viernes, 28 de marzo de 2008

Oxigenaciones

Ya estoy en Bilbao. Llegu� ayer por la noche procedente de Madrid, donde he pasado tres d�as muy buenos. An�micamente, hac�a ya tiempo que necesitaba sacar de mi cabeza la vida diaria de Argel, me encontraba mal, constre�ido a una visi�n de la vida y de la sociedad que no comparto, con miedo f�sico, tensi�n, crispaci�n ambiental...

Estos tres d�as me han servido para recargar las pilas. Deb� haberlo hecho antes, hace varias semanas, pero varias circunstancias se pusieron en contra. Me parece imprescindible para todos los expatriados que no viven con su familia el disfrutar de unos d�as en su pa�s cada mes y medio. Se rinde mucho m�s en el trabajo y se disfruta luego realmente del tiempo que se est� en Argel.

Cuando estuve anteriormente en Argel, hace ocho a�os, en la Embajada se aplicaba un sistema llamado de oxigenaciones. Recuerdo que yo estaba al principio obligado a hacer al menos ocho horas m�s de trabajo por semana para compensar la semana que luego me ausentar�a; iba a trabajar casi todos los s�bados por la ma�ana y muchos d�as me quedaba hasta muy tarde. El sistema pronto se relaj� y nadie acud�a a trabajar los s�bados, b�sicamente porque los jefes ya dispon�an d edos meses comletos para estar en Espa�a sin necesidad de cumplir con esas horas extras. Luego, yo ya no lo viv�, se quitaron esas llamadas oxigenaciones. Y es un grav�simo error. Me parece muy dif�cil que consigan en el futuro que un trabajador expatriado, cuya vida familiar est� en Espa�a, que no se identifica como "juya" ni quiere hacerlo, se quede m�s de un a�o o a�o y medio en Argelia en esas circunstancias.

Yo no entiendo muy bien el rumbo que desde nuestras autoridades se ha dado al trato que recibimos los expatriados en Argel. De la misma forma que se eliminaron las oxigenaciones, tambi�n se suprimi� el derecho que ten�amos los espa�oles de la Oficina Comercial a vivir en una residencia custodiada, igual que el resto de expatriados de la Embajada, como si el peligro de atentados existiese s�lamente para determinados empleados... o nosotros �nicamente les servimos de se�uelo para que el terrorista cuente con una pieza m�s f�cil de cazar. Si creen que el peligro no es real, est�n malversando fondos p�blicos, pag�ndole la vivienda a quien creen que no lo necesita. Y si si lo creen real, est�n dej�ndonos voluntariamente indefensos. No s� qu� es peor.

Si a alguien le sirven mis reflexiones, que intente aplicarlas. Yo, estoy muy a gusto en Bilbao.

No hay comentarios: