La calidad de los hoteles en Argelia es bastante deficiente, tercermundista. Cuando uno busca algo tan sencillo como un hotel sin lujo pero limpio, resulta una búsqueda imposible. Los hoteles de lujo, como su nombre indica, ofrecen servicios de lujo a precios de lujo; y no siempre la higiene va acorde con esa condición. La mayoría de los hoteles de más diez años ofrece un mantenimiento pésimo y muchos de sus cuartos de baño no pasarían una inspección medianamente exigente. La única excepción está en los dos Sheraton, más el Sofitel de Argel y el Royal de Orán. Luego, depende un poco de la suerte que se tenga y del tipo de habitación escogida a la hora de alojarse en el Internacional (antiguo Hilton), Djazair, Mercure y Aurassi, todos ellos de Argel, en el Rym El Djamel de Annaba, el Kerdada de Bousaada y el de la ciudad de El Oued. cuyo nombre no recuerdo.
El otro día me dispuse a escribir unas líneas sobre ese hotel Kerdada. El corrector automático de Word me jugó una mala pasada y sustituyó el término “kerdada" por “cerdada”. Cualquiera lo puede comprobar si tiene el corrector automático instalado en su Word y escribe el nombre de Hotel Kerdada.
Sin embargo, el corrector se equivoca y en este caso es injusto. Se trata de uno de los mejores hoteles de Argelia en relación calidad-precio, con un personal especialmente servicial y un entorno muy agradable.
Lo del personal servicial puede sorprender a quienes no conocen Argelia. Los argelinos son gente muy agradable, siempre asequible, dispuesta a ayudar, pero no es servicial. La mayoría del personal que trabaja en el sector servicios no asume que su obligación es la de servir y en general lo hace por su propia voluntad, no por exigencias del puesto de trabajo. Un camarero se molestará si el cliente requiere sus servicios de forma imperativa y es posible que incluso opte por no atenderle o reprocharle un trato que juzgará denigrante. En los hoteles del sector público la situación suele ser aún peor, porque sobreviven empleados sin ninguna voluntad de atención a los clientes que sólo se muestran atentos cuando el cliente se esmera en resultar agradable. Afortunadamente se trata de una minoría, pero que perjudica a la imagen del resto.
El Hotel Kerdada de Bou Saada pertenece a la misma empresa pública que gestiona el Hotel El Djazair de Argel, pero su persona no tiene nada que ver con ese camarero de la terraza del bar del hotel de la capital que está especializado en no atender a los clientes por más señas que le hagan y en servir los recados exactamente al revés de cómo se le haya solicitado.
Esta de hoy es la foto de la entrada del hotel, como mi coche de testigo. Mañana y pasado colgaré fotos del interior del hotel, de sus jardines y de su piscina.
miércoles, 30 de julio de 2008
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