En el Aeropuerto Internacional de Argel se ha notado la actividad veraniega. No ha sido en la limpieza, todo sigue tan limpio como siempre. No es ironía, sino absolutamente cierto; el personal de limpieza pasa continuamente recogiendo la suciedad que encuentra en el suelo e incluso los baños se limpian cada pocos minutos.
Donde se nota es en el movimiento de gente y en los taxis. Han enido tanto trabajo que no se peleaban tanto por los clientes o contra los ilegales, los llamados clandestinos. Incluso han intentado subir la tarifa del transporte hasta la ciudad. En condiciones normales cobran 1.000 dinares por el desplazamiento a algún punto de Argel, que se puede dejar en 800 dinares si se negocia y no supone un gran desplazamiento por las calles de la ciudad. En el mes e agosto ha sido muy difícil que un taxista aceptara realizar una carrera por menos de 1.200 dinares.
El del 2008 está siendo un verano muy bueno para los taxistas. La ley complementaria de la Ley de Presupuestos Generales del Estado ha introducido un nuevo impuesto a la adquisición de vehículos nuevos de motor. Mucha gente que había hecho muchísimos números para saber si podía endeudarse en la compra de un coche nuevo ha tenido que desistir al ver qe el prcio había subido de repente entre 500 y 1.500 euros. Seguirán sirviéndose del taxi y del transporte colectivo. Del metro todavía no, porque pese a las promesas de que entraría en funcionamiento este año ya circula el rumor del nueve de septiembre del año próximo, que será 9-9-9, un miércoles de Ramadán, a las nueve de la mañana, como viaje inicial. Quizás sea para imitar los ochos de la jornada inaugural de los Juegos Olímpicos de Pekín, pero mientras que el ocho es el número de la buena suerte para los chinos, el nueve no significa nada especial para los argelinos. Yo lo publico un año antes, por si sirve de algo.
miércoles, 3 de septiembre de 2008
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