domingo, 1 de junio de 2008

Contra el velo

El t�tulo iba a ser "�Por qu� soy contrario al uso p�blico del velo?", pero resulta un poco extenso. No pretendo explicar las diferencias entre el velo, el hiyab, el chador, el burka o el pa�uelo en la cabeza. El hiyab es el llamado velo isl�mico, el que se utiliza mayoritariamente en Argelia. Aunque su origen es cultural, como distinci�n en la �poca anterior a la islamizaci�n de la regi�n entre gentes libres y esclavos, se intenta asociar con la fe isl�mica, que no tiene mucho que ver. El Cor�n no dice que las mujeres deben colocarse el velo en la cabeza, sino que a quienes ya lo llevaban, porque en la pen�nsula ar�biga se cubr�an la cabeza hombres y mujeres por obvias razones climatol�gicas, les dice que lo dejen caer por los hombros y cerrando el escote para disimular las curvas de sus pechos. Se refiere al uso de la chilaba de la �poca, predecesora del actual chador.

Hace unas semanas escrib� en el blog que yo nunca contratar�a a alguien que portara el velo. Me respondi� Silvia en un comentario, disintiendo de mi opini�n, porque para ella el pa�uelo en la cabeza se puede llevar como una prenda de complemento que realza la belleza, por lo que le parece bien siempre que se trate de una opci�n personal. Promet� abordar el asunto, de modo que voy con �l. Eso s�, me temo que voy a resultar pol�mico.

Creo que fui muy radical en mi afirmaci�n de negarme a contratar a alguien con velo y no se corresponde estrictamente con la realidad. Yo lo planteaba dentro de un contexto que estaba en mi cabeza pero que no expuse.

Yo no creo que el velo se lleve de forma voluntaria. Y cuando as� se hace, se utiliza como arma de presi�n para que quien no quiere llevarlo se sienta m�s aislada, que en algunos casos lleva impl�cita la acusaci�n velada de llevar una vida no acorde con los principios que mueven la sociedad en la que vive. Es el exponente de lo moralmente correcto y negarse a llevarlo es como renegar de la moralidad com�n de la sociedad. Es lo que muchas chicas explican con el argumento de que ?mi novio o mi esposo prefieren que lo lleve?, que en el fondo se podr�a traducir por un ?no quiero que las amistades y familia de mi marido murmuren que no soy digna de �l?. Y me parece inaceptable que se entre en esa rueda de sumisi�n, de negaci�n del valor de la mujer por s� misma.

S� que en mi entorno de confesi�n musulmana se quedar�n con las ganas de repicarme que usar el velo es una cuesti�n de respeto. Porque ?respeto? es la palabra m�gica que justifica todos los excesos bajo el nombre de una fe mal entendida. Pero respeto es permitir que se pueda vestir sin velo sin ser motivo de deshonor y sin recibir ninguna presi�n. Respeto es que el marido acepte que su esposa se arregla y pone guapa cuando sale a la calle y lo hace por ella misma, porque va en la condici�n femenina sentirse mejor cuando se muestra bella. Respeto es aceptar que esa mujer que pasea mostrando su belleza no lo hace para que otros piensen que todo el campo es or�gano y que desea mantener relaciones sexuales con los argelinos que se encuentra por la calle. Respeto es saber que la religi�n forma parte de la condici�n de la persona, no de la sociedad.

Para una empresa espa�ola que deseara contratar personal argelino en Argel, para trabajar cara al p�blico, yo descartar�a desde el primer momento a toda candidata que cubriera su cabeza con velo. Y adem�s incluir�a una cl�usula contractual de adecuaci�n del vestuario a las normas de la empresa, siendo causa de despido el no hacerlo. Y lo har�a porque esa persona es parte de la imagen de la empresa que se transmite y la carga ideol�gica que el velo lleva consigo es incompatible con lo que creo que una empresa espa�ola debe transmitir. Para puestos de trabajo que no son de cara al p�blico intentar�a contratar a personal sin velo, pero no ser�a tan tajante a la hora de eliminar a las candidatas. Evidentemente, en cualquier caso deber�an quitarse el velo en el puesto de trabajo.

Si esto mismo me sucede en Espa�a, no contratar�a bajo ning�n concepto a alguien con velo, sea mujer musulmana o monja cat�lica, porque alguien que pretende trasladar su fe a la esfera laboral acabar�a siendo motivo de conflictos.

Tengo que puntualizar que estoy generalizando en exceso. Desde luego, si un d�a soy el due�o de una librer�a especializada en tem�tica isl�mica es muy posible que prefiera que mi empleada vista con velo. Y no ser� para adaptarme al producto que vendo, no pretender� que vistan un maillot ciclista y culotte si lo que vendo son bicicletas. Se tratar� exclusivamente de reforzar la imagen que los clientes esperan obtener. Lo escribo desde mi propia confesi�n religiosa, soy cat�lico practicante. Mi hermano es sacerdote y no le contratar�a para trabajar en una agencia de viajes que fuera de mi propiedad, por ejemplo, si quisiera ir vestido con sotana... salvo que mis viajes fuesen a Tierra Santa.

Esa es mi opini�n al respecto, que no espero ni que todo el mundo comparta ni que sea mayoritaria. Pero es la m�a. S�lo puedo a�adir que he escrito estas l�neas en el aeropuerto de Barajas, esperando el avi�n para Argel. Y, al final de la zona U de la terminal 4 estaba el pasaje de un vuelo a Nueva York. La gran mayor�a eran jud�os norteamericanos. Seg�n me han contado, proced�an casi todos de un barrio neoyorquino llamado Brooklyn y estaban en Madrid en tr�nsito, de regreso de un viaje a Israel. Entre ellos hab�a una veintena con traje negro, sombrero, barba y tirabuzones. Eran jud�os ortodoxos. Y, junto a ellos, otra veintena de reci�n conversos, no al juda�smo, sino a la exteriorizaci�n de la visi�n extremista de su fe: llevaban la misma indumentaria, pero a�n no les hab�an crecido los tirabuzones. He estado hablando durante unos veinte minutos con uno de ellos y quer�a saber por los or�genes de mi familia, si somos cat�licos, etc. Luego me ha hablado del pasado judaico de Espa�a, de los siglos de presencia en la cultura y en la sociedad, que a�n hay jud�os en algunas zonas? Era un calco de la conversaci�n tantas veces mantenida en Argelia con nost�lgicos de Al Andalus que te miden por tu cercan�a al islam, no por ser como eres. Y uno ya no sabe si re�r o llorar ante tanto borrico con orejeras. Lo cuento por si a alguien le sirve de reflexi�n.

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