Me hago eco de una noticia leída en la prensa de hoy miércoles. Concretamente en el periódico Liberté.
Se cuenta que el Ministro de Transportes, el Sr Amar Tou, se desplazó el lunes a inspeccionar las obras del tranvía de Argel. La escolta que había solicitado no llegó a tiempo y se fue sin ella. Hasta aquí nada especial, no es una barbaridad desde el punto de vista de la seguridad; primero, porque un coche ministerial está blindado; segundo, porque por la ciudad no corre realmente especiales peligros.
Pero la noticia continúa explicando que el Ministro se encontró con un tremendo atasco en Bab-Ezzouar, lo que irritó extraordinariamente a sus servicios de protocolo.
Eso que ha sufrido un día el Ministro de Transportes es lo que sufrimos en Argel todos los demás todos los días. Yo tardé esta mañana 55 minutos desde mi casa hasta el trabajo; algo que de noche, sin tráfico, me puede llevar unos ocho o diez minutos. Quizás el Ministro de Transporte debería ser el primero a soportar todos los días la realidad de la circulación en la ciudad, desplazarse en uno de esos autobuses a los que a veces hay que esperar más de hora y media, o en un taxi colectivo que en ciertos momentos se niega a llevarte a tu destino porque le es más rentable coger otros pasajeros. Porque, en su coche oficial y con policías abriéndole el paso, ¿es consciente de cómo vivimos el resto de los ciudadanos por la ineficacia de su ministerio, que no proporciona un servicio colectivo de transporte que sea acorde con las necesidades reales de los argelinos?
miércoles, 18 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario