viernes, 11 de julio de 2008

Im�genes de Bou Saada

Hace ya bastante tiempo que tengo pendiente ense�ar las fotograf�as tomadas con motivo del viaje a Bou Saada. Ha sido mi �ltima excursi�n por Argelia y la m�s sorprendente, por inesperada.

En un a�o he realizado cinco viajes de los que implican pernoctar fuera de casa. El primero fue en coche hasta T�nez, visitando las ruinas de los hamaditas y la ciudad romana de Djamila, adem�s de una peque�a visita a S�tif y otra al parque natural de El Kala. Sirvi� para descubrir que la red de carreteras argelina tiene muchas carencias y que cinco personas en mi coche son demasiadas.

El segundo viaje fue en autob�s a Bejaia. No estaba previsto, porque yo adem�s ya conoc�a la ciudad, pero entre una huelga de Air Alg�rie y un mal entendido me encontr� solo llegando a esa ciudad costera y unos amigos adaptaron su programa de viaje para hacerme pasar un fin de semana estupendo.

El tercero viaje, del que ya colgu� fotograf�as, fue en avi�n a Ghardaia, el pasado mes de enero. Es un viaje de ingrato recuerdo por una mala experiencia personal y no deber�a haberlo hecho despu�s de dos anulaciones y haber estado ya antes all�, de modo que s�lo me sirvi� para perder una amiga. No obstante, recomiendo a cualquiera que viaje a Argelia dedicar tres d�as a conocer el vale del M?Zab y al ciudad de Ghardaia.

El cuarto viaje, a Or�n, lo realic� en tren. No se puede decir que viera mucho de la ciudad, porque me pas� un estupendo fin de semana con los espa�oles que viven all� y apenas dediqu� un par de horas a la dura vida de turista. Descubr� que el tren es el medio m�s r�pido para llegar a Or�n, porque no tiene retrasos y va del centro de Argel al centro de Or�n. Tendr� que acercarme en otra ocasi�n a esa bella ciudad del oeste, muy degradada en su estado de conversaci�n, para subir al Fuerte de Santa Cruz y disfrutar de su ambiente nocturno, que seg�n los argelinos es interesante disfrutarlo en verano.

Y el quinto viaje ha sido a Bou Saada. Aprovech� el puente del Uno de Mayo y la visita de Ismael para irme con �l y con Rafik un par de d�as a la tierra de los antepasados de �ste �ltimo.

Yo me esperaba uno m�s de todas esas ciudades del interior, que no aportan demasiado una vez que se conoce una de ellas. Es curioso ver c�mo vive la gente, la escasez de ocio, los medios precarios de subsistencia, las relaciones familiares, la hospitalidad, formar durante un d�a parte de sus vidas. Eso a mi me encanta, porque tengo esp�ritu de viajero y lo he saboreado en casi todos los pa�ses que he visitado. Como los argelinos son aut�nticos, no buscan el dinero del turista sino que se comportan como son, la experiencia es �nica y muy reconfortante. El problema es que cuando se est� viviendo en Argelia esa experiencia sociol�gica ya se adquiere con una primera visita al interior del pa�s y a partir de ah� lo que se busca es enriquecerla con un componente cultural, del que la mayor�a de las ciudades carece.

Por eso, en el interior de Argelia, entre las ciudades del desierto, se recomienda visitar Djanet, Ghardaia, Tamanraset, Timimoun, Biskra y El Oued, que por ese orden ofrecen al visitante un espect�culo adicional. Y en esa lista no se suele incluir Bou Saada. Un error. Personalmente la situar�a por delante de Biskra en mi ranking anterior. Se trata de una ciudad tradicional que ofrece una casbah, un oasis con palmeral, im�genes de vida tradicional, una cascada, zona de desierto y espacios culturales. Lo primero que me sorprendi� fue descubrir que las mujeres que caminan por la calle completamente cubiertas, excepto un ojo, no es exclusivo de Ghardaia, sino que forma parte de la vestimenta de la regi�n, aunque en Bou Saada las mujeres no se esconden por las esquinas. Lo segundo fue que en un ambiente �rido y seco existiera un hotel de calidad, de los que se pueden recomendar, perteneciente a la cadena del Hotel El Djazair de Argel. La tercera sorpresa fue la cascada, porque yo soy muy simple en mis caprichos y eso de ba�arse en el desierto en una cascada de agua limpia ya merece el viaje.
La vida de Bou Saada gira alrededor del mercado. Parece que todo el mundo haya salido a la calle para comprar o simplemente echar un vistazo a lo que se vende en el mercado. La mercanc�a no cambia de un d�a para otro, pero la gente acude a curiosear como si se tratara de las �ltimas novedades.
E d�as pr�ximos ir� colgando fotograf�as.

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