San Agustín
La gran mayoría de los textos que deben aparecer en el blog a partir del 20 de agosto están ya programadas con antelación. Se trata de textos que he ido escribiendo a lo largo de varias semanas y que cuando he considerado que no perderían interés por el hecho de aplazar la publicación he marcado con una fecha posterior.
Pese a ello, hay fechas en las he dejado voluntariamente un hueco libre. Una de ellas era el jueves 28 de agosto. Supongo que muy pocos conocen el motivo: es la festividad de San Agustín, el más universal de todos los argelinos. Las vicisitudes por las que ha pasado el blog, el intento de silenciarme, me han obligado a retrasar algún post que posiblemente perderá parte de su sentido. Y también a no cumplir con mi deseo para el 28 de agosto. Pero más vale tarde que nunca.
Aurelio Agustín nació el año 354 en la provincia romana de Numidia, que abarca lo que hoy es el norte de Argelia, en la localidad de Tagaste, que corresponde a la actual Suk-Arás, cerca de la frontera con Túnez. Cualquiera que lee este blog puede también acceder a alguna de las muchas biografías sobre su vida que circulan por Internet. Era un importante intelectual y filósofo, obsesionado por encontrar la verdad. Convertido al cristianismo llegó a ser nombrado obispo de Hipona, que es la actual Annaba. Murió allí en día equivalente al 28 de agosto del año 430, cuando los vándalos estaban sitiando la ciudad.
Aquellos que visiten Annaba verán que alejándose del centro de la ciudad hacia el interior hay una colina bastante espectacular. A su alrededor puede uno encontrarse de casi todo: los restos de la antigua Hipona, la vega en la que se sitúan las fábricas de conserva de tomate, la estación de taxis interprovinciales, un parque de atracciones, un cementerio y un pequeño camino que sube la colina. En lo alto se alza una iglesia y una residencia de ancianos. La Iglesia está atendida por Padres Agustinos y lógicamente consagrada a San Agustín. El sarcófago con los restos de San Agustín incluye dos trozos de la tapa descubiertos y sustituidos por cristal, para ver el interior. Y lo que puede contemplarse es fundamentalmente el hueso de un brazo de San Agustín. La verdad es que no recuerdo si se trata del cúbito, del radio o del húmero.
sábado, 30 de agosto de 2008
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