Tomé las imágenes que ilustran este comentario de hoy en la zona de la playa de Raïs Hamidou (Rais Hamidú) un viernes del mes de mayo, cuando padecimos una ola de calor. Las publico ahora que no estoy en Argelia.
En esta primera puede percibirse una imagen global de la zona de playa. Las casas llegan hasta el mismo acantilado e incluso los desagües de algunas de ellas desembocan en la playa. Aunque la imagen de las viviendas podría recordar a Cadaqués, me temo que el único parecido está en las escaleras encaladas.
Puede sorprender que la gran mayoría de los bañistas se apile en la cala con mayor cantidad de basura, mientras que la otra permanece prácticamente vacía. Pero tiene una explicación.
La segunda fotografía es un detalle de la cala de la izquierda, donde se acumula la gente. Puede verse que existe una mayoría de niños y también algunas mujeres, vestidas o con pañuelo en la cabeza. Es una playa con muchas rocas, peor que la otra; pero, sin embargo, es donde se sitúa la gente.
La tercera fotografía es un detalle ampliado de la playa de la derecha. Puede verse como un imán se ha presentado a celebrar “catequesis” en la playa. Una bonita forma de echar a la totalidad de los vecinos que deseaban disfrutar de un día de playa. Los que ya estaban se van por miedo; los que llegan evitan el lugar por respeto a la intimidad de los que ya estaban. El concepto de miedo se entiende fácilmente en una sociedad en la que los integristas islámicos han asesinado a muchos miles de personas en las dos últimas décadas. Nadie se atreve a hacerles frente y todo el mundo ha asimilado que lo mejor es no meterse en problemas. El que no entiende el concepto de “respeto” soy yo. Sé que si llegara allí y me situara al lado la mayoría de los argelinos lo vería como una falta de respeto mía, no por la parte de quienes han decidido ocupar un espacio público para un uso exclusivo y excluyente.
Acudir a rezar a la playa es una agresión y una provocacion para conseguir que a las mujeres les siga vetado socialmente el bañarse en las mismas condiciones que los hombres. Nade lño dice abiertamnete, pero esa es la voluntad real de esas personas, que instrumentalizan la religión y la fe para atentar contra los derechos de los demás, ante la impunidad que un gobierno de paños calientes les concede. Estas acciones me producen sencillamante repugnancia.
Con la ley en la mano, el acto realizado por este imán y sus secuaces es una infracción de la legislación argelina, que prohíbe el culto religioso fuera de los espacios legalmente establecidos para ello. Esa ley se ha esgrimido como argumento contra el culto cristiano, al no reconocer los centros de culto protestante como iglesias y perseguir así cualquier acto organizado por las iglesias protestantes en la región de la Cabilia. También convendría recordar que un sacerdote católico ha sido perseguido, encarcelado y expulsado por celebrar una misa para inmigrantes del África negra cerca de Orán. ¿se atreverán a encarcelar al imán de las fotos?
viernes, 5 de junio de 2009
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