Cuando llegu� a Argel, hace seis meses, lo primero que tuve que hacer fue buscar alojamiento. Se me acababa de retirar el derecho a vivir en un edificio alquilado por la Embajada de Espa�a a la de Bulgaria para los empleados espa�oles. Se trata de una decisi�n administrativa o pol�tica de dif�cil justificaci�n humana, que en absoluto comparto, m�s a�n cuando el edificio est� infrautilizado. Nuestras autoridades aconsejan a los espa�oles que extremen las medidas de seguridad en el pa�s, pero no ofrece ninguna protecci�n a una parte de sus empleados. Desde entonces, tanto yo como los nuevos becarios hemos tenido que buscar vivienda por la ciudad, sabiendo que nuestros emolumentos no nos permiten alquilar una villa, sino que tenemos que vivir en un piso de vecinos, donde todo el mundo acaba sabiendo qui�n eres y careces de toda protecci�n. M�s a�n, sabiendo que vivo en Ben Akn�n, a fecha de hoy nadie me ha preguntado si mi vivienda sufri� alg�n da�o en el cercano atentado del 11 de diciembre, m�xime cuando el veh�culo que explot� hubiese pasado inexorablemente por delante de mi ventana tres minutos despu�s si no llega a explotarle el cargamento cuando activ� el detonador.
Esa es la realidad de las garant�as de seguridad que la administraci�n espa�ola nos ofrece, pero no lo que quer�a comentar en el blog. Indudablemente, yo vivo mucho m�s c�modo en mi apartamento, rodeado de vecinos argelinos, de lo que pod�a hacerlo en un piso sometido a medidas de seguridad y con control de mis entradas y salidas con un responsable de seguridad que ya sin ser vecino del edificio me ha buscado alg�n problema.
Explicaba que al llegar tuve que optar por dormir en alg�n sitio y el lugar elegido fue el Hotel El Djazair. Para mi es el hotel de Argel que ofrece mejor relaci�n calidad-precio. No es el mejor, ese honor se lo pueden disputar el Sofitel y el Sheraton, pero cuesta menos la mitad que cualquiera de �stos y conserva un encanto especial. Uno de los lujos al alcance de casi todos en Argel, entre los meses de febrero y septiembre, es tomarse algo por la tarde en su cafeter�a al aire libre, bajo los jazmines, que llenan de su aroma todo el entorno. Adem�s, es su estilo morisco el que le da un car�cter muy especial. O la piscina, que en invierno se cubre, como se ve en la fotograf�a, pero que en verano se convierte en un espacio al aire libre en el que pasar una agradable tarde.
Otra ventaja del hotel El Djazair es que est� muy c�ntrico, desde �l se puede ir a pasear por el centro y salir de compras por Didouche Mourad, la principal calle comercial de la ciudad. Sin embargo, el principal problema que yo le encuentro es el precio. Los hoteles son caros en Argel, �ste viene a costar unos 150 euros diarios, m�s que el salario m�nimo de un mes entero de trabajo en Argelia y m�s tambi�n de lo que yo iba a ganar. As� que s�lo me pudo permitir alojarme en mi hotel favorito los tres primeros d�as de estancia, gast�ndome el sueldo de una semana. Ahora me limito a utilizar el fitness, que incluye piscina, gimnasio, sauna, hamm�n y jacuzzi. De eso escribir� otro d�a.
Esa es la realidad de las garant�as de seguridad que la administraci�n espa�ola nos ofrece, pero no lo que quer�a comentar en el blog. Indudablemente, yo vivo mucho m�s c�modo en mi apartamento, rodeado de vecinos argelinos, de lo que pod�a hacerlo en un piso sometido a medidas de seguridad y con control de mis entradas y salidas con un responsable de seguridad que ya sin ser vecino del edificio me ha buscado alg�n problema.
Explicaba que al llegar tuve que optar por dormir en alg�n sitio y el lugar elegido fue el Hotel El Djazair. Para mi es el hotel de Argel que ofrece mejor relaci�n calidad-precio. No es el mejor, ese honor se lo pueden disputar el Sofitel y el Sheraton, pero cuesta menos la mitad que cualquiera de �stos y conserva un encanto especial. Uno de los lujos al alcance de casi todos en Argel, entre los meses de febrero y septiembre, es tomarse algo por la tarde en su cafeter�a al aire libre, bajo los jazmines, que llenan de su aroma todo el entorno. Adem�s, es su estilo morisco el que le da un car�cter muy especial. O la piscina, que en invierno se cubre, como se ve en la fotograf�a, pero que en verano se convierte en un espacio al aire libre en el que pasar una agradable tarde.
Otra ventaja del hotel El Djazair es que est� muy c�ntrico, desde �l se puede ir a pasear por el centro y salir de compras por Didouche Mourad, la principal calle comercial de la ciudad. Sin embargo, el principal problema que yo le encuentro es el precio. Los hoteles son caros en Argel, �ste viene a costar unos 150 euros diarios, m�s que el salario m�nimo de un mes entero de trabajo en Argelia y m�s tambi�n de lo que yo iba a ganar. As� que s�lo me pudo permitir alojarme en mi hotel favorito los tres primeros d�as de estancia, gast�ndome el sueldo de una semana. Ahora me limito a utilizar el fitness, que incluye piscina, gimnasio, sauna, hamm�n y jacuzzi. De eso escribir� otro d�a.
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