sábado, 18 de julio de 2009

Sucré Coeur (2)

Sigo con la explicación iniciada ayer. Dedicado a quien no sepa francés, comienzo con una pequeña explicación sobre el título de los dos comentarios.

Sacré Coeur significa en francés Sagrado Corazón. Es como se llama la horrorosa Catedral de Argel, esa que parece una central nuclear de las que hacen perder el norte a cierto ministro que arrastra en su desvarío al propio ZP, y da nombre a la zona alta de la calle Didouche Mourad, llamada rue Michelet en la época colonial. Y como estoy escribiendo sobre heladerías y pastelerías, todo muy dulce, nada mejor que transformar “sacré” en “sucré”, que significa dulce, azucarado. Este tipo de titulares es muy argelino, de la escuela de El Moudjahid, que han ido copiando las nuevas generaciones de periodistas.

Los argelinos son unos grandes consumidores de repostería. En la calle Didouche siempre se han encontrado grandes pastelerías. Aún existe la pastelería Montero, en su época todo un símbolo de los que para algunos eran los mejores bombones y trufas de todo el Mediterráneo. No sé si un montón de años después la calidad es la misma, pero tengo la impresión de que las dependientas sí.

También conocí otra pastelería en los años 90 que confeccionaba unas tartas riquísimas. Y aún permanecen a todo lo largo de la calle bastantes pastelerías que ofrecen pasteles de muy buena calidad. Uno de los que más éxito tienen es Olympique, uma cafetería muy grande y que curiosamente hace unos pasteles orientales muy buenos, lo que no es habitual en un establecimiento más acostumbrada a la bollería que a la repostería.

Con lo alto que está en Argel el nivel de la repostería, creo que no hay duda sobre que la mejor pastelería de la ciudad es Noor el Hani, situada en las alturas de Sidi Yahia, digamos que encima del Hotel de Hydra, en la zona llamada Said Hamdine. No sirve de nada tratar de explicar aquí cómo son los pasteles, lo que hay que hacer es acercarse y tratar de comer sólo uno.

Hasta ahora presentaba dos problemas, los precios y la mala accesibilidad del lugar. La mayoría de los pasteles cuestan el doble que en cualquier otro lugar, aunque no escatiman en tamaño y mucho menos en calidad. Aún así, siguen siendo muy baratos si se comparan con los precios españoles, porque partimos de unos precios de mercado casi ridículos. Yo he pagado 15 dinares por un milhojas debajo de mi casa.

El problema de la accesibilidad lo han solucionado de manera brillante. El obrador se mantiene donde estaban, pero han abierto dos nuevos puntos de venta, primero en la ciudad de Blida y ahora en Sacré Coeur.

Lo normal es que el boca a oreja funcione, que en poco tiempo el local sea conocido por mucha gente y el exceso de demanda acabe arrastrando consigo la calidad. De modo que ahora es el momento de probar los pasteles de Noor El Hani en su nueva pastelería de Sacré Coeur.

Lo que yo he hecho es aprovechar el paseo y combinar el pastel de rigor con un helado de pera de Coquelicots.

1 comentario:

Farid dijo...

para mi los mejores dulces son aquellos que prepara mi hermana Nora, es experta en la elaboración de los dulces tanto occidentales como orientales .

Ter quiero hermana .