domingo, 4 de enero de 2009

Querida Argel

Buenos noches, Argel. Ya he vuelto. Esta vez no ha sido la mía una ausencia por enfermedad, como la de todas esas semanas que estuvimos separados de julio a octubre pasados. No, simplemente que en Navidad me gusta estar con mi familia y mis amigos en un ambiente que aquí no se puede vivir. No te lo tomes mal, es verdad. Ya sé que te engalanas en estas fechas con luces que recuerdan ligeramente, menos de lo que tú te crees, a las de mi ciudad; que también se celebra el fin de año, aunque salir a la calle parece reservado para los hooligans locales; incluso la Misa de Navidad es emitida por la radio argelina a toda la nación. Pero no es lo mismo. No, no echo en falta el árbol de Navidad, aunque también, sino un sentimiento común que llamamos el espíritu navideño, que se transmite estando cerca de amigos y familiares. Mira, es como si a uno de tus casi cuatro millones de habitantes le invitas a vivir la fiesta del cordero en la gran celebración que para los musulmanes se organiza todos los años en Bilbao, creo que en el polideportivo de La Casilla.¿A que no es lo mismo? Eso me ocurre a mí, son fechas para disfrutarlas en familia, con mi familia.

No te voy a contar, Argel, en qué ha consistido mi familia en Navidad, porque lo describí hace un par de semanas en este mismo blog. Pero seguro que quieres saber cómo me ha ido.

Casi no he salido de Bilbao, quitando una excursión en tren a Miranda. Ha sido un error de cálculo, debería haberme escapado del 27 al 31 a algún lugar, aunque bien es verdad que tampoco tenía adónde ir y de hacerlo tenía que ser para visitar a alguien querido, no viajar por viajar. Así que he estado en mi casa casi todo el tiempo; eso sí, dormí en la de mis padres cuatro noches. La primera semana hacía un frío helador. Coincidió con la visita de una amiga que se habrá llevado una impresión muy equivocada del clima bilbaino. Luego la cosa cambió y hasta me he permitido vestir de manga corta. Lo que no hemos visto es la lluvia, y creo que quince días sin una gota de agua en pleno invierno augura una época de sequía.

Lo he pasado bien, pero esa necesidad mía de sentirme siempre acompañado me ha jugado alguna que otra mala pasada. Acabo agotando a la gente que me quiere, pero desgraciadamente me doy siempre cuenta de ello demasiado tarde.

En Nochevieja salí después de las uvas. Y he tenido un sueño. Te lo cuento, a ver si me lo puedes interpretar. Yo no había soñado nunca con despertarme, no ya un día sino un año, con la persona amada para compartir unas fresas con chocolate y un conocido champán francés al que no voy a hacer publicidad. Significa algo, seguro, La fresas con chocolate las probé por primera vez en Nueva York hace unos meses; y lo de que el champán sea francés puede significar que hay que repetirlo y mejorarlo, hacerlo realidad, en París.

Perdona, Argel, me estoy desviando del tema. Quería decirte que me ha costado mucho esfuerzo regresar. Al limpiar y cerrar mi casa me di cuenta de que ya me estabas esperando, que me arrancabas de un periodo inacabado. Y se me vino el mundo encima. Todavía no me he recuperado. Una noche en autobús desde Bilbao no ha servido de gran cosa en ese sentido. Y la mañana lluviosa madrileña tampoco.

Del viaje en avión, ¿qué te voy a decir? Primero no me dejaban embarcar, decían que yo no había utilizado el billete de ida y que por lo tanto el regreso había sido anulado. Por una vez conservaba el ticket del viaje de ida en la fecha en la que había sido adquirido, sin cambios, aunque no hizo falta demostrarlo porque Isabel, que debe llevar ya toda la vida en Air Algérie de Madrid, me lo solucionó con gran eficacia. No fue la única dificultad. Que los controladores de vuelo de Barajas te tengan más de una hora metido en el avión para demostrar lo importantes que son y así justificar nuevas subidas de sueldos debería ser contestado con la formación de muchos más controladores y conseguir así que deje de ser un cuerpo elitista. Pero tú de eso no tienes la culpa.

Sí la tienes de lo ocurrido luego. Y te quiero comentar dos detalles. El primero, que no me ha gustado, es que me recibas con tantas lágrimas. Nada más salir del aeropuerto has comenzado a descargar lluvia. Para mí ha resultado un pequeño inconveniente, porque has vivido mis depresiones y nada hay como la lluvia para recaer en ellas. Pero es que en el aeropuerto he dejado a Fátima y a César y los pobres no te conocen todavía. ¡Qué triste impresión se habrán llevado!

El detalle bonito ha sido ese texto que dice simplemente “2009”, iluminado, en el Hotel Aurassi. Lo puedo ver incluso desde mi casa. La fotografía que adjunto está tomada en mi terraza.

He intentado tomar otras fotografías tuyas desde mi atalaya, pero con tanta lluvia no se veía nada. Y cuando te has enjugado las lágrimas ya era de noche. Adjunto una foto de cómo veo tu puerto por la noche. Sólo se distinguen puntos de luz, ¿verdad?
He regresado a ti para separarme bien pronto. Me han limitado el disfrute de las vacaciones anuales del año 2008 hasta este próximo quince de enero. Podía haber continuado por España hasta esas fechas, porque me quedan bastantes días sin tomar, pero he optado por hacerte una visita de una semana y aprovechar más tarde alguno de esos días no disfrutados. Ni te imaginas la cantidad de dinero que me llevo dejando en los últimos meses en viajes. Me sales cara, Argel.

Quería escribir hoy en el blog y no podía, así que te escribo a ti, que me estás matando. Llevas tiempo haciéndolo. Años ya. Debería odiarte y, sin embargo, te amo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Debería odiarte, pero sinembargo te amo, te amo.. porque en tu tierra nací, y en tus calles disfruté de mi adolecencia , te amo, te quiero y te adoro Argel, pero también te odio..te odio por cerrar las puertas de cara a tu gente más capacitada, pero también eres el amor...el aire que respiro..no te daste cuenta todavía Argel del daño que hiciste cuando cerraste las puertas en mi cara ..apesar de todo te llevo siempre en lo más profundo de mi corazón ..me muero contigo cuando te matan..y prefiero que me matan cuando te mueras.

Anónimo dijo...

Deberia odiarte, pero sin embargo te amo....te amo por la nacionaliste que me hiciste, por el amor que me diste, por el ambiente de tus calles que solo una argelina defiende.

Argel, eres mi vida, mi querida, en tu corazon naci y adorarte aprendi, pero tu no puedes comprender la rabia y el odio que muy a menudo siento cuando me demuestras que no me haces caso , me desanimas cuando tus puertas me cierras mientras las de mi corazon, por ti siempre abiertas.Te amo y prefiero que me maten a mi porque asistir a tu entierro no, y nunca lo soporto.
Ness

Anónimo dijo...

fue más duro mentalizarme en dejarte..pero con mucho miedo será volverme a verte..!Argel¡..mi nido de enfancia..el refugio de mis recuerdos .. si algún día decidería volver a verte pues no llores por mi llegada ..Argel ..lo hiciste el día 4 de Enero con José Antonio...con miedo vivo a que lo volverías a hacer conmigo...como lo harías Argel te converterías a un un enemigo ...aunque nunca conocía a alguno...te necesito Argel mejor que nunca..y no dejes a que el odio crezca...abrazame Argel, y dejame sentir que soy tu hijo, Farid el Argelino.

Anónimo dijo...

Sera mas duro mentalizarme en dejarte, sera mas duro enferma y condenada saberte.

Argel, eres el recuerdo de mi primera risa, eres la imagen de de la mujer fuerte y luchadora que mi mente inmortaliza.
Argel, te amo y lloro este amor que no siento reciproco.
No sé si no me consideras fuerte o me consideras poco, lo que sé es que si algun dia me obligas a dejarte ,prefiero no abrazarte, asi seguiré sintiendome tu hija, sin pedir a tu corazon limosna,me sentiré Nesrine la argelina.
Ness

José Antonio dijo...

Gracias a los que habéis dejado estos comentarios. Me encanta hacer que el blog resulte un poco más interactivo.

He etsdao unos días sn acceder a él, casi desde este 4 de enero. Por eso, simplemente, Nesrine y Farid, que sepáis que os leí.