Hace casi tres meses, el 2 de julio, comentaba aquí cómo me había encontrado el coche por la mañana lleno de basura, incluidas raspas de sardinas, restos de una ensalada y cáscaras de huevo. Quien lo quiera volver a leer puede pulsar sobre este enlace.
Aporto hoy un par de fotografías tomadas ese mismo día del estado en el que quedó el vehículo tras retirarle todos los restos sólidos, para al menos poder acudir al trabajo.
Creo que las imagenes hablan por sí solas, de modo que evito más comentarios. Bueno, sí, uno: que me ha vuelto a ocurrir, aunque en menor escala. Sé de quién se trata y casi se merecería que publicara su foto, pero es que a los cerdos (cerda, en este caso) les gusta la publicidad y no serviría como escarmiento.
sábado, 26 de septiembre de 2009
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