He estado unos días fuera de Argelia. Me pedí cinco días para viajar a Noruega, vía República Checa. De esa forma he disfrutado de una estancia de dos días en Oslo y otros tantos en Praga.
El regreso ha sido un tanto complicado. Tenían ya un billete abierto de Madrid a Argel con Air Algérie, pero no lo pude usar y opté por algo un tanto extraño: Madrid-Frankfurt-Argel. Y, si ya de por sí resultaba casi ridículo ese recorrido, el retraso en el vuelo de Lufthansa que salía de Madrid y la terquedad de los empleados del aeropuerto de Frankfurt para impedirme el tránsito entre dos terminales hizo que periera la conexión. Como había sido culpa de la compañía aérea, me han dado alojamiento en Frankfurt y billete para llegar a mi destino con una combinación que resulta hilarante: Frankfurt-Barcelona-Argel, este último vuelo con Spanair.
A todo eso hay que añadir los problemas con los sucesivos controles de los aeropuertos por los que he ido arrastrando mi "equipaje de mano" de seis bultos y más de 40 kilos.
Lo importante es que estoy en Argel y creo que muy curado de mi depresión, porque me siento no sólo feliz, sino con ganas de hacer cosas. A ver cuando viene alguien que yo me sé a fastidiarlo.
Yo contaría mi viaje a Oslo y Praga aquí, pero no quiero defraudar a los que me leen con la intención de conocer historias relacionadas con Argelia; de modo que, si cuento alguna cosa, intentaré que sea ofreciendo siempre una perspectiva relacionada con Argelia. De cualquier modo, alguno foto que otra ya caerá.
domingo, 14 de junio de 2009
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1 comentario:
¡Pero bueno! ¿Y que pasa con los que te leemos porque nos interesa tu emocionante y sorprendente vida? Porque tienes que reconocer que lo que no te pase a ti....
Aunque, pensándolo bien, es tu blog, y tu decides de lo que quieres hablar. A nosotros nos toca lo fácil, disfrutar de tus historias.
Me alegro muchísimo de que te sientas bien.
Un besazo.
Pilar (Sestao)
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