No sé cuántas veces habré oído decir que no valoramos lo que tenemos hasta el día que lo perdemos. Todos sabemos que es verdad, pero que no aplicamos a lo que seguimos teniendo. Quizás por eso el consejo que me dieron de viajar y salir para superar la depresión estaba muy bien pensado. No sólo me está permitiendo sacar las obsesiones de mi cabeza, sino que empiezo a valorar aquello que por formar parte del día a día de Argelia no le doy valor, pero que ahora añoro.
En esta ocasión me refiero al clima. En mis peores momentos, en el mes de junio, había gente que me decía que estaba gozando de un buen clima como factor positivo que debería ayudarme a remontar la moral. Y era verdad, hacía un tiempo estupendo, pero yo lo disfrutaba y además había pasado a formar parte de la rutina que no se valora.
Peter, un amigo, me ha conseguido una estancia de tres días en Hamburgo, en el norte de Alemania, de la que acabo de regresar. Allí escribí unas líneas para ayudarme a meditar, que ahora publico. Yo me presenté con la ropa que metí en la maleta en Argel y alguna cosa más que me he comprado en previsión de una climatología menos favorable. Pero me encuentro con una ciudad sumida ya en el otoño, que aquí significa estrictamente el preludio del invierno; las gentes paseando por las calles con ropa de abrigo; y un cierto aroma previo a la Navidad. En la televisión alemana compruebo que mientras en Argel la temperatura máxima prevista es de 28 grados, en Hamburgo es de 12. Si a ambas temperaturas les restamos unos diez grados a partir del anochecer, es evidente que salir a la calle por la noche en Hamburgo requiere de un valor y unas prendas de abrigo de las que carezco.
Últimamente no me daba cuenta en Argel de la suerte que tenemos de vivir en un lugar de clima realmente templado, en el que en octubre salen muchos días de esos que se denominan “de playa”. Incluso más adelante, en noviembre, diciembre, enero, he visto en Tipaza que el tiempo permitía desprenderse de casi toda la indumentaria.
Ahora tengo que proponerme la forma de disfrutar de eso. Se me ha pasado la primavera sin disfrutarla, no he realizado casi ningún viaje por el país desde enero, quitando Bou Saada con Ismael y Orán con Marta. Y para vivir a gusto en Argelia necesito salir y empaparme de la vida argelina.
sábado, 27 de septiembre de 2008
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1 comentario:
Y otra vez, seras el bienvenido en tu segundo pais!
Ves lo bonito que es este pais mediterraneo?! ves como el clima argelino nos da ganas de vivir ,de aprovechar de cada instante?!
No sé si me entiendes pero es por eso que a veces sientes una cierta rabia de mi parte al leer mis comentarios quejandome de cosas desagradables causadas por mis compatriotas! : me da pena que aqui en Argelia la gente no sepa aprovechar del maravilloso sol que personalmente me da una energia que ni siquiera se va cuando él se acueste!
Si que tenemos que disfrutar del buen clima argelino! tienes que salir! sabes? mi familia y yo casi nos es imposible quedar en casa :sea estamos fuera trabajando sea salimos en barco u otro ...pero aprovechamos al maximo! Este aire puro que respiro, este viento que me acaricia los cabellos admirando el paisaje al viajar hacia "Stidia", Mostaganem "y "Oran" me hace soñar,desarrola mas mi espiritu de imaginacion y facilita mi redaccion!
Ness
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