Con permiso de todos, si no felicito hoy a mi padre corro peligro de ser desheredado. Así que, lo dicho, con permiso, ¡Muchas felicidades, papá! Quien quiera recordar el texto que le dediqué el año pasado, con fotos incuidas, no tiene más que pulsar aquí.
Llevo un par de meses tratando de perder los kilos de más. Casi todo el mundo me dice que estoy bien, que no me sobra nada, pero la realidad es que si quiero acabar con mi hipertensión necesito reducir la longitud del circuito de venas por el que circula la sangre, para que el corazón necesite hacer menos fuerza con cada latido. Lo explico así, de modo sencillo, aun a riesgo de que algún lector del sector sanitario se sienta llevado a puntualizarme con una explicación más científica y me temo que menos comprensible.
Aunque ya lo he contado alguna vez, resumo las circunstancias y el método que aplico. Como sólo me motiva la competición, he aprovechado que dos amigos, Itziar y Jon, se han puesto igualmente a régimen para encontrar ese punto extra de motivación, ése que me impida comer lo que no debo, al ver cómo en la báscula soy capaz de ganar a otros. Ellos quieren perder veinte kilos en diez meses. Si yo hiciera eso acabaría ingresado en una clínica por desnutrición, porque mi exceso era de sólo doce kilos, si el adverbio sólo resulta compatible con el doce, que me temo que no.
De momento no he cumplido con los objetivos planteados, porque apenas he llegado a adelgazar un par de kilos, si bien es cierto que venía de perder otro par de ellos a primeros de año. Mi problema es que las crisis de ansiedad me llevan siempre al frigorífico o a mi más que repleta despensa. Además, el día de mi cumpleaños me torcí un tobillo y he tenido que dejar de hacer deporte. Con estos condicionantes, los dos meses que llevo a régimen me los he plantearme como el tiempo para avanzar hacia unos mejores hábitos alimenticios, de los que aún estoy muy lejos.
Estoy tratando de reducir el consumo de hidratos de carbono, incrementar el de fruta y sustituir los habituales lácteos, mi gran debilidad, por otros desnatados.
La dieta básica argelina incluye muchos hidratos de carbono, que suponen buena parte del aporte calórico del argelino medio. El pan es muy barato y se come en cantidades inmensas. Cuando vas a comer a un restaurante sencillo lo primero que te ponen delante es un cesto lleno de pan. Una pizza, con escasísimos ingredientes, viene a costar un par de euros. Y la comida rápida consiste en bocadillos que suelen contener patatas fritas.
Lo de comer fruta es muy importante para mí, porque son muy pocas las verduras que tolero. Lo tendré fácil en poco tiempo. Empieza a haber ya fresas en el mercado, pero su precio es aún de unos cuatro o cinco euros el kilo, más baratas de todas formas que los kivis o los aguacates. El kilo de manzanas o de peras está sobre los dos euros y medio, con alguna variedad local más barata. Ya se empiezan a ver ciruelas, melones y sandías, pero para consumo exclusivo de los muy ricos.
Estoy comprando últimamente un fruta que aún no he sido capaz de definir si es una manzana o una pera. Quizás debería inventar un neologismo, hablar de un vocablo mixto, de mancera o de pezana, no lo sé. Su forma es de manzana; su piel, del color de la pera; la textura de la piel es la de la manzana; el granulado del fruto, de pera; el gusto es escaso, más parecido al de una manzana; la jugosidad, casi la de una pera; el corazón como el de una pera, pero las pepitas son de manzana.
Si alguien ha identificado lo que me estoy comiendo, le agradezco que me lo diga. Más que nada, por si me están vendiendo un fruto genéticamente transformado y dudosamente apto para el consumo. Aunque, la verdad, está muy bueno.
jueves, 19 de marzo de 2009
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8 comentarios:
le felicitas a tu padre, nosotros aprovechamos para felicitarte a tí, que también te llamas Jose. Zorionak!!
En mi pueblo le llamamos "pero"
Saludos.
Querido José,
Solo has comprado manzanas en un lugar donde no se debe comprar.
Las manzanas con forma, piel, corazon y savor de manzana existe en Argelia(y no lo digo porque soy Argelina, sino porque sé que como hay frutas como las que has comido, hay tambien otras que son mejor que las de otros paises.)
Hola Jose antonio trasteando en internet he encontrado tu blog que procuraré seguir para saber algo más de Argel, he estado algunas veces y espero volver.
He visto que pensabas ayudar a los saharauis lo has hecho ya?. Bueno sigue contandonos cosas de tu vida en Argel. Un saludo
Mª Nieves
mira, aqui en argentina tenemos muy buena y variada fruta, pero un dia me encontre con una naranja que tenia el sabor de la lima!!! bueno, la manzana no tiene la culpa!!! sino el que se la come!! si pasaste unas horas sin corridas al excusado(baño) o comel lo llamnes ahi, esta todo bien!!! mira que viajo pronto para argelia, asi que espero mas articulos!!! muchas gracias por todo esto, te mando un beso desde argentina!!!
ALEJANDRA
Eskerrik asko, Jon.
Es decir, que existe en otros lugares, como Serón. Siempre se aprende algo.
Jose referente a la pregunta del otro dia en el restaurante y viendo la foto te lo puedo confirmar es una pera NASHI, lo que no se es como ha llegado hasta aqui.
pasate por el corte ingles y mira el precio. en españa hay algo en lerida pero el 95% viene del japon o china (que estos lo copian todo)
saludos, antonio
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