La ONU publica una clasificación de calidad de vida en los diferentes países, que se llama Índice de Desarrollo Humano, el IDH. O el HDI, según el idioma desde el que se trascriban las siglas.
Argelia suele ocupar el puesto 100, aproximadamente. No voy a entrar en detalles porque quien quiera saber algo más no tiene más que buscarlo y leerse el informe completo, los conceptos que considera, etc. Mis consideraciones van por otro lado.
Mi primera reflexión ha sido con respecto al puesto ocupado. Que se sitúe muy por detrás de todos los países europeos es algo lógico, que no sorprende. Es la realidad que uno constata día a día cuando compara la situación argelina con la del llamado primer mundo. Pero también es cierto que dentro del continente africano Argelia ocupa un lugar de cabeza, creo recordar que el séptimo. Y eso es algo que olvidamos muy fácilmente. Estamos en África, un continente subdesarrollado por razones históricas, climáticas y culturales. Y, dentro de esta realidad geográfica en la que nos encontramos, Argelia es de lo mejor. En un mundo globalizado como en el que vivimos no se puede plantear el desarrollo de un país sin el de sus vecinos. Creo que el único caso un poco diferente es Israel y todos sabemos a qué precio. Un desarrollo unilateral no se beneficia de las ventajas del comercio, algo que todo el mundo tiene claro desde Adam Smith; los movimientos migratorios son lógicos e imparables, a la búsqueda de un empleo, pero también de una calidad de vida en su globalidad, no sólo de acceso a los recursos educativos y sanitarios.
Los dirigentes de la Unión Europea lo entendieron así hace muchos años y han ido poniendo en marcha planes para mejorar el nivel de desarrollo de las naciones vecinas. España se ha beneficiado de muchos fondos europeos porque el resto de Europa no puede avanzar si no lo hace también España. Lo mismo ha sucedido con la ampliación comunitaria hacia los países del Este, incluyendo a las economías de Bulgaria y Rumania, que estaban, y aún están, lejos de ofrecer a sus ciudadanos la calidad de vida del resto de los europeos.
Argelia y el resto del Maghreb es beneficiaria del plan MEDA, de ayuda a los países de la cuenca sur del Mediterráneo, pero no ha puesto a su vez en marcha un plan de mejora de la calidad de vida de sus vecinos del sur. Y Argelia no puede avanzar si no lo hacen Malí, Níger, Chad o Mauritania
Otra cuestión que me ha llamado la atención del informe es que plantea para Argelia dos problemas básicos de carácter político: la dictadura y el terrorismo. Muchos argelinos no reconocen que la forma de Gobierno que actualmente tienen no es democrática, pero se debe a que tampoco han vivido en un régimen democrático que les permita realizar una comparación. Y como los dirigentes o van a mostrar, obviamente, ningún interés en revertir la situación, el asunto tiene muy difícil solución. En cuanto al terrorismo, sólo puedo decir que exactamente lo mismo se dice en el informe sobre el caso de España. Y nadie se plantea no viajar a determinados lugares de España por si es víctima de un atentado.
miércoles, 7 de octubre de 2009
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