Hoy se celebra en Argelia la llamada Aid el Adha, la fiesta del sacrificio, que comúnmente se llama Aid el Kebir, la fiesta mayor, y que solemos traducir por la fiesta del cordero. En realidad lo que se sacrifican no son corderos, sino ovejas y carneros de un tamaño más que respetable.
Casi todas las familias adquieren un cordero vivo y lo sacrifican en la mañana de este día. Este año cada animal costaba entre 20.000 y 30.000 dinares (de 200 a 300 euros), dependiendo del tamaño.
En diciembre del año pasado, nada más comenzar este blog, escribí sobre esta celebración. No me voy a repetir. Creo que entonces la festividad se celebró los días 19 y 20, porque funciona de acuerdo con el calendario musulmán y se adelanta unos once días cada año, de modo que me pilló en España, en vacaciones adelantadas tras el atentado de Al Qaeda, y me evité el espectáculo.
Este año cuento con una atalaya un tanto especial para observar un espectáculo que personalmente encuentro muy desagradable. Como mi piso es más elevado que el resto de los edificios del barrio, puedo observar ahora mismo como en más de una veintena de azoteas y terrazas de los alrededores están procediendo al sacrificio. No es muy diferente de una de las ya creo que desaparecidas matanzas de cerdo, con la diferencia de que el cordero no opone resistencia hasta que siente que le clavan el cuchillo. Y aún entonces, lo más sobrecogedor es comprobar que el animal fallece asfixiado, puesto que por la tráquea abierta expele aire caliente a la vez que por la arteria seccionada derrama la sangre. Una vez fallecido el animal, limpian la sangre del lugar y proceden a pelarlo. Posteriormente lo abren y extraen las vísceras, que generalmente es la parte que primero se consume.
Los días previos al Aid es muy habitual ve a gente paseando a sus corderos, bien para llevarlos a pastar a algún jardín, los menos, o para guardarlos en casa hasta la mañana de hoy. En mi propia escalera comprobé anoche cómo lo que parecía una bolsa desparramada de conguitos era el excremento dejado por el cordero de un vecino. Otra comprobación empírica ha sido que el título de la película “El silencio de los corderos” no era más que eso, un título, porque algunos de los de mi barrio han ayudado a que apenas pegara ojo las dos últimas noches. Para rematarlo, a primera hora de la mañana de este lunes las mezquitas han puesto en marcha sus altavoces con plegarias que supongo relativas a la fiesta. Y no han parado hasta cerca de las diez.
lunes, 8 de diciembre de 2008
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1 comentario:
Hola José Antonio! Que tal va tu vida por esas tierras?Ya veo que no te deja dormir.... vaya, vaya.
Te doy una información a la que haces referencia diciendo que las matanzas ya han desaparecido, pues no, sin ir más lejos el pasado sábado día de la contitución tuvimos en casa de mis padres la que se suele celebrar todos los años por estas fechas.
Y aquí en mi pueblo la mayoría celebran matanzas todos los años.
Bueno pues te deseo que disfrutes lo que queda de dia con la fiesta del cordero.
UN BESO. CUIDATE.
LUZ.
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