domingo, 9 de agosto de 2009

Con gas

Esta es la tercera vez que redacto este comentario. Pensaba escribir algo corto y me está llevando al final más tiempo que si se tratara de mis memorias. Pero no voy a continuar por el campo de las comparaciones, que así es como he tenido que olvidar mis dos primeras versiones del comentario.

La primera vez escribí que me gusta más la coca que a Evo Morales. Y como escribo sin guión previo, más allá de la idea que tenga en la cabeza, me sentí agudo e ingenioso para continuar por la senda política. Pero es que al final aquello no era hablar de Argelia, sino de la inmensa fortuna personal, me refiero a la económica, claro, del rey de Marruecos

La segunda vez decidí reescribirlo y decir que me gustaba más la cola que a determinado personaje público de esos para los que salir del armario implica un plus de publicidad, pero cuando terminé de escribir caí en la cuenta de que luego iba a recibir críticas por homófobo, lo cual es falso. Pero es como cuando te acusan de racista por decir que un negro es negro.

Y, al final, yo lo que quería expresar es que todos mis conocidos saben que tengo especial predilección por los refrescos de cola, especialmente de marca Coca Cola. Y que me he hecho un gran consumidor de su gama sin azúcar. Lo que ya sabe menos gente es que a esa bebida sin azúcar, a veces sin cafeína (aunque en Argelia no se comercializa la que combina ambas cualidades), le suelo quitar el gas. He encontrado diferentes maneras de hacerlo, algunas muy efectivas. Tengo especial predilección por las botellas más grandes, porque permiten beber mayor cantidad y porque es más sencillo eliminar el gas.

He escuchado varias veces la misma pregunta. Si le quito el azúcar, la cafeína y el gas, ¿qué me queda? La respuesta es evidente: el gusto.

Últimamente me he aficionado en Argel a otra bebida que implica aparentemente una incoherencia total. Me refiero al agua mineral con gas. Sin embargo, tiene su explicación. Y es que de agua puedo beberme un litro, dos a lo sumo, que pierden gran parte del gas en la garganta, refrescando y quitando más la sed. En cambio, del refresco de cola me bebo más del doble y además de esas burbujas de agradable gusto en la garganta hay otras que se acumulan en el estómago y que acabarían produciéndome efectos indeseados.

3 comentarios:

Edel dijo...

A mí de pequeña me gustaba esbafar la cocacola agitando la botella y dándole media vuelta al tapón para que saliera la espuma. Luego me bebía la espuma, que sabía de una manera, y quedaba la cocacola con menos gas, así me gustaba más. Ahora la verdad es que no me apasiona la cocacola, lo mejor que le encuentro son los anuncios de la tele...

José Antonio dijo...

Hola, al ma gemela. Eso es exactamente lo qe yo hago, aflojdo ligeramente el tapón para que salga espuma. No me la tomo a´si, sino que esperao a que desarezca para que la bebida no contenga ya casi nada de gas.
Con las latas, lo que hago es levantar muy ligeramente la anilla hasta que haga un pequeño ruido; y entonces basta con darle la vuelta y agitarla para que por una pequeña espita salga cocacola a presión y sin gas.
Lo de anuncios de la tele no me lo voy a tomar a mal. Olvidaste que en mi tele se ve todo quemado.

YO MISMA.. SIN MAS. dijo...

aver.. que raro me suena lo que e leido. yo (por desgracia) soy adicta a la coca cola todos los dias y a todas horas e ido eliminando de mi dieta poco a poco el agua( mal echo pero es asi).. como podeis quitarle el gas a la coca cola?? yo la compro por botellas de dos litros,y en momento que pierde un poco de gas ya es imposible trargarla.. la verdad que pensaba que todos los consumidores de coca cola necesitabamos esa exploxion de gas..bueno ya veo que no es asi.. estoy en el animo de dejar de beberla aver si lo consigo porque en verdad la consumo a todas horas....