocurre utilizar un sin�nimo como c�ngaro. Sin embargo, muchos han sustituido la palabra moro por magreb�. �Por qu�? Se trata de un t�rmino que en el diccionario que tengo en casa no aparece, pero es antiguo y supongo que la Real Academia lo habr� introducido en alguna de sus dos �ltimas ediciones. Moro viene de la provincia romana del norte de �frica, Mauritania, y tiene el mismo origen y valor que galo, hispano o luso, En cambio, magreb� es una palabra �rabe que significa del poniente, algo as� como ?�rabe del oeste?. A mi me suena muy mal, despectivo, como decir de alguien que es �rabe de segunda, cuando el t�rmino moro siempre lo he asociado con el porte, la elegancia y la dignidad, quiz�s por lo de las batallas de moros y cristianos, en las que los primeros visten ropas de gala. Decirle a una chica que es la reina mora es tambi�n un piropo en grado m�ximo.

Yo no entiendo el racismo. He tenido la suerte de nacer en Bilbao y, como en los mejores chistes, estoy muy orgulloso de ello. Pero bien podr�a haber nacido unos kil�metros m�s arriba o m�s abajo, �Acaso yo no ser�a el mismo? Mis circunstancias s� ser�an diferentes y me considero muy afortunado, porque seguramente mi vida ser�a mucho peor. Pero soy yo con mi esfuerzo diario quien tengo que merecerme lo que por nacimiento se me ha dado. Y los que han nacido en otros lugares son al menos tan dignos como yo. En funci�n de las posibilidades que su cuna les ofrece, se labran un futuro mejor. Y basta con ver la situaci�n de la mujer en tantos sitios para comprender que otros se ven obligados por su nacimiento a vivir en la pobreza m�s absoluta y sometidos a una sociedad que no les permite desarrollarse como personas. Menospreciar a alguien por ser de un origen diferente es de necios, propio de una sociedad felizmente casi superada (dejo escrito el casi para no entrar en disquisiciones sobre la legitimidad de las monarqu�as, que no es mi intenci�n en este post), en la que el hidalgo, el nacido de familia ?noble?, se pod�a permitir mirar por encima del hombro a quien todo lo que tiene en la vida se lo ha tenido que ganar.

Mi primer trabajo en Argel lo consegu� cuando en una entrevista de trabajo quien me ten�a que valorar me salt�: ?si tienes cara de moro? y seguidamente a�adi� ?yo tambi�n, me lo dice todo el mundo?. A m�, desde luego, no me molest�, porque adem�s de ser cierto me pareci� un rasgo simp�tico de espontaneidad, aunque al cont�rselo a la gente hubo quien lo interpret� como una ofensa. Pero es igual que cuando me hablan en �rabe por las calles de Argel y se creen que soy argelino. He coincidido con compatriotas que se lo tomaban a risa y pensaban que me ten�a que sentir molesto. �Es que puede ser insultante que alguien me diga que soy como �l? Yo me lo tomo siempre, sinceramente, como un piropo, es algo que me gusta o�r. Que yo est� muy orgulloso de mi origen no quiere decir que lo considere superior al de los dem�s, porque no lo es.

Por todo eso, que nadie se me enfade, por favor, cuando utilice el t�rmino moro. No tiene para mi ninguna connotaci�n racista sino, al contrario, el valor del reconocimiento de un origen absolutamente digno. Si yo fuera racista con el pueblo que me acoge no s�lo ser�a un cretino, sino un desagradecido.

Nueva encuesta

Someto a encuesta el consejo recibido de que me conviene dejar de escribir en el blog. Yo no comparto el consejo, pero me gustar�a saber la opini�n de los que lo leen. Gracias.

sábado, 12 de julio de 2008

Medicaci�n forzosa

Voy a tener que hacer caso a los m�dicos y tomarme esa medicaci�n que ayuda a remontar la moral. Me estaba basando en medicina alternativa, mucho deporte, pasarlo bien y no pensar en los problemas ni en las perosnas que relaciono con esos problemas. En general me basta, pero fueron suficientes quince minutos de consulta m�dica, hablando de c�mo me encuentro, para que llegara de nuevo el baj�n. La m�dico lo capt� al instante, cambi� de actitud radicalmente e incluso me hizo salir unos minutos de la consulta para luego cambiarme la medicaci�n que s�lo unos momentos antes me acababa de recetar.

La �ltima vez que acept� tomarme esos potinges acab� mal. Lo cont� en el blog el d�a 17 de enero. Si soy capaz de escribir un link, �sta fue mi explicaci�n:
http://vivirenargel.blogspot.com/2008/01/drogas-no-gracias.html

Veremos c�mo me sienta esta vez...

viernes, 11 de julio de 2008

Im�genes de Bou Saada

Hace ya bastante tiempo que tengo pendiente ense�ar las fotograf�as tomadas con motivo del viaje a Bou Saada. Ha sido mi �ltima excursi�n por Argelia y la m�s sorprendente, por inesperada.

En un a�o he realizado cinco viajes de los que implican pernoctar fuera de casa. El primero fue en coche hasta T�nez, visitando las ruinas de los hamaditas y la ciudad romana de Djamila, adem�s de una peque�a visita a S�tif y otra al parque natural de El Kala. Sirvi� para descubrir que la red de carreteras argelina tiene muchas carencias y que cinco personas en mi coche son demasiadas.

El segundo viaje fue en autob�s a Bejaia. No estaba previsto, porque yo adem�s ya conoc�a la ciudad, pero entre una huelga de Air Alg�rie y un mal entendido me encontr� solo llegando a esa ciudad costera y unos amigos adaptaron su programa de viaje para hacerme pasar un fin de semana estupendo.

El tercero viaje, del que ya colgu� fotograf�as, fue en avi�n a Ghardaia, el pasado mes de enero. Es un viaje de ingrato recuerdo por una mala experiencia personal y no deber�a haberlo hecho despu�s de dos anulaciones y haber estado ya antes all�, de modo que s�lo me sirvi� para perder una amiga. No obstante, recomiendo a cualquiera que viaje a Argelia dedicar tres d�as a conocer el vale del M?Zab y al ciudad de Ghardaia.

El cuarto viaje, a Or�n, lo realic� en tren. No se puede decir que viera mucho de la ciudad, porque me pas� un estupendo fin de semana con los espa�oles que viven all� y apenas dediqu� un par de horas a la dura vida de turista. Descubr� que el tren es el medio m�s r�pido para llegar a Or�n, porque no tiene retrasos y va del centro de Argel al centro de Or�n. Tendr� que acercarme en otra ocasi�n a esa bella ciudad del oeste, muy degradada en su estado de conversaci�n, para subir al Fuerte de Santa Cruz y disfrutar de su ambiente nocturno, que seg�n los argelinos es interesante disfrutarlo en verano.

Y el quinto viaje ha sido a Bou Saada. Aprovech� el puente del Uno de Mayo y la visita de Ismael para irme con �l y con Rafik un par de d�as a la tierra de los antepasados de �ste �ltimo.

Yo me esperaba uno m�s de todas esas ciudades del interior, que no aportan demasiado una vez que se conoce una de ellas. Es curioso ver c�mo vive la gente, la escasez de ocio, los medios precarios de subsistencia, las relaciones familiares, la hospitalidad, formar durante un d�a parte de sus vidas. Eso a mi me encanta, porque tengo esp�ritu de viajero y lo he saboreado en casi todos los pa�ses que he visitado. Como los argelinos son aut�nticos, no buscan el dinero del turista sino que se comportan como son, la experiencia es �nica y muy reconfortante. El problema es que cuando se est� viviendo en Argelia esa experiencia sociol�gica ya se adquiere con una primera visita al interior del pa�s y a partir de ah� lo que se busca es enriquecerla con un componente cultural, del que la mayor�a de las ciudades carece.

Por eso, en el interior de Argelia, entre las ciudades del desierto, se recomienda visitar Djanet, Ghardaia, Tamanraset, Timimoun, Biskra y El Oued, que por ese orden ofrecen al visitante un espect�culo adicional. Y en esa lista no se suele incluir Bou Saada. Un error. Personalmente la situar�a por delante de Biskra en mi ranking anterior. Se trata de una ciudad tradicional que ofrece una casbah, un oasis con palmeral, im�genes de vida tradicional, una cascada, zona de desierto y espacios culturales. Lo primero que me sorprendi� fue descubrir que las mujeres que caminan por la calle completamente cubiertas, excepto un ojo, no es exclusivo de Ghardaia, sino que forma parte de la vestimenta de la regi�n, aunque en Bou Saada las mujeres no se esconden por las esquinas. Lo segundo fue que en un ambiente �rido y seco existiera un hotel de calidad, de los que se pueden recomendar, perteneciente a la cadena del Hotel El Djazair de Argel. La tercera sorpresa fue la cascada, porque yo soy muy simple en mis caprichos y eso de ba�arse en el desierto en una cascada de agua limpia ya merece el viaje.
La vida de Bou Saada gira alrededor del mercado. Parece que todo el mundo haya salido a la calle para comprar o simplemente echar un vistazo a lo que se vende en el mercado. La mercanc�a no cambia de un d�a para otro, pero la gente acude a curiosear como si se tratara de las �ltimas novedades.
E d�as pr�ximos ir� colgando fotograf�as.

jueves, 10 de julio de 2008

La casa encantada

La brujer�a y la supercher�a est�n muy presentes en la vida argelina.

Casi todos los bulos y creencias, lo que podr�amos llamar supercher�as, est�n muy ligadas a las creencias religiosas, que se apoyan en lo que supuestamente dice el Cor�n sobre infinidad de detalles. En realidad son fruto del desconocimiento, de la ignorancia. De nada sirve presentarse con un ejemplar del Cor�n delante de quien mantiene una afirmaci�n rid�cula para que encuentre en qu� sura de su libro sagrado se halla lo que dice, porque frente a la evidencia de que es una simple invenci�n interpondr� la excusa de no encontrarlo. Esta ignorancia y la persistencia de supersticiones apoyadas en falsas creencias hacen da�o al hecho religioso frente a quienes enarbolan la bandera del ate�smo, que se escudan en estas ingenuidades para meter en el mismo saco cualquier explicaci�n de car�cter religioso y catalogarla como fruto de la ignorancia. Y precisamente la superstici�n es por definici�n contraria a la religi�n.

Explicaciones sobre un �nico y desconocido trozo del cerdo que en realidad no se puede comer, el �nico pelo que no se puede cortar, la separaci�n del mar entre aguas dulces y saladas, los tres d�as de ayuno extra por cada uno que no se cumple el Ramad�n y muchos m�s que prefiero no enumerar para no molestar a nadie, son muchas veces motivo de hilaridad en las reuniones de expatriados, pero quien las cuenta est� convencido de que realmente son verdades de su fe, tanto como el que se inmola en un atentado terrorista en el convencimiento de que en el para�so tendr� setenta v�rgenes esper�ndole.

La brujer�a, formalmente condenada por el Islam, existe en Argelia. Muchos argelinos creen en ella, aunque cuando acuden a una bruja suelen decir que lo hacen por diversi�n o mera curiosidad. En los mercados hay mujeres que venden mezclas de plantas y minerales, generalmente ricos en cuarzo, que supuestamente sirven para seducir a un amante, para la fertilidad, para ahuyentar el mal de ojo, para conseguir el regreso de alguien o para evitar enfermedades. Suelen ser mujeres mayores que viven de la brujer�a y que son aceptadas por la sociedad, aunque generalmente subsisten con escasos medios econ�micos. Mi duda ha estado siempre en saber si ellas se consideran a si mismas brujas o aprovechadas de los incautos y, por lo que he visto, muchas est�n realmente convencidas del poder m�gico de aquello que venden y de sus poderes sobrenaturales.

La brujer�a es en Argelia mucho m�s un tema de mujeres que de hombres. Son mayoritariamente ellas quienes recurren a los servicios de una bruja. Los hombres, especialmente en el desierto, son m�s partidarios, en todo caso, de la pseudo-medicina tradicional, que incluye ra�ces y plantas que supuestamente incrementan la potencia sexual y la satisfacci�n en la erecci�n. Fuera de ello, s�lo suelen recurrir a brujos para solventar problemas con su ganado.

En Argelia circulan muchas leyendas e historias de brujer�a, pero yo tengo especial debilidad por una de una casa encantada. Creo que es la historia m�s conocida de los argelinos y que no revelo nada al contarla.
Se trata de un palacete que est� al borde del mar en Bologhine, lo que en la �poca francesa se llamaba Saint Eug�ne, que es el barrio que se extiende desde las faldas de la bas�lica de Nuestra Se�ora de �frica. El tal palacio est� en ruinas y se cuenta que en �l mora un fantasma, atrapado en el tiempo. Ha habido alg�n intento de rehabilitar el edificio que no se ha podido llevar a cabo precisamente por al presencia del fantasma. Los grupos de adolescentes suelen acudir a probar su valor por la noche y se cuenta que en ocasiones salen despavoridos ante los ruidos, e incluso la visi�n, del fantasma.
Para quien quiera conocer mi opini�n, yo no soy nada supersticioso ni creo en brujer�as. Me da igual cruzarme con un gato negro o blanco, montar en un avi�n en el asiento n�mero trece o mirarme en un espejo que est� roto. Si me topo con una vidente que me dice que voy a ganar la loter�a jugando un n�mero acabado en 65 y poco despu�s me encuentro a un vendedor de loter�a que dispone de esa terminaci�n, yo no la comprar�a. S� que la mayor�a de los que no se consideran supersticiosos s� lo har�a, ?por si las moscas?, pero es que yo, insisto, no soy NADA supersticioso. No obstante, creo que no ir�a a pasar la noche a la casa encantada, est� en una zona poco habitada y me parece una imprudencia y arriesgarse a ser v�ctima de un robo o una agresi�n.

miércoles, 9 de julio de 2008

Tres comentarios

Estos d�as estoy dejando comentarios ya preparados, generalmente con fotograf�as y referidos a Argel y a Argelia. Evito entrar en comentarios porque no quiero que afecte negativamente a mi estado de salud. Lo de hoy es una excepci�n, porque voy a contestar a tres mensajes que me han dejado en el blog. Los copio y pego y seguidamente los respondo.

El primero firma como Ainhoa, a quien no conozco. Me dice esto en un comentario a mi post titulado "Las mentiras del Polisario"del 2 de abril:

Gracias por tu art�culo. Acogimos a un ni�o saharaui, y lo que recibimos del frente polisario est� perfectamente definido como "chantaje moral". Valoro la posibilidad de ir a los campamentos, pero cuanta m�s informaci�n busco, m�s mierda politizada encuentro y m�s se me quitan las ganas. Ainhoa

Ainhoa, s�lo puedo decirte que el ni�o que hab�is acogido no tiene la culpa de que este mundo est� tan politizado, que las buenas voluntades de gente tan maravillosa como t� hacen que tu chaval�n haya disfrutado de una estancia en el primer mundo, de comer todos los d�as, de lavarse con agua y comprobar con sus propios ojos que m�s all� de la arena del desierto hay otra vida. Lo que hab�is hecho por �l no tiene precio. Y eso es lo importante. Sobre el Frente Polisario, yo ya escrib� lo que pienso. En mi opini�n perdieron hace mucho tiempo el sentido de lo que necesita su pueblo. Y eso que son lso buenos de esa pel�cula del S�hara occidental, porque a las autoridades marroqui��es les da igaul que ellos se mueran de hambre, como creo que incluso le da igual su propio pueblo. Y nuestras autoridades se llenan la boca hablando de libertades y solidaridad y ya vemos todos lo que hacen cuando llegan al poder. Por tu nombre me imagino que eres vasca. Sabr�s entonces del buen trabajo que se realiza en algunos ayuntamientos de Euskadi para mejorar las condiciones de vida del pueblo saharaui que vive en Tinduf. Yo he conocido recientemente, por correo electr�nico y tel�fono a una persona maravillosa, donostiarra, que dedica todos sus esfuerzos a ayudar a los saharauis necesitados. Lo que nosotros no podemos hacer es cambiar a los dirigentes de ese partido �nico y de usos antidemocr�ticos que se denomina Frente Polisario. Son sus gentes las que lo tienen que hacer. Te he dejado alguna reflexi�n en el post del 2 de abril, m�s que nada referida a los insultos de quienes no aceptan que los dem�s expresemos nuestra opini�n. Aqu� quer�a ofrecerte una respuesta m�s optimista.

El segundo es de Maya, a la que echaba de menos. Me ha dejado un comentario en el post ttulado "Mi estado de salud", del pasado 3 de julio. Dice as�:

Hola Jose. Te dir�a muchas cosas desde la l�gica pero se que cuando se trata de una decepci�n, no sirve para nada. C�mo bien has dicho, se trata de dejar pasar el tiempo. Deja que s�lo sea tu conciencia la que te juzgue, vale? S�lo ella cuenta. Un beso. Maya

Gracias, Maya. De todos los lectores del blog he de reconocer que tengo una especial debilidad pr ti. No lo acabo de entender, es como si escribi�ramos en la misma onda. Me ocurre siempre contigo y no s� por qu�. Yo no he dado detalles de lo que me ocurre, pero no los has necesitado para darme el consejo justo. S�, yo tengo la conciencia tranquila porque me he volcado en ayudar a los dem�s y nunca he pretendido da�ar a nadie. Y en el fondo el problema es de una m�ltiple decepci�n. Me imagino que lo mejor es hacer lo que t� me dices, dejar pasar el tiempo, porque trat�ndolo desde la l�gica no he conseguido nada (�c�mo lo has adivinado?), y seguir estando a buenas con mi conciencia. El problema es que en estos momentos no me basta. Estoy bastante mejor despu�s de haber puesto distancia, pero sigo muy, muy triste. Te agradezco tu consejo y sobre todo tu mensaje, que recibo con especial alegr�a. Alg�n d�a, por cierto, me mandar�s una foto para ponerte cara, aunque alguno que no conoces nuestras situaciones personales pensar� que estoy ligando por el blog... Un besazo.

El tercer mensaje es de Marta, a la que identifico y pongo cara. Y no s�lo ello, porque aparece en fotos del blog. Me cuenta esto en "Los helados en Argel", de anteayer lunes:

Hola, Jos� Antonio! Pues tengo que decir que el otro d�a -tu ya no estabas y lo hubieras disfrutado-, despu�s de pasar el d�a en la piscina del Aurassi, nos vinimos para mi casa e hicimos parada en la nueva helader�a que comentas, y nos trajimos unas tarrinas de frutas del bosque, chocolatazo del bueno y el preferido de nuestro Ernesto, el de caf�, y fueron el �xito de la jornada. Los consumimos mientras nos pele�bamos por el mundo, jugando al Risk. Aquello fue una cat�strofe para las jugadoras, no por malas estrategas, sino por el poco esp�ritu belicista que nos caracteriza. Acab� arrasando Mariano, el muy abus�n, con miles de tropas y ca�ones. Pero la revancha est� pr�xima. Te esperaremos. Cu�date mucho. Te echamos de menos aqu� y esperamos que te pongas en forma muy pronto. Un beso grande, Marta

Hola, Marta. Muchas gracias por un mensaje tan positivo, incluso para contarme c�mo Mariano ha arrasado medio mundo con sus tropas. M�s que el esp�ritu belicista, se trata de meterse en el juego. Ya sabes que a mi me encanta competir y si el juego es de invadir pa�ses, r�ete de Bush, que yo no necesito inventarme armas de destrucci�n masiva ni buscarme un amigo que hable catal�n en la intimidad para montar una guerra e invadir medio planeta si se tercia. S�, la veradd es que lo hubiera disfrutado. En Argel echo mucho en falta el ocio que no se base en ir de restaurantes; he acabado muy harto de que quedar con gente signifique siempre tener que ir a llenar el est�mago, cuando existen juegos de mesa, escapadas ala playa o la piscina, videos, etc.

No sab�a que ya hab�as descubierto Les Coquelicots. Vas a ganar un mont�n de kilos como te aficiones, porque la tienes al lado de casa. Es un peligro. De ese lado de caf� que tanto gusta a Ernesto, yo sigo diciendo que est� hecho con caf� soluble, porque sabe a eso. Es como todos esos helados que venden con sabores extra�os, que se basan en perfumes y condimentos, en lugar de en frutas frescas. El d�a que coincidamos en Bilbao te llevar� a probar los helados de Nossibe, en el puente de la calle Navarra. Tienen helados de diferentes vinos y licores, de arroz con leche, de chipirones, de pimientos del piquillo, de bacalao al pilpil, de rosas con azafr�n,... No siempre son los mismos, van cambiando, pero te aseguro que son aut�nticos. El sitio es caro, pero son �nicos en el mundo y no puede uno irse de Bilbao sin probarlos.

Te reitero mi agradecimiento por este mensaje y por muchas otras cosas. Por ejemplo, por llamarme el d�a de la final de la Eurocopa de f�tbol para ver el partido. Pensaba meterme en la cama a las ocho y pasar de todo; me levantaste mucho la moral en un momento muy malo. Supongo que tardaremos bastante en vernos por Argel, pero si subes a Bilbao, avisa. Que al helado invito yo. Un beso.

martes, 8 de julio de 2008

Ligar en Argel

En nuestra cultura el ocio, la diversi�n y el alcohol van �ntimamente ligados. En Argelia, no. Hace un a�o estuve invitado a la boda de una compa�era de trabajo y conmigo estaba invitado el resto de personal de mi oficina. A la salida de la fiesta, que fue estupenda, el comentario de varios becarios, que llevaban muchos meses en Argelia, era lo sorprendente que les hab�a resultado una boda en la que la bebida fuese t�, refrescos y leche �cida. Mis j�venes compatriotas no pod�an entender una celebraci�n sin alcohol, una boda sin cava.

La venta y consumo de alcohol es legal en Argelia, con algunas limitaciones impuestas por los islamistas. Pero ello no quita para que se sit�e en la marginalidad. La cerveza y el vino se han convertido curiosamente en dos de los s�mbolos reivindicativos de los cabiles, sin que su regi�n sea una gran productora de vinos. Muchos pueblos peque�os de las provincias de Tisi Us� (en franc�s escrito Tizi Ouzou) y Buj�a (Bejaia o Bougie) muestran con orgullo como rasgo diferenciador el contar con un local de venta o consumo de alcohol, en el que se concentran los habitantes varones para pasar la tarde. Ese consumo tan p�blico s�lo se da en Or�n y, en menor medida, en Argel y Annaba. En el resto del pa�s es algo impensable y muchas localidades importantes no cuentan ni con un local en el que se puedan adquirir bebidas alcoh�licas para llevar a casa, mucho menos con bares o restaurantes donde consumirlas.

Alguien me preguntaba recientemente ?y, entonces, �los j�venes d�nde se re�nen, d�nde se conocen, d�nde ligan??. El error est� en unir conceptualmente el alcohol a las actividades de ocio y al ligue. Los j�venes en general se conocen de los estudios, del trabajo, del barrio, por un amigo de un hermano, etc. De las mismas formas que en el resto del mundo, si quitamos los bares y discotecas. En realidad, una chica argelina intenta conocer a chicos con ?fines serios?, de noviazgo y si funciona de matrimonio. Lo del rollito y el sexo sin compromiso, que suele ser m�s la relaci�n que se busca en Espa�a en bares y discotecas, son formas que apenas se dan en Argelia. Esas formas de relaci�n se identifican m�s en Argelia con la prostituci�n. Por eso, los locales de ocio nocturno que sirven alcohol no son en realidad discotecas, sino lo que eufem�sticamente las argelinas llaman cabarets, lugares adonde la mayor�a de las j�venes argelinas no acude y s�lo lo hacen una minor�a con mentalidad muy liberal, prostitutas y extranjeras. En cuanto a los hombres, resulta sorprendente, aunque quiz�s ser�a m�s correcto decir que resulta repugnante, la cantidad de maduritos cercanos a la jubilaci�n, si no est�n ya disfrutando de ella, que acuden con una compa��a femenina que por edad podr�a ser su hija o su nieta, o solos y a la b�squeda de alguna jovencita, que evidentemente no van a bailar, para lo que se hicieron las discotecas.

Como soy muy curioso, he intentado experimentar c�mo se liga en Argelia, conocer los locales y saber c�mo se act�a. Me he ayudado de amigos y conocidos argelinos, que se lo tomaron como diversi�n y en parte aceptaron porque llevar a un extranjero, aunque ya est� pasado de edad, luce mucho y facilita las cosas. Las chicas argelinas suelen acudir a salones de t�, a tomar un refresco. A algunos acuden en pareja, a otros con amigas y hay otros, al menos en Argel, que es lo que conozco, a los que se va ?a conocer gente?. Son siempre lugares con un espacio llamado sala familial, que en Argelia se traduce siempre por ?lugar apto para mujeres?. Los due�os de salones de t� que permiten ese ligoteo en su local aceptan que dos chicos varones entren en la sala familial, a sabiendas de que lo que buscan es encontrarse con dos chicas argelinas. La forma de entablar conversaci�n, como en cualquier parte del mundo, puede ser de lo m�s banal, desde pedir fuego hasta alg�n comentario sobre la melod�a del m�vil. Si la cosa funciona se intercambian n�meros de tel�fono y ya queda para el d�a siguiente la pareja o incluso los cuatro para salir juntos.

Ahora en verano hay otra forma de ligue que es la playa. Lo normal es que las chicas m�s atrevidas se atrevan a ir en pandilla mixta, aunque la mayor�a se quedan en su casa por presi�n familiar. En el grupo econ�micamente m�s desahogado no faltan las que disponen de veh�culo propio, o incluso acceso a la playa de Club de Pinos, para decidir ad�nde van y con qui�n, como podr�a pasar en Europa. Pero se trata de una minor�a, como casi todo lo que suena a europeo en Argelia.