lunes, 21 de enero de 2008

El desgaste de vivir en Argelia

Cuando se cuenta en la pen�nsula que el clima de Argelia es muy agradable, la primavera se inicia en febrero, la gente resulta encantadora, en caso de necesidad te plantas en Madrid o Barcelona en poco m�s de una hora, se puede hacer una vida bastante normal y afirmaciones similares, el interlocutor piensa, y en ocasiones dice, ?entonces, �de qu� te quejas??. Y resulta muy dif�cil rebatir el reproche que conlleva esa pregunta.

Todo lo que he contado anteriormente es cierto. Tambi�n lo es que pr�cticamente nadie quiere venir a vivir, que los expatriados necesitan ?oxigenarse? cada cierto tiempo y que al cabo de tres a�os son muy pocos los que a�n est�n dispuestos a quedarse. Todo ello parece un contra sentido que voy a tratar de explicar. No s� si mis amigos argelinos se lo tomar�n a mal, pero es lo que pienso.

El d�a a d�a en Argelia resulta muy duro. Situaciones de la vida cotidiana que en Europa ni te planteas que puedan no funcionar, en Argelia tienes que pensar que de verdad no funcionar�n. Uno puede tener mucho dinero en el banco, pero ir a sacar dinero y encontrarse con que no se lo pueden dar por la raz�n m�s absurda del mundo, que se ha perdido el disco con sus datos, que la m�quina extractora de dinero est� bloqueada, que no reconocen su firma o que hay un error aparente y hasta que no lo resuelvan dejan la cuenta corriente bloqueada. Son simples posibilidades que se me ocurren ahora mismo, que a cualquiera que viva en Argelia le parecen de lo m�s real y al que no le resultar�n rid�culas. Pero son ciertas. De la misma forma, hay quien se queda meses sin ascensor, varios d�as sin gas ni electricidad, o tel�fono, pese a haber pagado las facturas, a quien le duplican el precio del alquiler del piso, o cien mil ejemplos m�s.

Yo conduzco ahora mismo con los papeles de mi coche caducados, porque en la aduana se niegan a gestionar la prolongaci�n de estancia del veh�culo. No s� qu� ocurrir� el d�a que me pare la polic�a en uno de los muchos controles, que ser� uno de �stos. En mi casa no tengo contrato de alquiler despu�s de cuatro meses y medio porque el notario se empe�a en que aporte una partida original de nacimiento y un certificado de trabajo. Desde hace dos meses tengo las cortinas ca�das en mi dormitorio, porque no viene nadie a arregl�rmelas. Hace mes y medio me hicieron una reparaci�n parcial en el coche con unas piezas provisionales que se acabar�n convirtiendo en definitivas. Tras el atentado de diciembre, ha sido ayer, al cabo de 40 d�as, cuando han colocado las plazas en la calle que proh�ben estacionar veh�culos delante de nuestra fachada. Y as� se puede continuar hasta el infinito. Las cosas m�s nimias s�lo se consiguen, generalmente, tras una pelea que desgasta.

Cambio de tema. Yo llevo unos d�as peleado con mi r�gimen. Aunque no lo hemos hablado, he interpretado que mi competidora en el proceso de adelgazamiento no respetar� la apuesta, porque nuestra relaci�n se ha deteriorado y en cualquier caso deber�amos encontrar otro premio final diferente al pactado. He conseguido involucrar a dos nuevas personas a competir, pero no funciona. Ella est� en Espa�a y as�, a distancia, no funciona demasiado bien. �l est� en Argel, pero su objetivo de perder siete kilos en un mes resulta negativo para la salud y no me motiva. Lo cierto es que he dado un paso atr�s importante, porque me paso el d�a comiendo de manera compulsiva, y adem�s cosas que engordan y mucho. Hasta el punto que en una semana exacta he pasado de 78,2 a 82,1, casi cuatro kilos, m�s incluso que lo que engord� durante las fiestas de Navidad. Como no estoy dispuesto a que esto siga as�, he adoptado la decisi�n de escribirlo en el blog y pasar verg�enza p�blica si no soy capaz de corregirme. Adem�s de con mis dos amigos, competir� desde hoy contra mi propia capacidad de mostrar que tengo la fuerza de voluntad suficiente.

Enlazando con el primer comentario, consumir productos bajos en calor�as se est� convirtiendo en algo muy dif�cil. Art�culos que yo consumo mucho, como setas y champi�ones frescos, fiambre sin sal, queso de Burgos desnatado, yogures b�fidus desnatados, o leche desnatada, resultan pr�cticamente imposibles de encontrar. Lo que m�s me preocupa es lo de la leche. La mayor�a de la leche que se vende en Argelia procede de la reconstituci�n de leche desnatada en polvo mediante la rehidrataci�n y posterior adici�n de ?grasas l�cteas?, eufemismo que suele esconder al sebo de origen vacuno (y no s�lo en Argelia, dicho sea de paso). Yo intento siempre comprar leche desnatada, que al menos s�lo contiene leche en polvo y agua, pero desde que he vuelto de vacaciones no la he vuelto a ver. Incluso yo compraba, cuando consegu�a localizarla, una marca de origen belga no procedente de la rehidrataci�n que tambi�n ha desaparecido del mercado. Despu�s de unos d�as restringiendo mi consumo de leche, he optado por la semidesnatada. Aunque seguir� buscando.

Tampoco quiero dar la imagen de que en Argelia no puede encontrarse de nada. En mi ?b�squeda l�ctea? de ayer me top� con una fruter�a que vend�a cerezas, fresas, casta�as, kivis y varios frutos tropicales. El �nico problema era el precio, aunque me imagino que el precio de la fruta en Argelia (1,50 euros el kilo de naranjas; 2 euros el de las manzanas; 3 euros las peras) estar� por debajo del de nuestro pa�s.

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