lunes, 18 de agosto de 2008

Prueba gráfica del armario

He sacado un par de fotos de mi super armario, para que nadie diga que soy un exgerado. He recibido varios correos con comentarios jocosos, así que voy a premiar a los lectores con una prueba gráfica.

En esta primera foto puede comprobarse cómo las puertas están torcidas, descuadradas. Por arriba parecen cerrar, pero en la parte inferior se ve cómo no lo hacen. En realiadd ninguna cierra por arriba, ambas quedan a unos dos centímetros de hacerlo. Existe un tope de sujección en la puerta izquierda, que obviamente carece de utilidad si la puerta no llega a cerrarse. Las vetas verticales se deben a que la madera es de contrachapado muy fino, lo que exige tener cuidado al abrirlo o apoyarse, porque de un manotazo fuerte se podría atravesar. Las manillas, se ve en la fotografía, están torcidas y no de forma simétrica, sino como resultado de un diseño postmodernista que en mi ignorancia no alcanzo a apreciar.

A ambos lados de las puertas del armario se ven unas bisagras. Corresponden al anterior armario que el carpintero ha debido considerar de especial protección como bien histórico-artístico y digno de ser conservado para deleite de generaciones futuras, lo mismo que el marco correspondiente, pintado de blanco. De hecho, lo que se ve en la parte superior como final del armario no es tal, sino la antigua separación con la balda superior, fuera de la imagen, que tiene puertas independientes. Éstas son más pequeñas, obviamente tampoco encajan, y lucen unas manillas doradas que ha sujetado con tornillos de latón blancos.

Las manchas que se observan son los nudos de la madera, con algún que otro agujero. Pero eso no es ya culpa del carpintero, sino de la calidad del material.

La segunda fotografía es un detalle del interior del armario.

Puede comprobarse que no tiene fondo. Las estanterías, de aglomerado de madera, se apoyan supuestamente en listones de madera del mismo tipo. Lo de ?supuestamente? se debe a que la presencia de tubos de agua y gas hace que alguna de las baldas se apoye en realidad sobre las tuberías, no calzando correctamente. Tendré que poner especial cuidado en no cargar mucho peso que pudiera romper una tubería antigua de agua y en evitar colocar encima cosas que puedan rodar por una balda inclinada.

En la imagen se comprueba cómo para colocar ese pequeño listón se ha tapado parcialmente una chapa metálica. Es la utilizada para empalmar la madera vertical, la que va de arriba abajo; supongo que calculó mal al cortarla y se ha visto obligado a ese empalme tan disimulado. El que sea observador comprobará además que los dos tornillos empleados parecen ser diferentes entre sí. Yo he contado seis tipos diferentes de tornillos entre blancos y dorados, de cabeza plana o redonda, grandes o pequeños y de estrella o de ranura normal.

Para colocar algunas baldas se ha apoyado en ranuras de la pared, que ya se puede comprobar en la fotografía que no es lisa. Y los bajos del armario siguen siendo dos baldosas viejas bien recortadas que estaban desde que llegué y que fueron el principal motivo por el que le pedí al propietario que me pusiera un armario en condiciones.

Un crack, ¿verdad? Lo más triste es que estoy convencido de que mi propietario pensará que soy excesivamente exigente, porque no se trata de un trabajo especialmente mal hecho. Y eso es verdad. ¡Esto lo ven normal!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, Diana.

Te he mandado un correo personal. Muchas gracias.

Si, he sido testigo de chapuzas caseras, pero no solo en Argelia. Tengo un amigo que... aqui no lo puedo contar.

Un beso, espero seguir reciiendo tus maravillosos correos.