... todo son pulgas.
Empiezo por aclararle a C�sar, que seg�n me coment� en una ocasi�n lee el blog como secci�n humor�stica, que tampoco en esta ocasi�n me refiero a �l. Que tampoco hoy le estoy llamando perro. En eta ocasi�n s� puedo decir a qui�n me refiero, porque lo s�: el perro del t�tulo soy yo. Aunque no ladro, no estoy todav�a flaco y creo que no tengo pulgas.
�ltimamente me afectan demasiado las cosas que me pasan, estoy m�s sensible. Ma�ana jueves tengo cita con el m�dico, ya veremos lo que me dice, si puedo regresar o no a Argel el pr�ximo lunes. En mi cabeza lo que tengo ahora es que me ha ocurrido algo grav�simo.
Llevo una temporada movi�ndome por los locutorios para conectar a Internet. Suelo servirme del pendrive, la unidad de memoria USB, para luego realizar trabajos sin conexi�n en el ordenador port�til. Y, como no pod�a ser de otra forma, me han acabado robando el pendrive.
La culpa es m�a. Bueno, no, la responsabilidad es m�a por no darme cuenta de que me lo dejaba olvidado en un lugar con sujetos indeseables que se permiten robar bienes que no les pertenecen. Pero la culpa es de los ladrones, que actuaron bastante r�pido. Cuando regres� al locutorio ya se lo hab�an llevado.
Yo no s� lo que pueden pagar en el mercado negro por un pendrive, quiz�s 10 euros. He llegado a ofrecer 200 euros al due�o del cibercaf� para que localizara el pendrive y si quer�a que repartiera el dinero con el ladr�n. Pero no me ha servido de nada.
Hasta ahora usaba dos l�pices diferentes, el m�o, que est� en las �ltimas, y el de la oficina, que es el que me han robado. En �l ten�a infinidad de documentos de gran valor. Evidentemente, el casi centenar de fotos se quedar� simplemente en mi memoria. En cambio, la docena de fotos a las que hab�a reducido la calidad para colgar en el blog son recuperables, aunque me llevar� tiempo. No podr� colgar los dos posts sobre el Hotel Kerdada previstos para este fin de semana, porque las fotograf�as estaban a�n sin descargar. El blog sufrir� tambi�n la p�rdida de todo lo que hab�a escrito durante estas dos �ltimas semanas. Como no estoy bien, he intentado no colgar nada de lo que escribo; lo estaba almacenando para publicarlo el d�a que ya est� recuperado y lo juzgue adecuado. Ya no podr� ser.
Lo m�s doloroso es quiz�s lo relacionado con mi trabajo. Llevaba casi dos semanas con un trabajo de artesan�a. hab�a tomado las estad�sticas de importaciones argelinas del a�o 2007 y hab�a traducido todos los nombres de pa�ses exportadores al castellano en todas las casillas. Luego hab�a creado documentos por partidas arancelarias (es el argot comercial para decir clases de productos) y en cada uno de ellos hab�a ordenado las posiciones arancelarias (lo mismo, pero m�s detallado, por productos concretos) por ranking de pa�ses, para comprobar nuestra situaci�n estrat�gica. Hab�a creado ficheros con comentarios y pensaba completarlo con gr�ficos que iba a proponer que se le encargaran a alguien que llegara nuevo a la oficina, que de esa forma aprenderia c�mo es el mercado argelino a la vez que completaba su primer estudio de mercado. Todo se ha ido al garete.
Todos los meses escribo un art�culo sobre ferreter�a en una revista. Las anotaciones que ten�a para mi colaboraci�n de este mes estaban ah�. Lo mismo que un contrato que hab�a traducido al franc�s para unos amigos y que corr�a mucha prisa. Y muchas otras cosas personales que tampoco voy a enumerar aqu�.
Al ladr�n, s�lo desearle que le sea de mucha utilidad mi pendrive, aunque l�gicamente lo que pide el cuerpo es ofrecerle todo mi desprecio y que el pendrive se le atraviese cuando se lo meta por donde todos estamos pensando. Pero eso no sirve para nada, prefiero desear que lo utilice para bien. Y la pr�xima vez que robe uno, que deje una nota al propietario pidiendo rescate. Seguro que le pagan m�s que lo que cuesta comprarse uno nuevo.
miércoles, 23 de julio de 2008
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