viernes, 6 de junio de 2008

Alimentos para todos

No se si me estoy metiendo en camisa de once varas. Pero me da igual, me gusta defender mis ideas aunque no se entiendan ni se compartan.

Se est� celebrando en Roma la Cumbre Mundial de los alimentos. Huelga decir que todos los all� presentes est�n muy bien alimentados y algunos incluso sobre alimentados. Me gustar�a conocer lo que han comido durante la Cumbre y a cuantos de los muchos que pasan hambre en el mundo habr�a podido alimentarse si se hubiesen propuesto experimentar en sus carnes aquello de lo que discuten.

Yo escribo estas l�neas el jueves, aunque lo dejar� listo para difundir el viernes. Y todav�a no han llegado a un acuerdo sobre la declaraci�n final. Personalmente soy muy exc�ptico, no creo en estas reuniones ni en sus declaraciones de compromiso. Nadie se considera culpable y �nicamente pretenden mostrar su compromiso social. Acabar�n firmando todos una declaraci�n, con foto de familia, diciendo que hay que acabar con el hambre en el mundo. Y as� no vamos a ninguna parte.

Yo creo que la culpa es de todos. Ya s� que es m�s f�cil echar la culpa a los pobres, por no trabajar m�s para poder comer. Queda muy bien echar la culpa a los ricos, por su insolidaridad. Y est� de moda echarle la culpa a Estados Unidos, por su insaciablidad.

Tengo la impresi�n desde hace unos a�os que estamos avanzando hacia una cat�strofe mundial sin precedentes. Los intereses econ�micos pueden provocar que en unos a�os nos veamos ante muchos millones de personas muriendo literamente de hambre por la codicia de un sistema econ�mico que tenemos que replantearnos. De la especulaci�n con las riquezas naturales hemos pasado a la especulaci�n con las alimentos b�sicos, pero en este caso no son los costes de producci�n de las empresas los que se resienten, sino los est�magos de quienes no tienen nada m�s que llevarse a la boca. Se resentir�n las teor�as de David Ricardo, porque las estructuras aut�rquicas, a�n siendo menos eficientes, pueden salir favorecidas por la existencia de un umbral de supervivencia y de producci�n nacional de car�cter estrat�gico. Un Estado puede sacar su producci�n de los canales de fijaci�n de precio por la ley de la oferta y la demanda, mientras que en los mercados internacionales no puede ning�n gobierno actuar para garantizar la subsistencia de su poblaci�n.

La llamada Pol�tica Agraria Com�n de la Uni�n Europea es, en mi opini�n, la que est� en el origen de esta crisis. Es verdad que nuestros agricultores han conseguido alcanzar un nivel de renta elevado, muy superior al de otro agricultor que obtenga los mismos rendimientos en otro lugar del mundo. Y ah� radica el problema. La pol�tica proteccionista nuestra es injusta y insolidaria con el resto del mundo y distorisiona el mercado. Y eso es vergonzoso que lo hagamos quienes ya somos ricos, perjudicando a los que no lo son. Y todos nosotros, europeos, somos corresponsables de la explotaci�n de toda esa gente.

Los pa�ses productores de petr�leo, con su pol�tica de concertaci�n para vendernos algo por diez veces su valor real, son los que han desencadenado la crisis en los �ltimos a�os. No tengo datos, pero me voy a basar en mi olfato de Analista, que me suele funcionar. Muy probablemente son Rusia, Estados Unidos y Arabia Saudita los tres principales productores mundiales de petr�leo y entre los tres podr�n sumar un tercio de la producci�n mundial. Son los principales interesados en que la situaci�n no se altere, porque cuanto m�s especulan con el valor de lo que obtienen en el subsuelo a un coste inferior a los diez d�lares el barril, m�s ricos se hacen. Han llegado al extremo de que algo que en principio no pasaba casi del plano te�rico, como la producci�n de carburante a partir de las cadenas de carbono de los alimentos, los llamados biocarburantes, sea una realidad econ�micamente rentable. Les bastar�a con garantizar el suministro de petr�leo a 30 d�lares el barril para acabar con la actual crisis. Pero no lo har�n.

Para m� hay m�s culpables, pero voy a parar aqu�, no tengo inter�s en describirlos ahora porque soy de un pa�s del primer grupo y vivo en uno del segundo, no hay necesidad de ir m�s lejos. En Argelia todos se defienden con u�as cuando lanzas el dedo acusador contra la especulaci�n econ�mica de los recursos naturales. El estado subvenciona luego la gasolina para sus ciudadanos (un litro cuesta unos veinte c�ntimos de euro), aunque el refinado se realiza en el extranjero y la tienen que importar m�s cara de lo que se vende. Saben que los alimentos b�sicos ser�n cada vez m�s caro en los mercados internacionales, pero subvencionan con sus grandes beneficios el trigo y la leche, que tiene en el mercado un precio rid�culo en comparaci�n con su coste real (una barra de pan cuesta nueve c�ntimos de euros y el polvo para un litro de leche menos de veinte). El mayor coste de los piensos y de los cereales destinados a alimentar la caba�a va a hacer que en muchos pa�ses se sacrifiquen las reses por no poder alimentarlas, primer paso para una �poca de hambruna y subalimentaci�n; pero el estado argelino subvencionar� el forraje y los piensos con sus grandes beneficios procedentes del petr�leo.

Explico lo que hace y har� Argelia porque en este blog trato sobre el pa�s en el que vivo, pero en Europa seguiremos con la PAC, que viene a ser lo mismo pero m�s refinado.

Cuando lleguen las grandes migraciones de Mali, Chad, Somalia, Eritrea, Etiop�a y esos otros pa�ses que ser�n los primeros en sentir la hambruna, se echar� la culpa a occidente. Y occidente se la echar� a otros. Y cada uno seguir� mirando para otro lado, hasta que los cad�veres lleguen a la puerta de su casa.

S� que estoy dando una visi�n muy pesimista, pero ese es el mundo que veo que estamos construyendo.

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