sábado, 3 de octubre de 2009

Una gripe menor

Lo que he tenido (en pasado, porque ya estoy casi bien) tengo tiene que ser gripe A/H1N1. Porcina, para que nos entendamos. En Argelia me he puesto varias veces enfermo del estómago, he estado de baja por depresión, he sufrido ataques de ansiedad, me ha afectado la alergia, he tenido una pequeña hernia discal, he sufrido un esguince con escayola… Pero mis únicos episodios de fiebre han sido por comer verduras que me sientan mal, siempre engañado por algún amigo que se creía que lo mío es un capricho y que si me las hacen comer de manera disimulada, sin yo saberlo, las aceptaré, hasta que tras un par de días con fiebre y vómitos me han confesado su trastada. Fuera de eso, una delicada salud de hierro. Por eso, creo que la cepa del virus tiene que ser muy fuerte para que me haya afectado y obligado a tomar una pastilla contra el dolor de cabeza. Pero se va a aguantar la gripe guarrindonga ésta, porque he permanecido al pie del cañón. Bastante he sufrido sin poder ejercer mi profesión durante meses, con lo que me gusta, como para desaprovechar la ocasión, ahora que me dejan. Lo malo es que con el dolor de cabeza y el aturdimiento que va asociado no me entero demasiado de lo que estoy haciendo. He detectado un par de meteduras de pata, lo que significa que habrá unas cuantas más que descubriré cuando recupere la lucidez.

En Argelia hay mucha gente con síntomas de gripe. Se dice que bastantes de los argelinos que han regresado al final del mes de Ramadán de los llamados “Lugares Santos” de La Meca lo han hecho con fiebre y malestar general, lo que ha incrementado extraordinariamente la propagación de la epidemia. Pero son habladurías, no puedo saber si hay algo cierto en el asunto. Mientras, el Ministerio de Sanidad no dice “este enfermedad es mía”, porque tampoco los enfermos se atreven a comunicar su enfermedad. Y lo comprendo y comparto, porque me imagino a mí mismo llevado a un hospital a la zona de aislamiento; con sábanas escasamente limpias en una habitación compartida con otros tres, porque el número de enfermos es considerable y no permitirá exquisiteces. Así, me veré compartiendo el baño con personas que cada vez que van a él lo encharcan todo con su manía de usar la botellita de agua; tomando un desayuno que incluya café del barato, el mezclado con garbanzos tostados, y leche de la de bolsa de veinte céntimos; una comida a base de chorba y arroz; los compañeros de “celda de aislamiento” fumando en la habitación pese a estar prohibido, oliendo a perros muertos porque no habrán pasado por la ducha en una temporada y tirando de móvil para preguntar cincuenta veces cómo va la salud, el trabajo, el dinero, la familia, la mujer, los hijos, para volver a preguntar por la salud, el trabajo, el dinero…; el viernes sesión de mezquita, sí o sí, pero se tomarían a broma que reclame un sacerdote para la misa del domingo y, lo peor, algún que otro intento de sacarme sangre e inyectarme vete a saber qué. Todo eso pasa por mi cabeza cuando y muy mal tengo que estar para acudir al médico.

El miércoles por la noche me llamó un amigo argelino al móvil. Y me contó que estaba en la cama, con síntomas de gripe. No era el único enfermo en su casa y tampoco es el único caso entre mis amigos y conocidos, así que me imagino que se podrá hablar técnicamente de una epidemia. De todas formas, los casos que conozco no presentan más que síntomas leves, los de una gripe menor. Y eso es bueno, porque va a ayudar a inmunizar a la población sin necesidad de recurrir a la vacuna.

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=gKwk8Kq8QXA
La gripe cerduna, aviar o como la quieran llamar, es una gripe, "u" "na" "gri" "pe", por cierto mucho menos mortífera que las demás cepas existentes, mucho menos significa menor que el 1% que cualquier gripe. Estos datos están ahí, el que quiera que los busque. El que muere de gripe, no muere de gripe, muere de AIDS o por neumonía (que ya tenía pero se agravó con una gripe), simplemente es un ligero empujoncito que necesitaba para entrar en el otro mundo.
Siempre agradecido D. José