Hoy no sab�a de qu� escribir. En mi l�nea habitual de subidas y bajadas morales, estoy desde ayer muy alica�do. Hoy tendr�a necesidad de salir por ah� con alguien, pero no tengo con qui�n y sigo en la oficina despu�s de las siete de la tarde. Y seg�n pasan las horas voy a peor.
He preguntado a dos compa�eras de trabajo que me suministraran ideas para plasmar en el blog. Enseguida han surgido temas relacionados con el trabajo, pero es que si cuento determinadas cosas y actitudes nonacentistas podr�a tener consecuencias desagradables. Quiz�s no ahora, pero s� en unas semanas.
De la conversaci�n con mis compa�eras ha surgido la idea de comentar la situaci�n de la mujer en Argelia y la lucha por el reconocimiento de sus derechos. Es un tema en el que no estamos de acuerdo, posiblemente porque yo no soy ni mujer ni argelino, pero considero que incluso en los peque�os detalles es necesario que las mujeres argelinas no se sometan a aceptar que la costumbre, la educaci�n o la tradici�n impongan unas pautas de comportamiento diferentes a los hombres y a las mujeres. Yo les pon�a el ejemplo del tabaco y c�mo nunca se ve a una mujer argelina fumando por la calle, aunque lo hagan en recintos cerrados. Ninguna de ellas, ni tampoco alguna otra fumadora con la que en alg�n momento he hablado del tema, comparte mi punto de vista.
Me han dicho que deber�a recomendar un libro titulado "El Har�n Pol�tico, el profeta y las mujeres", de Fatima Mernissi, publicado por la editorial Oriente y Mediterr�neo, que ayuda a entender el verdadero valor que el Islam da a las mujeres y el da�o que las malas interpretaciones han causado. Tal y como me lo han explicado lo transmito.
Si sigo escribiendo, en mi estado, acabar� arrepinti�ndome.
miércoles, 20 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario