martes, 18 de agosto de 2009

GMT+1

He leído en la prensa argelina la noticia del surgimiento de un grupo de presión para conseguir que la hora oficial del país se modifique durante el mes de Ramadán. Consistiría en retrasar los relojes, para que cuando en Madrid sean las ocho de la tarde y en Canarias (o ahora en Argelia) las siete, en los hogares argelinos fueran las seis. Al anochecer antes podrían también romper antes el ayuno.

He de aclarar que en Argelia no existe cambio de la hora oficial en verano o invierno, de modo que todo el año se aplica el GMT+1: hora de Madrid en invierno y hora de Canarias en verano.

Lo que más me ha llamado la atención de la noticia es que se utilice como excusa, como argumento dialéctico, como arma de convicción, que de esa forma se hará más liviano el ayuno a los ancianos y a los enfermos.

Hasta donde yo sé, el ayuno del Ramadán es exclusivo para musulmanes desde los 18 hasta los 60 años, excluyendo a enfermos, mujeres embarazadas, en período de lactancia o durante los días de la regla, viajeros y aquellos que por sus circunstancias personales se vean condicionados a no seguir el ayuno. Es una norma que aplica el sentido común. Si se siguiera al pie de la letra, un musulmán del Circulo Polar Ártico, donde ahora están con el sol de medianoche, moriría de inanición.

Al poner como excusa que el seguimiento del ayuno durante el mes de Ramadán sea más liviano para estas personas, lo que se está intentando en la práctica es obligarles socialmente a cumplir con un precepto que no les incumbe o a sentirse socialmente marcados si osaran comer en esas fechas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jose, me importa un carajo YO si tengo hambre comere, aunque sea un bocata de atun,y si pudo una birra o un tinto bebere. bastante ramadan tengo con intentar trabajar aqui y hacer que las cosas salgan bien.
por cierto tronki, cuando vienes por estos lares de argel. mañana voy al consulado, que buen chico soy jejeje.
s pozdravom, antonio

José Antonio dijo...

Mejor que no lo hagas delante de la gente. Te tirarán cosas de forma cobarde, anónima. Pero al final te quedas con la pedrada, el tomatazo o un simple susto, sin necesidad. Eso, si no te aplican la ley del que manda, que decidan detenerte en base a una conducta inadecuada.