lunes, 24 de agosto de 2009

Agur, Marijaia, agur

Llegué a Bilbao el domingo 16, porque al día siguiente tenía consulta médica. Aunque en teoría debía regresar el martes, en mi cabeza estaba pedir el fin del tratamiento y que me dieran un informe definitivo, lo que posiblemente retrasaría unos días mi vuelta a Argel. Sin embargo, para mi sorpresa me encontré con un cambio de médico, mucho más competente, al menos en apariencia, que el anterior, y de tratamiento; ello ha requerido mi permanencia en Bilbao, para controlar las reacciones y los efectos secundarios. Dentro de un rato tengo la última cita.

El caso es que por algo tan insignificante me he pasado toda la Semana Grande de Bilbao en la ciudad. Ni que lo hubiera hecho adrede. Lo cierto es que los primeros días me hizo hasta ilusión, pero tenía verdaderas ganas de haber estado desde ayer domingo trabajando y no lo he podido hacer.

El emblema de la Semana Grande de Bilbao, Aste Nagusia, se llama Marijaia. En lugar de despedirme yo de ella, como estaba previsto, se despidió ella de mí anoche. Quizás hasta el año que viene, no lo sé, aunque mis estancias en Bilbao son cortas y espaciadas.

Ayer dije agur (adiós en euskera, la lengua vasca) a Marijaia y mañana diré marhaba a Argel.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola! Supongo que volver a Argel en estas fechas afectará en tu rutina diaria pero a la vez pienso que la ciudad se envolverá en una halo mágico. Corrígeme si me equivoco... cuentanos Jose Antonio.

Saludos,

Angel Senara