martes, 30 de junio de 2009

Cerdos de dos patas

Vivir en una casa de vecinos en Argelia cuenta con varios inconvenientes. Ya lo he explicado en alguna ocasión. La falta de civismo, la insociabilidad, convierten en muchas ocasiones la convivencia en un tormento.

Vivo en una casa de vecinos por dos razones principales: porque el coste mensual es mucho menor que en una vivienda individual, que además estaría situada lejos del centro, y porque puedo contar con unas vistas que de otra forma me estarían vetadas. Claro que la razón principal es la económica.

Lo que peor llevo de todo esto es la falta de higiene. Tengo además la mala suerte de que, viviendo en un octavo piso, los vecinos del ático sean especialmente guarros. Cada vez que pienso en ellos me viene a la memoria el chiste del que le cuenta a su amigo que se ha comprado un cochinillo vivo y que lo tiene criando en su casa.
- ¿Dentro de casa? Pero hombre, que te la va a destrozar.
- No, de mi dormitorio no sale.
- ¿En el dormitorio todo el día? ¿Y por la noche?
- Duerme debajo de mi cama.
- ¡Qué asco! ¿Y el olor?
- Bah, que se jo…
Eso mismo, tener al cerdo de dos patas encima, es lo que me sucede a mí. Sólo que yo no tengo a uno, sino a una familia entera de cinco miembros. Los hijos de esta familia, por ejemplo, son los que dejan todo tipo de restos de comida por la escalera, como he podido comprobar, sin que en su casa les afeen la actitud. Peor aún, desde hace unos días tienen un perro, que creo que ya no está. No lo sacan demasiado a la calle, pero al menos lo han hecho ya tres veces, porque en la escalera han aparecido excrementos en ese número de ocasiones, sin que se dignaran recogerlos.

Tener tan cerca de unos marranos de categoría especial hace muy difícil mantener mi hogar libre de insectos voladores y rastreros (no sigo hablando en sentido figurado de otras gentes de “más arriba”, sino de insectos reales). En verano se hace imprescindible mantener las ventanas abiertas en las horas nocturnas, cuando la temperatura ambiente puede refrescar el apartamento. Pero junto al fresco, y sigo utilizando los términos en su sentido estricto, entran los bichos. Cucaracha que entra, cucaracha que sale patas arriba (es la versión de “con los pies por delante” que se puede aplicar a estos insectos), lo que no quita para que me sigan provocando una repulsión absoluta.

De momento he recibido la visita de tres cucarachas, dos arañas y un buen número de mosquitos. Una de las arañas impresionaba con su tamaño y el grosor de sus patas. Llegué a tomarle una fotografía…

Supongo que, además de los guarros del noveno, la presencia de gaviotas del puerto, que buscan la terraza de mi edificio para descansar, influirá en la aparición de insectos.

lunes, 29 de junio de 2009

En Oslo y comparando

Entre las fotos que tomé en Oslo hace unas semanas hay algunas que me gustaría comentar. Empiezo por la siguiente:

En realidad es sólo media fotografía y está tomada en la principal calle peatonal de la capital noruega, junto a la Catedral, hacia las nueve de la noche. O debería decir de la tarde, porque en el mes de junio sigue siedndo de día hasta cerca de las once e incluso luego existe claridad suficiente para poder caminar tranquilamente por donde no exista iluminación artificial. Como prueba de ello muestro la fotografía del Parlamento de Noruega, que saqué con mi cámara a las 0:45 horas.

No sé cómo se hace para que las imágenes aparezcan tras pulsar alguna tecla, que es lo que necesitaría en este punto. Porque la idea es que la primera fotografía completa no se vea directamente, sino transcurrido un tiempo. Así que quien quiera verla ahora tendrá que mover el cursor hasta el final de este comentario. O, de lo contrario, seguir leyendo hasta que llegue a ese punto, que es la opción recomendada.

Tomé la fotografia por lo que supone de libertad personal para vestirse y ser como cada uno quiere. Esta persona, evidentemente, no molestaba a nadie y además pasaba desapercibida para casi todo el mundo. Sin embargo, eso no lo podría hacer en Argelia. Aquí no le dejarían en paz los viandantes y la policía le reclamaría los papeles. Claro que una broma en plena calle como la que me permití con una escultura de bronce tampoco es imaginable en Argelia. Ni con la escultura ni con una chica de verdad, por muy vestida que esté.

Me queda la duda de saber si se meterían con alguien vestido como el siguiente:


Supongo que le verían simplemente raro y se le quedarían mirando, pero nada más. Y, sin embargo, aquí va la fotografía final, se trata de la misma persona de la foto inicial, aquélla de la minifalda y las medias rotas, que para terminar muestro al completo.

domingo, 28 de junio de 2009

¿Volverá?

Cuando empecé a escribir este blog deseaba transmitir ilusión. No era ese el objetivo, sino mantener un contacto más continuo con los amigos y a la vez ofrecer una imagen de la realidad argelina no tan distorsionada con las noticias de bombas y atentados, que tampoco he escondido cuando se han producido. Me decía a mí mismo que vivo en Argel con ilusión por descubrir el país y sus gentes, porque es mi carácter y porque forma parte de mi trabajo y me gusta hacerlo bien. Y cuando se pone ilusión en algo, ésta se transmite.

Llevo un tiempo muy apagado. Tras el atentado de diciembre de 2007 sufrí durante unos meses un estado de miedo y angustia que creo que ya he superado. Pero el desencanto cuajó, se me fue yendo la ilusión y ahora sólo disfruto de momentos puntuales, no de la vida en Argel.

Es curioso, pero el contacto con gentes desconocidas que me localizaban por medio del blog y para las que yo sentí que resultaba útil me suministró durante unos meses el carburante para seguir conduciendo por esta ruta, pese a algún que otro inconveniente en el entorno laboral. También en ese campo el blog me ha servido para estar al tanto de asuntos que por mi posición de Analista de Mercado de la Oficina Comercial de España debería conocer, pero que no se me comunicaban. Resulta patético que alguien te cuente que viene a Argelia en una Misión Comercial organizada, que otro te diga que lleva unos días trabajando en el Centro de Negocios de la oficina o que me consulte algo que conozco y de lo que le han dado una respuesta incorrecta por no dejar que sea yo quien responda. Por eso rechacé la exigencia extemporánea de dejar de escribir en el blog, aun cuando el original “Vivir en Argel” falleció víctima de la censura y tuve que sustituirlo por el actual “Vivir en Argelia”.

Llevo ya bastantes meses de tratamiento psiquiátrico para superar la depresión. En noviembre pasado regresé al trabajo y sólo a finales de abril sufrí una recaída, que creía de superada. Pero ahora me encuentro otra vez al lado de la casilla de salida, con dos ataques de ansiedad en cuatro días y sin ilusión. Y también esto último me preocupa.

A ver cómo evoluciona. Yo le pido a la ilusión que vuelva a mi lado, que quiero disfrutar de la gente, de los lugares, del trabajo, incluso de la soledad.

sábado, 27 de junio de 2009

No photo

Tengo unas cuantas fotografías curiosas de mi último viaje a Praga y Oslo. Las de hoy son de Praga.

Ya había estado hace unos años, cuando acababan de salir del régimen comunista. El cambio es impresionante. La evolución en cuanto al ejercicio de las libertades públicas lo he comprobado al comparar los pequeños detalles con lo que sucede en Argelia.

Voy a poner un ejemplo. Aquí resulta complicado muchas veces sacar fotografías, porque está prohibido o, como me han dicho en alguna ocasión, "hay mujeres". Si la policía me ve tomando una instantánea de la sede de la Presidencia de la Repúbica lo mínimo que piensan es que soy un espía. Lo sufrí ya el viernes pasado, cuando me impidieron fotografiar la vista del puerto desde la Casbah, porque estaba al lado de una comisaría de policía. En Praga, sin embargo, la gente fotografiaba libremente el Palacio Real.

Como puede observarse, hay incluso quien se fotografía con el soldado que hace guardia, algo imposible en Argelia. Por eso, quise saber hasta dónde podía llegar sin "ganarme un guantazo" y parodié uno de los momentos inmortalizados por los cortos de Mister Bean, aquel en el que decide tomar una fotografía creativa de la guardia de la Reina. Yo no llegue a tanto, pero le puse casi la cámara en la cara al soldado.

No me llevé un guantazo, aunque quizás lo tenía más que merecido.

jueves, 25 de junio de 2009

A la luz de la luna

Tengo un mal día, que es algo peor que un mal momento. Son cosas que me pasan.

En este estado no controlo lo que escribo. Lo sé, me conozco. Así que lo mejor es colgar una foto tomado la otra noche desde mi terraza, con los barcos en el mar y la luna en el horizonte.

martes, 23 de junio de 2009

Cumplo dos años

Tal día como hoy, un 23 de junio, pero de 2007, me reincorporé a mi trabajo en la Oficina Comercial de España en Argel, después de bastante tiempo de ausencia.

En este tiempo el país ha evolucionado poco, pero no soy el más indicado para decirlo. Me ocurre como a los padres que ven día a día a sus hijos, sin notar cómo van creciendo hasta que llega uno de fuera y suelta la manida frase de "qué mayor está". He notado una mejora en los servicios, en el transporte, en las comunicaciones y en la distribución. El domingo por la noche, mientras esperaba nervioso un mensaje de móvil desde España me pase varias horas en la terraza de mi casa, contemplando el puerto. Y en ese lapso de tiempo salieron dos ferries y entraron otros dos, uno de ellos bastante lujoso. Y por fin pude ver una grúa moverse. Son pequeños detalles, que indican que algo se va avanzando.

Lo que no mejora ni creo que lo vaya a hacer es el sentido de la higiene. Lo de ser un guarro va en los genes de una parte de la población y el fatalismo heredado de los años de régimen socialista hace que nadie se rebele para confinarlos en la pocilga que les corresponde. En la escalera de mi edificio ya he encontrado dos veces restos de que alguien ha defecado allí, sin contar la cantidad de basura que se acumula entre las dos veces por semana que la mujer de la limpieza procede a realizar sin demasiado esmero su trabajo. Las dos veces que he llamdo a alguien la atención por tirar restos al suelo me han mirado con indiferencia, cuando no con el orgullo de sentirse molestos porque alguien de fuera venga a decirte lo que tienes que hacer.

Las costumbres sí están evolucionando. El pirateo, la falsificación, ha disminuido. En el mercado es más fácil encontrar productos de una economía globalizada que antes, aunque lo de los artículos light, bajos en calorías, desnatados o sin azúcar sigue siendo un nicho de mercado no cubierto, que no entiendo que nadie se haya lanzado a ocupar. El sábado estuve curioseando por las tiendas de ropa femenina de baño y comprobé que cada vez resulta más difícil encontrar bañadores completos, excepto modelos "abuela y gorda", que lo que se vende es biquinis, de dos piezas. Algo parecido ocurre con el resto de la moda femenina en general, porque se ve algún maniquí en los comercios con la ropa que se vende, más o menos la moda europea de hace dos años, mostrando la forma de llevarla, con el tiro muy bajo. En cuanto comiencen a llegar veraneantes de Francia, que es algo inminente, hay infinidad de chicas jóvenes argelinas que se vestirán de la misma forma, apoyadas en la fuerza de la masa.

No tengo muchas ganas de explicar dentro de dos años cómo ha seguido evolucionando todo. Creo que cuatro años seguidos en Argelia son demasiados.

lunes, 22 de junio de 2009

Aquí, allí

El texto que aparece a continuación lo escribí en la madrugada del sábado al domingo. Pero, como había olvidado el pendrive en mi oficina, ha tenido que esperar para ser publicado. Aún así, lo dejo tal y como lo redacté.

Se me acumulan los temas en la cabeza. Ahora que publico mis comentarios de una forma más espaciada, menos a menudo, las ideas siguen fluyendo a la misma velocidad y producen un efecto físico muy sencillo que explicar: si sale menos de lo que entra, el material se acumula dentro. Y “dentro” significa en la mente.

Prescindí casi absolutamente de narrar el día a día, que implicaba a otras personas que no siempre lo aceptaban de buena gana; peor aún, hubo quién pasó de agradecerme los comentarios y animarme a que le nombrara con más frecuencia a mostrarse molesto por mis comentarios en el blog. Yo creía que al limitar voluntariamente los post a cuestiones más relacionadas con el modo de vida en Argelia que con mi propia vida en Argelia iba a acabar agotando la temática. Pero, qué va, ni de lejos.

Este domingo debería contar mi fin de semana, con una visita que me ha hecho una estupenda compañía. O detallar el intento de humillación que en mi trabajo sufrí el otro día, causado indirectamente por alguien que últimamente se empeña en demostrarme su talla moral y que espero olvidar bien pronto. O la jornada de la lengua española vivida ayer sábado en el Instituto Cervantes de Argel. También, por qué no, lo que me ha costado encontrar un fontanero para arreglar el baño. Y, por encima de todo ello, debería describir cómo se está viviendo en Argelia una victoria contra Zambia del equipo nacional de fútbol, dentro de una liguilla de clasificación. Pero eso lo dejo para otra ocasión.

Había decidido colgar sencillamente la foto de la cabecera de la manifestación de ayer en Bilbao con la pancarta de “ETA NO”, para que sin necesidad de palabras quedara patente el desprecio que me merecen los terroristas. No he podido encontrar ninguna instantánea que pudiera descargar fácilmente y colgar del blog, así que tampoco es ése el tema del día en el blog.

El viernes por la noche recibí un mensaje al móvil. En realidad lo recibí antes, pero no lo leí hasta la noche. Desde aquel momento estoy con el cuerpo en Argel, pero la mente en otro sitio. No se lo he contado a nadie, sólo a quienes estaban presentes en la lectura poética de este sábado, cuando he justificado mi elección de las coplas de pie quebrado que escribió Jorge Manrique, que he dedicado a quien estaba y está en mi pensamiento.

sábado, 20 de junio de 2009

Taxi Wakf

Tengo un vecino que ha estrenado recientemente su condición de taxista. El hombre estaba muy contento, porque acababan de concederle el derecho a participar de una nueva compañía de taxis apoyada por el gobierno argelino.

En Argelia el medio de transporte más común es el taxi. En general es colectivo, utiliza rutas más o menos fijas y los pasajeros se suben y bajan en cualquier momento, dentro de ese trayecto, pagando una cantidad que sólo en distancias muy largas puede llegar a alcanzar el euro.

Fuera de esas rutas predeterminadas hay que recurrir a taxis no colectivos, que en teoría están obligados a usar taxímetro, pero que en la práctica intentan cobrar lo máximo posible al viajero. Con taxímetro, el coste puede ser aproximadamente el doble que en el taxi colectivo. Un desplazamiento de la ciudad al aeropuerto puede salir por menos de 3 euros, cosa que en la práctica nunca se da.

Como los taxis no colectivos eran difíciles de encontrar, un par de empresarios vio el negocio: disponer de una flota de taxis y crear un servicio similar al de radio-taxi. Las dos compañías buscaron todo tipo de posibilidades: vehículo propiedad de la compañía o del chofer, recaudación para la empresa, un mínimo fijo para la empresa, porcentaje de la recaudación… En el país del trapicheo era muy difícil que eso funcionara. Lo único seguro era cuando se exigía del conductor una cantidad fija diaria por pertenecer a la compañía y una renta por el vehículo si era propiedad de la empresa. Estos últimos taxis fracasaron pronto y las compañías de taxis se deshicieron de ellos. En cuanto a la cantidad fija mensual, tampoco funcionó. El servicio de radio-taxi ha funcionado muy mal porque todos los taxistas decían estar en las inmediaciones del lugar y luego tardaban media hora en llegar a recoger al cliente; en otras ocasiones se encontraban con alguien de camino y renunciaban a la carrera que se disponían a emprender, dejando al cliente a la espera. Con todo eso, muchas veces era mejor salir a intentar encontrar un taxi disponible. Como las llamadas al servicio de radio-taxi eran cada vez menos frecuentes, los taxistas obtenían la mayoría de su recaudación por sus propios medios, sin contar con el apoyo de la compañía a la que debían entregar una cantidad importante diaria. Lo más sensato e inteligente fue la solución que encontraron muchos de ellos: renunciar a formar parte de esa compañía y publicitar en el vehículo, en grandes caracteres, el número de móvil, para que los clientes les llamaran directamente.

Pese al fracaso de la iniciativa privada, ha surgido una nueva empresa apoyada por el Ministerio de Asuntos Religiosos, que en Argelia, país confesional, significa de asuntos islámicos, ya que los demás no contamos.

Como no soy musulmán ni me he criado en un ambiente de esa fe religiosa, mis conocimientos de cómo funciona el Islam están lleno de lagunas y mi relato contendrá a partir de este punto, que me meto en asuntos que no domino, aunque lo hago con buena intención, bastantes inexactitudes.

Una de las obligaciones de los musulmanes es dar limosna. También lo es de los cristianos (“ayudar a la Iglesia en sus necesidades”, decía literalmente el texto que me enseñaron de pequeño), aunque lo olvidemos con frecuencia. La ayuda directa al necesitado se llama algo así como “zakat” y en ocasiones la distribución se realiza por medio de las mezquitas. El Estado también distribuye unos fondos de ayuda al necesitado y lo hace por medio del Ministerio de Asuntos Religiosos, pero esto se asimila más con la donación que con la limosna y recibe el nombre de wakf. No tengo demasiada idea de cómo funciona, pero insisto en que es más bien similar a la donación para obras de caridad y es así como se han construido en la historia escuelas coránicas, hospitales, mezquitas, etc.

Recientemente se ha decidido aplicar estos fondos públicos al ejercicio de la actividad de taxista por parte de jóvenes con cargas familiares y pocos recursos económicos, necesitados de una mano amiga que les diera el empujón hacia el autoempleo. El wakf no es tanto la entrega del bien como del usufructo, así que el titular del vehículo sigue siendo el Ministerio de Asuntos Religiosos, pero que se desentiende del mantenimiento del mismo. Se ha creado una compañía de taxis llamada Trans Wakf, que ha facilitado los nuevos vehículos y que mediante una centralita, que aquí llaman un call center, envía al domicilio que lo solicita un taxi. El número al que hay que llamar, por cierto, es el 0-550.911.111.

Los taxis están nuevos, impecables. Tan nuevos que la foto que he tomado de uno de ellos me servirá otro día para otro comentario. La obligación de mantener el vehículo limpio y en buen estado se está cumpliendo. Y los taxis acuden realmente a las llamadas, según me cuentan.

Con todo, mi vecino no está tan contento como al principio. Se ha dado cuenta de que para salir adelante hay que trabajar muchas horas y que simplemente con las carreras que le soliciten a través de la centralita de radio-taxi no tendrá para comer.

viernes, 19 de junio de 2009

Por los suelos

He descubierto que cuando no tengo muchas ganas de escribir el mejor aliado que encuentro es la fotografía. Una, dos o tres imágenes sustituyen a otras tantos párrafos… y de los largos.

Tengo material gráfico de sobra para unos cuantos blogs, así que la dificultad está en seleccionar fotografías, recortarlas y adecuar su calidad a los requisitos de este lugar. Lleva su tiempo, más del que parece, pero cuando tengo demasiadas ideas en la cabeza y una pizca de ansiedad, que no me permite centrarme, la otra opción es no escribir.

Desde ayer estoy indignado, cabreado, enfadado, por una cuestión laboral, de mi trabajo. Lo que “el cuerpo me pide” es contarlo y divulgar cómo algún alto funcionario, con muchos años viviendo de amargar la existencia a los demás, gestiona el personal que tiene a su cargo. Que te impidan desarrollar tu trabajo y para eso te ninguneen es algo que no debería permitirse, pero en la administración pública se mira hacia otro lado cuando suceden estas cosas. Por eso, la opción más inteligente es morderse la lengua y contar hasta 74, de atrás hacia delante.

Y así, por eso, toca imagen. Está tomada por un amigo que sabe de esto mismo que estoy contando, solo que en el sector privado. El lugar de la foto es el puerto de Mers el Kebir, ligeramente al oeste de Orán. Fue en su día la mayor base militar soviética en el Mediterráneo occidental. Ahora está de capa caída. Aunque no es sólo la capa.

Como escribía antes, estoy bastante enfadado por una cuestión laboral y no tengo demasiadas ganas de explayarme en comentarios.

jueves, 18 de junio de 2009

Atentado en BBA

Como todo el mundo me va a preguntar por el "atentado de Argel" de ayer, creo que es mejor que me anticipe.

Para quien no lo sepa, la noticia, aún confusa, es que veinte gendarmes de una caravana compuesta por seis vehículos de escolta de unos ciudadanos chinos trabajadores de la autopista este-oeste, han muerto en un atentado en Mansoura, en la provincia de Bordj Bou Arreridj, a unos 160 kilómetros al sureste de Argel, entre Bouira y Setif.

Las primeras noticias llegaron a través de una agencia de noticias francesa, que se basó en infomaciones locales. Luego, dos periódicos en lengua árabe publicaron la información y un portal de noticias de Argelia se hizo eco a primera hora de la mañana de este jueves. El Gobierno lo ha confirmado a primera hora de esta mañana, cuando la noticia ya estaba en los teletipos internacionales, dando algunos detalles de la crueldad aplicada en el ataque terrorista.

Tengo que insistir, como siempre, en que esto no ha sucedido en Argel, la capital, sino en Argelia, en el país. La capital es un lugar bastante seguro, aunque somos conscientes de que la seguridad total no existe en ninguna parte del mundo. Con todo, el asunto, evidentemente es grave por varias razones. La primera, por el número de muertos. La segunda, porque sucede sobre la carretera nacional 5, más al sur de la Cabilia, en una zona que se considera segura. Y la tercera, porque atenta indirectamente contra las obras de la autopista este-oeste, donde no sólo trabaja la empresa china cuyos operarios no iban en el convoy afectado, sino también empresas de otros países, incluida alguna española.

Dicho todo eso, creo que no hay que sacar de contexto un simple atentado, como tantos otros que suceden por el mundo, que en nada nos afecta en este caso al normal discurrir de nuestra vida en Argel.

lunes, 15 de junio de 2009

Aquí, de pie

Contesto aquí, públicamente, a un mensaje privado que me ha enviado un amigo. Es en relación con mi post del pasado 5 de junio, titulado Rezar en la playa. No voy a facilitar pistas sobre este amigo, que conoce sobradamente Argelia, porque es donde ha nacido y donde vive. Le llamaré aquí Murad, nombre ficticio.

Me dice Murad que tenga mucho cuidado con lo que escribo, que lo puede leer un terrorista y convertirme en un objetivo. Transcribo casi exactamente lo que me dice:

Se va a la playa para tomar el sol, nadar y relajarse tomando helados. Pero, créeme, ese no es el punto de vista de alguna gente peligrosa aqui en Argelia. Sólo quería decirte que tengas cuidado, mi querido amigo, porque pueden querer asesinarte. No les dejes ganarte.

Mira, Murad, sé de sobra el miedo que la población le tiene a estos fanáticos asesinos. Creo que se debe más a todas las historias vividas en un pasado reciente que a su verdadera capacidad actual para seguir haciendo daño. Yo sé de una chica que en los años más duros del terrorismo era estudiante en una localidad cercana a Argel y se negó a ponerse el velo. Hizo frente a esa imposición, pese a que delante de sus ojos asesinaron a tres compañeras de estudios . Y su familia se despedía a veces de ella por la mañana con lágrimas en los ojos, aterrorizados ante la posibilidad de no volverla a ver con vida. Así, con esa fuerza interior, fue capaz de completar sus estudios sin rendirse ante el chantaje asesino.

Yo no corro ese peligro; mi riesgo es menor, aunque sé que existe. Pero sería muy cobarde por mi parte esconderme mientras otras personas sí se han jugado la vida en defensa de su libertad. Suelo decirles a las mujeres occidentales que vienen a Argelia que si yo fuera mujer no me pondría velo. Hay argelinas que viven en zonas rurales o en medios más integristas y que tienen que hacer cada día frente al desafío, arriesgando su vida, su familia. Mientras, una extranjera lo único que arriesga es escuchar frases desagradables o que le lleguen a lanzar cobardemente algún objeto en algo en la distancia; un precio comparativamente mucho menor que, por solidaridad, yo aceptaría pagar.

Lo mismo ocurre con otros temas que suelo tratar en el blog, que sé que no gustan a todos. Pero es mi opinion y no tengo por qué esconderla. Con amenazas, desde luego, no me calla nadie. Hay una frase muy célebre, "prefiero morir de pie que vivir de rodillas", que se ha asignado muchas veces al Ché Guevara, aunque él la tomo de la líder comunista española Dolores Ibárruri, La Pasionaria, y ésta a su vez del mexicano Emiliano Zapata. Sin nngún espíritu suicida ni coincidencia ideológica con algunos de ellos, te digo, Murad, que me apunto a la frase.

domingo, 14 de junio de 2009

Tras una semana de vacaciones

He estado unos días fuera de Argelia. Me pedí cinco días para viajar a Noruega, vía República Checa. De esa forma he disfrutado de una estancia de dos días en Oslo y otros tantos en Praga.

El regreso ha sido un tanto complicado. Tenían ya un billete abierto de Madrid a Argel con Air Algérie, pero no lo pude usar y opté por algo un tanto extraño: Madrid-Frankfurt-Argel. Y, si ya de por sí resultaba casi ridículo ese recorrido, el retraso en el vuelo de Lufthansa que salía de Madrid y la terquedad de los empleados del aeropuerto de Frankfurt para impedirme el tránsito entre dos terminales hizo que periera la conexión. Como había sido culpa de la compañía aérea, me han dado alojamiento en Frankfurt y billete para llegar a mi destino con una combinación que resulta hilarante: Frankfurt-Barcelona-Argel, este último vuelo con Spanair.

A todo eso hay que añadir los problemas con los sucesivos controles de los aeropuertos por los que he ido arrastrando mi "equipaje de mano" de seis bultos y más de 40 kilos.

Lo importante es que estoy en Argel y creo que muy curado de mi depresión, porque me siento no sólo feliz, sino con ganas de hacer cosas. A ver cuando viene alguien que yo me sé a fastidiarlo.

Yo contaría mi viaje a Oslo y Praga aquí, pero no quiero defraudar a los que me leen con la intención de conocer historias relacionadas con Argelia; de modo que, si cuento alguna cosa, intentaré que sea ofreciendo siempre una perspectiva relacionada con Argelia. De cualquier modo, alguno foto que otra ya caerá.

viernes, 12 de junio de 2009

Mi nuevo cuadro

Uno de los siete lugares de Argelia declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es la Casbah de Argel, nombre con el que se conoce a la ciudad antigua o medina, de origen turco.

No sé si hay muchos extranjeros que hayan estado en los siete lugares, pero yo soy uno de ellos. El más cercano a mi casa es el que comentaba antes, la Casbah, de manera que estos últimos meses me he espacilizado en ir conociendo poco a poco sus calles e investigando en sus gentes e historias. Creo que algún día de estos empezaré a escribir aquí sobre los diferentes lugares que merece la pena conocer.

En la calle de subida desde a baja Casbah hacia la alta Casbah han abierto ahora que empieza surgir erl turismo, trees sitios de venta de artesanía local. Suele huir de dos de ellos que son orfebres que mezclan trabajos propios con otros de troquel importados de Asia. El tercero es un artista que realiza cuadros en aluminio barnizado, si no me confundo de metal.

Hace poco acudí con la intención de comprar algo y tomé diferentes instantáneas. La primera es un plano general del lugar.
La segunda, la foto del cuadro elegido, que ya luce en la pared de mi casa.
La tercera es un detalle del que ya es mi cuadro, que refleja un lugar de Argel por el que siento especial predilección.
Y la cuarta corresponde al mismo lugar con el hueco dejado por mi cuadro, ante un aluvión de turistas, con su correspondiente guía. Los turistas, efectivamente, pertenecían a una delegación oficial de la Unión Africana.

jueves, 11 de junio de 2009

Air Cuscús

La primera imagen que se recibe de Argelia cuando se viaja al país no es la del aeropuerto de Argel, que está francamente muy bien, sino la del aeropuerto de origen. El apelotamiento de los pasajeros para facturar sin respetar la fila, o las enormes bolsas con todo tipo de trastos como equipaje de mano, que se pretende meter incluso bajo el asiento del compañero de viaje, son el preludio de la bienvenida al país.

La inmersión total se produce cuando se viaja con Air Algérie. Personalmente he de advertir que no le hago demasiados ascos, que al menos te dan de comer (excepto en Ramadán) y que las tarifas internacionales suelen resultar bastante competitivas.

Bueno, eso de que te "dan de comer" merece unas comillas. Es verdad que está mejor que en Iberia, que te cobra una simple bebida, bastante necesaria cuando se viaja; primero, porque las medidas de seguridad de los aeropuertos impiden traerla de casa; y segundo, por la sequedad de garganta que produce la compresión y descompresión (creo que le llaman presurización) de la aeronave cuando se vuela. Pero todo esto a Iberia le da igual: si quieres beber un simple vaso de agua, lo pagas (lo siento, Emilio, si lo lees, pero es la verdad). Los vuelos entre España y Argelia son intercontinentales hasta donde mis conocimientos de geografía alcanzan, pero la norma de Iberia de que incluye bebidas a bordo en vuelos intercontinentales salta por encima de Argelia. Personalmente desaconsejo viajar con Iberia, en igualdad de condiciones, para venir a Argelia. En mi caso, que vuelo hasta Bilbao, la mejor opción es Lufthansa.

Pero me he acabado yendo por los Cerros de Úbeda, allá por la tierra natal de mi amigo Ernesto, que estos días ofrece una conferencia en Argel sobre Max Aub, que me voy a perder. Decía que el menú a bordo de Air Algérie deja bastante que desear.
El tamaño de la aceituna, que además era de las pequeñas, puede servir de referencia para comparar el tamaño del resto de la comida, incluyendo un bocadillito de "sólo pan" y un minihojaldre de "sólo hojaldre". A cambio, no es inhabitual encontrarse restos dejados por el viajero dle vuelo anterior. Lástima que soy demasiado escrupuloso para estas cosas.

Lo más importante cuando se viaja en avión no es la comida, sino la seguridad. Así que tomé también una fotografía de la puerta de emergencia.
Una perla, ¿verdad? Limpieza, y seguridad al máximo nivel. Y ésta es de las que ganan en las distancias cortas. Vamos primero con el tirador para abrir la puerta en caso de necesidad.
¿Cómo se actúa en caso de emergencia? No lo sé, porque lo que esconde la tapa es una cuerdita fina, roja, que daba toda la impresión de estar rota. Por si acaso, no quise tocar demasiado; que una cosa es que la perta no se abra en caso de necesidad, algo que no me preocupa demasiado por las escasísimas posibilidades de salvarme de una catástrofe aérea saliendo por la puerta, y otra que se abra cuando no debe y en pleno vuelo.

El segundo detalle, de esos que llamamos "bienvenue en Algérie" es el de la señalización de la salida de emergencia con un trozo de esparadrapo pintado. ¿Alguien preguntaba por qué los argelinos llaman a su compañía aérea "Air Cuscús?

martes, 9 de junio de 2009

El Monumento

Hoy simplemente cuelgo aquí la foto que ya aparece en el margen derecho del blog. Sólo que así se ve más grande.
Supongo que todo el mundo lo ha identificado. Es el Monumento a los Mártires, Riad el Feth. Está situado en Madania o Golf, en la colina que se sitúa sobre la zona de Beluizdad. En los bajos del monumento está el Museo de los Mártires, del que ya escribi recientemente.

Es el edificio que figura en los billetes de 200 dinares y uno de lso símbolos d ela ciudad, porque es visible desde casi todos los sitios.

lunes, 8 de junio de 2009

Langosta

Una de las pequeñas satisfacciones de la vida de expatriado en Argelia es la posibilidad de compartir mesa y mantel entorno a una buena mesa, degustando un buen marisco exquisito, pocas veces al alcance de un españolito medio.

Hace unas semanas me di el gustazo de acudir a mi restaurante favorito, del que ya he escrito en alguna ocasión (ver aquí). Lo hice en muy buena compañía.

El menú incluyó una langosta enorme, que fuimos incapaces de terminar. Lo que sí que hice fue inmortalizar el momento para envidia de mis blogueros.
Y como un plano general impide disfrutar de la contemplación del detalle, amplío la parte más interesante de la foto.
Lo malo llegó con la factura. No tenía previsto tamaño exceso y tampoco soy de los que comprueban todo antes de salir de casa. En esta ocasión me habia acordado de la documentación, pero no de echarme a la cartera dinero suficiente para un ágape de este calado. Y, claro, no me llegó el dinero para pagar la factura.

Tengo que decir que se portaron de manera muy comprensiva, no tuve que pasarme los días siguientes fregando platos y además me ofrecieron dinero para que pudiera hacer frente a cualquier otro gasto.

Fui a pagar unos días más tarde. Y como me encontré con que d enuevo contaban con una marisco estupendo, de nuevo me quedé allí a comer (en este caso a cenar), aunque en esta ocasión sólo. Y me llegó para pagar.

domingo, 7 de junio de 2009

En familia

Hoy es el primer día de mis minivacaciones. Debería estar en Argel y trabajando, pero he solicitado unos días de vacaciones, que necesitaba. En realidad estaría exactamente igual, sin haber tomado el avión de vuelta a Argel, esperando a la cita médica de mañana; pero eso no lo sabía cuando pedí las vacaciones y además así no tendré que pedir justificante. Estoy disfrutando con tranquilidad de un agradable encuentro familiar. Y es que hoy, domingo 7 de junio, es el cumpleaños de mi padre.
No hace falta que diga cuántos años cumple. La foto lo delata.

sábado, 6 de junio de 2009

Otros valores

Un post que colgué el otro día, que hacía referencia a la mala educación de una persona que me indicaba que en su país debo hacer las cosas como él quiera, en una mezcla de esa mala educación con el orgullo argelino que tantas veces sale a relucir, ha dado lugar a más comentarios de lo que es habitual. He empezado a escribir un comentario propio para intervenir en la discusión y he visto que lo que quería expresar bien se merecía un post nuevo.

El tema va sobre referentes morales, virtudes y defectos.

Aunque creo que en España se vive mucho mejor que en Argelia, que la sociedad española es más justa, más tolerante, más respetuosa y, en definitiva, más desarrollada, el precio que hemos pagado se comprueba muchas veces en el día a día argelino, al vivir la diferencia en el trato personal y humano.

Quizás este término, "humano", resulte clave, porque nos hemos deshumanizado. Pongo un par de ejemplos.

El núcleo de la sociedad argelina es la familia, cuyo principal defecto es que resulta muy sexista. El respeto a los mayores es fundamental. Enviar a un abuelo a un centro de la tercera edad es impensable, un acto de egoísmo para con quien ha dedicado sus años jóvenes a educar a sus vástagos. Nadie se plantea no condicionar su vida diaria a las necesidades de sus mayores. Además, la persona de mayor edad ejerce como tal una autoridad moral sobre los demás y su opinión es escuchada y respetada. En algo tan importante como el matrimonio, a nadie se le ocurre casarse si sus padres se manifiestan en contra (en la actualidad los padres de las zonas urbanas no se suelen oponer, de todas formas, a la libre decisión de sus hijos en este terreno).

Una persona sin recursos, con problemas, es acogida sin ninguna duda en cualquier familia. Tener un primo o un tío que vive en una localidad es tener allí un techo seguro el día que haga falta. Si la casa es pequeña, se aprietan; pero no se usa como excusa. Si hay poco dinero para comer, las raciones se reducen; pero la hspitalidad es de corazón.

Esto es parte de lo que hemos perdido y que en Argelia aún se sigue viviendo. Espero que en este terreno no cambien, aunque desgracuadamente los malos hábitos son los primeros que se contagian.

Tenía la ntención de escribir algo más, pero creo que la reflexión es suficiente.

viernes, 5 de junio de 2009

Rezar en la playa

Tomé las imágenes que ilustran este comentario de hoy en la zona de la playa de Raïs Hamidou (Rais Hamidú) un viernes del mes de mayo, cuando padecimos una ola de calor. Las publico ahora que no estoy en Argelia.

En esta primera puede percibirse una imagen global de la zona de playa. Las casas llegan hasta el mismo acantilado e incluso los desagües de algunas de ellas desembocan en la playa. Aunque la imagen de las viviendas podría recordar a Cadaqués, me temo que el único parecido está en las escaleras encaladas.

Puede sorprender que la gran mayoría de los bañistas se apile en la cala con mayor cantidad de basura, mientras que la otra permanece prácticamente vacía. Pero tiene una explicación.

La segunda fotografía es un detalle de la cala de la izquierda, donde se acumula la gente. Puede verse que existe una mayoría de niños y también algunas mujeres, vestidas o con pañuelo en la cabeza. Es una playa con muchas rocas, peor que la otra; pero, sin embargo, es donde se sitúa la gente.

La tercera fotografía es un detalle ampliado de la playa de la derecha. Puede verse como un imán se ha presentado a celebrar “catequesis” en la playa. Una bonita forma de echar a la totalidad de los vecinos que deseaban disfrutar de un día de playa. Los que ya estaban se van por miedo; los que llegan evitan el lugar por respeto a la intimidad de los que ya estaban. El concepto de miedo se entiende fácilmente en una sociedad en la que los integristas islámicos han asesinado a muchos miles de personas en las dos últimas décadas. Nadie se atreve a hacerles frente y todo el mundo ha asimilado que lo mejor es no meterse en problemas. El que no entiende el concepto de “respeto” soy yo. Sé que si llegara allí y me situara al lado la mayoría de los argelinos lo vería como una falta de respeto mía, no por la parte de quienes han decidido ocupar un espacio público para un uso exclusivo y excluyente.

Acudir a rezar a la playa es una agresión y una provocacion para conseguir que a las mujeres les siga vetado socialmente el bañarse en las mismas condiciones que los hombres. Nade lño dice abiertamnete, pero esa es la voluntad real de esas personas, que instrumentalizan la religión y la fe para atentar contra los derechos de los demás, ante la impunidad que un gobierno de paños calientes les concede. Estas acciones me producen sencillamante repugnancia.

Con la ley en la mano, el acto realizado por este imán y sus secuaces es una infracción de la legislación argelina, que prohíbe el culto religioso fuera de los espacios legalmente establecidos para ello. Esa ley se ha esgrimido como argumento contra el culto cristiano, al no reconocer los centros de culto protestante como iglesias y perseguir así cualquier acto organizado por las iglesias protestantes en la región de la Cabilia. También convendría recordar que un sacerdote católico ha sido perseguido, encarcelado y expulsado por celebrar una misa para inmigrantes del África negra cerca de Orán. ¿se atreverán a encarcelar al imán de las fotos?

jueves, 4 de junio de 2009

Algunas diferencias

Me preguntaban por las diferencias entre Argel y Bilbao. Creo que voy a responder de forma indirecta, pero clara.

Estoy escribiendo desde un cibercafé de Bilbao, en la calle San Francisco. Las siete u ocho personas que me rodean son de confesión islámica, excepto un gitano con acento andaluz. Mi vecino de ordenador, a mi izquierda, está hablando por Skype en árabe. Supongo que será marroquí, porque apenas le entiendo.

En este ambiente tan poco diferente en apariencia al de Argel, el cambio es como del agua al vino. Bueno, al zumo, para que nadie se sienta ofendido. El teclado del ordenador funciona, las teclas se leen; la velocidad de conexión es más que aceptable; hay un baño que está simplemente limpio y sin charcos de agua en el suelo. Y el espacio resulta suficiente para todos.

Al cibercafé he venido en bicicleta y sin necesidad de jugarme en exceso la vida por la calzada. La he aparcado a la entrada y lo normal es que cuando salga siga allí, pese a tratarse del barrio de San Francisco.

Esta tarde se celebra en la calle del Perro lo que se llama algo así como "txakoli eguna" o "txakoli festa", que es una muestra de chacolí, un vino local. La gente probará diferentes vinos en la calle, acompañándolo de algo de embutido. No podré acudir, porque a la misma hora me han invitado a una entrega de premios en el Palacio Euskalduna.

Podría seguir, pero es que la sóla descripción de lo que es normal casi es motivo de depresión. Como anécdota puedo contar que como sólo llevo día y medio fuera de Argelia me siguen llamado la atención las ropas femeninas, que cubren tan poca carne...

miércoles, 3 de junio de 2009

En Bilbao

Estoy en Bilbao. Llegué anoche, porque hoy tenía cita con el médico. Me acaba de recibir y parece que estoy mejor. Ahora me falta que el médico de cabecera me reciba y autorice a regresar a mi trabajo. Creo que esta vez será sencillo,porque hace un mes a punto estuve de volver a vivir la historia de la baja laboral.

Nada más llegar, los amigos me envían comentarios sobre un atentado bastante sangriento en Argelia. No sirve de nada que les explque que eso ocurre en la región de la Cabilia. Supongo que son los mismos que no irían a Brasil por si tienen que regresar en avión.

En Argelia el interés político se centra en la figura de Said Buteflika, el hermano pequeño del Presidente, que ya gobierna en al sombra por la enfermedad de su hermano y no oculta su ambición de relevarle en el poder. Sesupone que en los próximos meses su figurará sehará más conocida a escala nacional, como fórmula para amañar las siguientes elecciones de la misma forma que las tres anteriores.

A mí me tocaría regresar el martes que viene a Argel. De hecho, tengo ya billete de autobús para el lunes viajar a Madrid, trasla cita con el médico. Pero voy a pedir unos días de vacaciones. La sensación de tranquilidad que respiraba en Bilbao esta mañana, circulando en bicicleta para visitar los jardines de una exposición que se desarrolla en diferentes sitios de la ciudad... eso no tiene precio.

lunes, 1 de junio de 2009

Mi tercer mes de junio

Ya terminó el mes de mayo. En Argel es probablemente el mes más bonito del año, porque apenas llueve, pero los campos permanecen verdes por las lluvias caídas en meses pasados. Hace calor, pero no resulta sofocante, si bien es verdad que sufrimos durante cinco días un viento sur muy asfixiante. Hay muchas horas de luz, que en una ciudad como ésta se agradece especialmente. Y acaban los cursos en al universidad y en los institutos, sinónimo de menos atascos por las mañanas.

A partir de ahora, en junio, se transformará la ciudad. Desde hace unos años la vestimenta femenina se ha occidentalizado en verano, para adaptarse un poco a la que llevan los argelinos que viven en Francia, que comienzan a llegar para pasar con sus familiares el estío. Resulta curioso observar cómo la ropa con tirantes y los biquinis en la playa va ganando terreno a las túnicas oscuras y los bañadores sobre los que se visten otras ropas para entrar al agua.

Va ser mi tercer verano, con matices. El del 2007 lo viví recién llegado y el del 2008 lo pasé enfermo. Creo que en dos años he ido sólo tres veces a la playa. Así que espero este verano del 2009 con una cierta ilusión.