Cuando llegu� a la Oficina Comercial de Argel me encontr� con seis becarios: Jorge, Jes�s, Javi, Carlos, Ismael y Jose. Pronto se fue Jose, que hab�a conseguido hacer realidad su sue�o de proseguir sus estudios en China Despues, a finales de septiembre, se fueron los cuatro becarios ICEX, qued�ndome solo con Ismael, becario de la C�mara de Santiago de Compostela.
Es dif�cil toparse en la vida con personas del car�cter de Ismael. Afable, amigo de sus amigos y hasta de los simples conocidos, desde el principio me sorprendi� su tremenda virtud de llevarse bien con unos becarios que apenas se hablaban entre s�. �l lo hac�a con todos y adem�s cada uno le consideraba su amigo. Esa cualidad la ha vuelto a poner de manifiesto con los dos nuevos becarios ICEX, Erika y Mariano, a los que ha sabido orientar y apoyar cuando le han necesitado y lo cuentan entre sus amigos.
Lo que m�s me ha llamado la atenci�n de Ismael, sin embargo, ha sido su profesionalidad en todos estos meses. En junio yo era un reci�n llegado que apenas sab�a nada del fncionamiento de la oficina, m�s all� de lo que me ense�aban Jorge y Javi. Cuando �stos se fueron, asumi� su papel de decano y me fue orientando, con mucho tacto y sin hacer ruido, cada vez que algo se me escapaba, mientras �l segu�a preparando de manera exquisita la Misi�n Comercial de la C�mara de Santiago y las dem�s labores que le iban encomendando. Se ha tomado con mucho inter�s cada una de las Misiones Comerciales que ha preparado, inform�ndose a fondo sobre cada empresa y haci�ndolo absolutamente todo, incluso registrando �l mismo los documentos que generaba. Se ha converido en todo un experto en alguno de los productos que ha ayudado a introducir, como los palets o las orde�adoras.
Con motivo del fin de Ramad�n nos fuimos juntos de viaje a T�nez, por carretera, visitando algunos de los monumentos argelinos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En plenos preparativos se nos unieron tres personas m�s y as� acabamos cinco en un coche que no estaba en condiciones para ese trote. Ello acarre� momentos de tensi�n, malos humores y que, finalmente, s�lo Ismael y yo atraves�ramos la frontera. Las 24 horas que pasamos juntos, solos, son las m�s divertidas de toda mi estancia en Argelia. No paramos de reirnos y hasta me tem� que en la frontera nos detuvieran por desacato a la autoridad, dados los extremos a los que llev�bamos nuestra chufla mientras esper�bamos la escolta de regreso a Argel.
La beca de Ismael en Argel concluy� el pasado 11 de diciembre. Y lo hizo tr�gicamente, puesto que la jornada laboral fue interrumpida por un atentado terrorista de sobra conocido. Su despedida de Argel fue dos d�as despu�s, jueves, en vuelo de Iberia. Erika y yo tuvimos el privilegio de hacer junto a �l este viaje.
Ahora Ismael est� buscando trabajo. Lo absurdo de nuestro mercado laboral hace que una persona como �l pueda estar durante unas semanas ociosa, buscando empleo, cuando ha demostrado sobradamente su val�a personal y profesional en los once meses que ha trabajado en Argel. Recientemente se present� a las pruebas para ser Analista de Mercado en la Ofcomes de Dakar, Senegal. No lo dud� un momento para viajar hasta all�, tras ponerse las vacunas correspondientes. Finalmente qued� segundo y la Ofcomes de Dakar se ha perdido la gran oportunidad de contar con un Analista de Mercado excepcional.
Me va a costar cubrir el vac�o que deja Ismael. Somos muy diferentes en la forma de pensar, yo excesivamente impulsivo y �l voluntariamente tranquilo, y no hemos llegado a compenetrarnos del todo. No es el caso de Erika, que no lleva ni tres meses y nos entendemos de maravilla incluso cuando discutimos y nos tenemos un gran aprecio personal. Con Ismael es muy dif�cil discutir, porque s�lo lo hace si tiene toda la raz�n y es absolutamente necesario. Con su actitud se ha convertido en un referente de c�mo enfocar positivamente la estancia en Argelia y saber sacarle provecho.
Yo s� que alg�n dia coincidiremos en otro lugar. O, por qu� no, en Argelia. Hasta entonces, Ismael, te deseo de todo coraz�n toda la suerte que un caballero como t� merece.
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