martes, 10 de marzo de 2009

Mirando al mar

Raro es el día que no recibo un correo de alguien, para mí hasta entonces desconocido, que me dice que me ha conocido por el blog y que por alguna circunstancia, eso ya varía en cada caso, me he convertido en un ser asiduo a su vida. Gente que me lee para saber más de Argelia, porque le ha llegado mi forma de escribir, porque se ha enamorado de alguien de este país, porque le reconforto sin saberlo en su enfermedad. No sé, cada uno es un mundo. Escribía hace unos días que es una responsabilidad que al final me agobia, porque no estoy aún en condiciones de asumir que en parte otrso dependen de mis esfuerzos. Es curioso, con la cantidad de cosas que he hecho en mi vida por otras personas, ahora que me siento débil tengo mucho miedo a fallarles. Porque sé que les voy a fallar.

Hoy mismo voy a decepcionar a mucha gente. Lo siento, pero no puedo escribir. Ni colgar lo que tenía ya escrito. Hay veces que uno descubre que sus frases causan daño sin quererlo, que preferiría no haberlas escrito. Pero la vida no tiene marcha atrás. En esos casos, casi es mejor no dar tampoco marcha adelante, no vaya a estropearlo aún más.

Dejo una fotografía del Mediterráneo en Argel, de un puerto pesquero al atardecer con el perfil de la ciudad de Argel en el horizonte.
Esta foto resume mi estado. Ahora me gustaría estar ahí, mirando al mar y con los pies en el agua. Y no triste frente a un ordenador, con la cabeza al otro lado de ese mar.

8 comentarios:

mari paz dijo...

Hola José Antonio te he mandado un mensaje pero no sé si te va a llegar porque en mitad del proceso se me cortó la conexión.
Por si no te llega te díré que a pesar de que me encanta leerte para nada me decpcionas si no escribes, todos tenemos nuestros días buenos y malos.
Y el herir con las palabras es algo que también a mí me pasa, pero si la persona te conoce sabe que no es con mala intención. Siempre se puede hablar de ello.
TE voy a poner un poema que a mi me gusta bastante.

DE COMO LA PALABRA QUISO SER Y NO PODÍA

Mientras la paz sea el fin y no el comienzo.
Mientras el miedo se combata con el miedo.
Mientras la ley sea norma y no principio.
Mientras la soledad sean miles de adjetivos.
Mientras solo a los de siempre les llegue el agua al cuello.
Mientras la libertad sea una palabra de las enciclopedias.
Mientras la inteligencia se escriba con minúsculas.
Mientras los fusiles nos tengan a todos como blanco.
Mientras la sociedad sea la suciedad.
Mientras el orden se mantenga a culatazos.
Mientras la justicia esté de vacaciones.
Mientras todos estemos en libertad provisional.
Mientras se diga ejército y no ejercito.
Mientras la igualdad sea un signo matemático.
No me digais que la palabra sirve para algo.

Manuel Díez de los Ríos.

Mucho ánimo y un beso.

Anónimo dijo...

Buenas José Antonio:
Por casualidad, llegué a tú blog, y, me leí del tirón un montón de post, y, la verdad, me "enganché" a tú día a día, quizás pq el mío es sombrío, o, no tiene toda la luz que me gustaría que tuviera. Pero también es verdad, que no espero nada cuando entro a leer, te lo digo por lo que comentas que te llega a agobiar el que estemos pendientes, del blog, y que unos días te apetezca más que otros escribir. Simplemente, si hay algo puesto, bien, y si no, también.
Sé, pq lo sé, que no sirve de muchos que te diga, ánimo, palante !!, pero bueno, es lo que hay, lo que nos toca. Si te sirve de algo, yo, cuando estoy con el yuyu, pienso que hay gente bastante peor que yo, y, bueno, en cierta forma, me sirve de consuelo.
Un abrazo.
Jaime.

José Antonio dijo...

Hola, Mari Paz.
Muchas gracias, antes que nada.
El mensaje no me ha llegado. Me reiero al que dices que me has mandado privado. El que he recibido es éste comentario al blog.
Me has dedicado las palabras precisas en el momento adecuado.
¿Por qué seremos a veces tan complicados? En fin, un besazo.

José Antonio dijo...

¿Sabes, Jaime? Yo sí siento que hay gente que espera que escriba. Me siento obligado a estar a la altura. Lo peor es cuando me siento juzgado, que me escriban preguntándome pro que he dicho esto o lo otro. Me ha pasado incluso con alguna persona que me habia animado a escribir, que me decía que e sintiera libre de hacerlo y luego le ha molestado algo por error, porque no me he expreado bien. Pero, ¿y si llega a ser realmente eso que le ha molestado lo que yo sentía? ¿Es que mis sentimientos pueden molestar, decepcionar? Si son míos.
Por eso, hoy he dudado cuando escribía. Hasta me temía que mi mensaje recibiese una lectura crítica para la que no había sido escrito. Por eso lo he borrado, sin más, para introducir en su lugar el texto que has comentado.

Anónimo dijo...

Pues no te sientas obligado para nada, un blog es un diaro, no?, y uno plasma como se encuentra, y, si un día, o, dos, o, tres, uno no se encuentra, pues no se plasma nada, y no se escribe.
Desde que te sigo, yo espero que escribas, pero que escribas para ti, es decir, no me malinterpretes, si a lo mejor, escribieras por otros, o por obligación, no sería lo mismo, y, seguramente, este blog perdería ese "nosequé", por el que lo leo todos los días.
Escribe lo que quieras, y cuando quieras.
venga, un abrazo.

Anónimo dijo...

Tenías que ver como me levanto yo algunos días, pero mejor no te lo cuento.

Änimo y adelante.

José Luis

José Antonio dijo...

Sí, Anónimo. Comparto lo que dices. Con ese espíritu escribo. ¿Sabes uan cosa? Últimamente se me ocurrren muchas cosas mientras conduzco, pero luego son pocas las que acabo pasando a un papel. Voy a tener que viajar con el portátil.

José Antonio dijo...

Yo me levanto casi todos los días muy bien, feliz y contento. la verdad es que la luz y el paisaje ayudan mucho. Y es que desde mi cama veo eso mismo que ya he mostrado en algunas fotografías. Siempre he tenido muy buen despertar e incluso suelo llegar al trabajo con ganas de bromas (excepto los días que el tráfico ha podido conmigo). Lo de no ser capaz de levantarme, que me dé todo igual, ya casi no me pasa. Estuve así en el verano pasado y ahora sólo sufra una vez cada dos o tres semanas.