jueves, 28 de agosto de 2008

Siguiente, por favor

Me va la marcha. Esto me pone, que diría un castizo. O, para un taurino, me crezco ante el castigo. Acabaré teniéndole que dar las gracias a una gentecilla pseudo importante que me ha intentado hacer callar.

Llevaba unos días muy malos. Este domingo por la mañana no tenía billete para viajar, había perdido la tarjeta de crédito, me acababan de desahuciar del piso, el coche víctima de un accidente y sin encontrar alguien que lo arreglara. Y, por supuesto, de baja laboral. Había pasado una noche muy mala, sin dormir. La verdad es que sólo me funcionaba el blog y me levanté a las cinco, sin aún pegado ojo, y me puse a escribir. Ya de día conseguí quedarme dormido, pero me despertó el ruido del tráfico. Después de desayunar y de alguna llamada telefónica, me acerco al locutorio y descubro que no puedo acceder a mi blog, que ha sido bloqueado por contenido inadecuado.

En ese punto surgió el José Antonio que no se amilana ante los problemas ni cede ante las injusticias. Y me puse en marcha. Poner puertas al campo es casi imposible y acallar una voz con la táctica repugnante de acusar falsamente, de matar al mensajero, algo muy difícil en el mundo de las nuevas tecnologías. Además, es absurdo. Si un juez me prohíbe escribir, que no lo hará, tengo un amigo que se llama como yo y que escribe igual. Y hay gente que tiene copia de fotos personales que no he publicado porque alguno de los que aparecen me lo ha pedido, pero no soy responsable del uso que hagan de ellas cuando les mando una copia privada.

Si no sigo escribiendo, lo hará mi amigo. Puede que su blog se llame “Mi amigo en Argel”, o algo así. Qué más da, es cosa suya.

Los ánimos para luchar me han venido muy bien. No me he hundido por no tener piso y lo he solucionado para un par de meses. También el arreglo del coche está bien encauzado. Y el vuelo a España, lo más importante de todo.

Sin tomar ninguna medida especial he conseguido incluso dar la vuelta al proceso de engorde continuo y he logrado perder algo de peso. Es cierto que perder los cinco kilos aún ganados desde abril no será tarea fácil, pero he dado el primer paso y sin darme cuenta. Hasta la presión arterial, para mi sorpresa, ha recuperado valores normales.

Lo dicho, que me va la marcha. Así que adelante, que pase el siguiente.

3 comentarios:

Ignacio María Doñoro dijo...

Enhorabuena,tú te creces ante la adversidad.AHORA VERAN DE QUE RAZA ESTAS HECHO

saida dijo...

Como decía mi abuela todo tiene remedio menos la muerte,la casa coge prestada la mía ,el coche sino se arregla juntaremos puntos travel para alquilarte uno y el billete coge el ferry que te ire a recoger al puerto que llegues.....y sino en mi casa de los campamentos siempre habrá un sitio para tí,te liberarás delk stres...........

Anónimo dijo...

Muchas gracias a ambos.

En un caso, la raza es la misma. En el otro, imagono de qué abuela se trata, por el nombre...