miércoles, 3 de diciembre de 2008

Repugnante

Hoy no pensaba volver a escribir. Tengo ya preparado el texto X de mañana y lo que necesito es descansar, después de unos dáis agotadores en Tinduf, experiencia que describiré en próximas jornadas. Mientras tanto, se acerca la llamada "Fiesta del Cordero", Aid el Adha, y unos días libres que nos van a servir a muchos para gozar de la compañía de quienes se animan a venir a vernos.

Pero también se acerca la fecha del primer aniversario del atentado de Al Qaeda. Faltan ocho días, no lo puedo olvidar.

Por si acaso, otros criminales se dedican en mi pueblo, en mi tierra vasca, a recordarme lo fácil que es asesinar y acabar con un ser humano cuando se es una alimaña indeseable y sin escrúpulos. Por eso unas líneas con mi más absoluto desprecio para quienes han asesinado en Azpeitia a Ignacio Uría, uno de los dueños de la constructora Altuna.

No pretendo que el mensaje llegue a los asesinos, porque la sola posibilidad de que lo que escribo pudiera servir para entretener a uno de esos monstruos me resulta suficientemente desagradable. Escribo simplemente para mi, como una forma expresar mis sentimientos ante la rememoración de cualquier atentado.

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