No suelo comentar asuntos del trabajo, pero tampoco es normal que estos me coman todo el tiempo libre, incluido todo un fin de semana. Y es que hoy viernes se inaugura en Argel el certamen Batimatec. La crisis que sufre el sector de la construcción en España ha hecho que muchas empresas lancen su mirada al mercado argelino, en el que las posibilidades de trabajo son francamente mucho mejores.
Yo no me puedo quedar al margen. Supongo que en los próximos meses serán aún más las empresas del sector que se decidirán a apostar por este nuevo mercado. Nuevo para ellas, claro. Lo que quiero hacer es estar preparado, saber con quiénes pueden alcanzar acuerdos, conocer las necesidades, los nichosd e mercado, la manera de afrontar el acceso... Eso, que es mi trabajo en general, debo dominarlo más aún para todo lo que es construcción, obra pública y sus industrias auxiliares.
Voy a pegarme un atracón de feria, me temo, porque el tiempo que dedique a hablar con unos y con otros vale su precio en oro.
Una feria tiene su encanto; más aún en Argelia. El pasado domingo fui al certamen titulado Jouvençal, que se celebraba en el llamado Palacio de Cultura, un verdadero palacio construida sobre una colina del barrio de Kouba en el que tiene su sede el Ministerio de Cultura. Era el 8 de marzo y aquello estaba lleno de mujeres. Me decían, y lo decían en serio, que es debido a que en muchas famlias ese día el marido le deja a su mujer salir por ahí y aprovechan las mujeres para visitar una feria de productos básicamente femeninos en ausencia de los hombres. Lo cierto es que se formó un tumulto tremendo a la entrada, debido a que una multinacional de productos limpieza empezó a regalar muestras de detergente. Llegaron incluso a romper la puerta de acceso, con la policía absolutamente desbordada. Mientras tanto, yo estaba con un empresario argelino que está introduciendo en Argelia un producto absolutamente español: crema de belleza a base de baba de caracol.
En otras ferias puede encontrarme con un stand tan sugerente para mí como el de la fotografía.
La foto la tomé dentro del llamado pabellón USA de un certamen anterior. Me resultó además chocante, porque la empresa envasadora para la región centro de Argelia, llamada Fruital, pertenece a la española AGBAR.
Hay otras veces que un stand de feria se traslada mentalmente a otro país. Suele ocurrir con los de países de Extremo Oriente, pero en Argelia puede uno sentirse perfectamente trasladado a Afganistán.
En fin, que si no escribo en unos días es por falta de tiempo.
viernes, 13 de marzo de 2009
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