Hoy no escribo yo, lo hace Maya. Es una chica espa�ola, de madre argelina y padre espa�ol, orgullosa de sus or�genes, por supuesto, y muy anal�tica. Comparto en buena parte su punto de vista. Por eso, con su permiso, que le he solicitado, transcribo parte de sus comentarios. Me he permitido simplemente unas peque�as correcciones de ortograf�a y puntuaci�n.
Primero me habla de su familia materna, de su abuelo argelino:
"Mi abuelo era musulm�n, practicante, pero ante todo hab�a vivido mucho y desde muy joven. Hu�rfano de padre y madre, luch� en la Guerra de Alemania contra Francia y en la de Indochina. Se hizo cargo de mi abuela, de los hermanos de �sta y de sus propios hijos. Era un hombre digno de ser conocido. Yo, por desgracia, no pude llegar a conocerle siendo mayor; s�lo lo v� dos veces, con 6 y 11 a�os, la edad que ten�a la �ltima vez que fui a Argelia, antes de ser mayor. Cuando naci� mi madre, en 1954, Argelia pertenec�a a Francia. Era un pa�s laico, donde la religi�n formaba parte s�lo de la intimidad. Mi madre y mis t�as, siendo de familia musulmana y siguiendo todas las tradiciones que eso conlleva, fueron a un colegio de monjas. Hoy en d�a eso ser�a impensable. Era un pa�s que ten�a contacto con Europa, ya que al pertenecer a Francia de alg�n modo era europeo. Eso ayudaba mucho a que la mentalidad fuera m�s abierta. Pero, a su vez, les privaron de muchos privilegioss, eran franceses de segunda categor�a. De hecho, en los carnets de identidad se diferenciaba al franc�s a secas, del franc�s-musulm�n. Siempre ha existido un sentimiento de Amor y Odio entre ambos pueblos. As� es m�s comprensible que mi madre trabajara, saliese sola, viajara sola (as� conoci� a mi padre), estudiara en la universidad... Era independiente c�mo cualquier mujer de hoy en d�a en Espa�a, llevaba exactamente la misma vida que yo ahora. S�lo te dir� que ni siquiera mi madre reconoce a su propio pa�s".
Lo m�s impactante de todo lo que cuenta Maya es su reflexi�n sobre la evoluci�n del pa�s:
"Desde mi muy humilde punto de vista, creo que tras conseguir la independencia es como si fuese un pa�s perdido, confundido, tanto a nivel pol�tico, como social. Pol�ticamente no acaban de estabilizarse y socialmente se han agarrado a aquello que era suyo, muy suyo y que siempre lo ha sido, la religi�n. Es c�mo una se�al de identidad, les ayuda a seguir un camino firme, a no desviarse, les hace sentir seguros. Al� lo quiere as�, Al� lo dice as�, es el destino... No hace pensar, ni reflexionar por si mismo, se acomodan en la interpretaci�n que hacen unos pocos del Cor�n y ya est�, porque cuando haces la pregunta: cu�ntos de vosotros hab�is le�do el Cor�n, son muy pocos los que levantan la mano".
Despu�s me cuenta detalles personales que no transcribo, para explicar c�mo el a�o pasado se decidi� a viajar a Argelia:
"El a�o pasado, me decid� a conocer, siendo adulta y habiendo encontrado cierta estabilidad en mi vida, ese que para m� es mi otro pa�s y a reencontrarme con mi familia, a la que tanto hab�a necesitado toda mi vida y de la que no pude disfrutar antes. Es curioso, pero estando ah� me sent�a m�s espa�ola, y estando aqu� en Espa�a, me siento m�s argelina. Pero encontr� una parte m�a en ese pa�s que en Espa�a no hab�a encontrado nunca. Siempre me sent� diferente a los dem�s viviendo en Espa�a. Ciertos valores, ciertos principios, cierta empat�a que pod�a sentir por aquellos pa�ses que no pertenecen al primer mundo. Siempre he tenido una debilidad con respecto a los inmigrantes, las personas que son de otros mundos, de otras culturas, los marginados... etc. Supongo que lo que m�s saco en positivo del hecho de pertenecer a dos mundos tan distintos, a dos culturas tan diferentes, es que me han ense�ado a entender eso precisamente, que el mundo es mucho m�s que Europa o los pa�ses del primer mundo. A tolerar a todo aqu�l que es diferente a m�, a no creerme superior a nadie, simplemente distinta y a hacerme siempre la misma pregunta: �qu� hubiera sido de mi vida, o de m�, si hubiera nacido en Argelia?.Y sobre todo, sobre todo, a darme cuenta de la suerte que tenemos los que hemos nacido en el primer mundo y que no nos damos cuenta de ello. Aunque podr�amos ser a�n mejores si no hubi�semos olvidado ciertas cosas que ten�amos, y que hemos ido perdiendo, cosas que en pa�ses como Argelia, a�n encontramos. Por eso me gusta viajar ah�, me ayuda a crecer como persona, a tener los pies en la tierra y a sentir a encontrar esa Maya que a veces pierdo en Espa�a".
Yo enmarcar�a la �ltima parte que he transcrito. Me ha emocionado porque ha sabido expresar en unas pocas l�neas los que son tambi�n mis sentimientos. Y creo que los de muchos d elos expatriados qu llevamos a Argelia en el coraz�n. Me permito repetirlas:
"El mundo es mucho m�s que Europa o los pa�ses del primer mundo (...) tolerar a todo aqu�l que es diferente a m�, a no creerme superior a nadie, simplemente distinta y a hacerme siempre la misma pregunta: �qu� hubiera sido de mi vida, o de m�, si hubiera nacido en Argelia?. Y sobre todo, sobre todo, a darme cuenta de la suerte que tenemos los que hemos nacido en el primer mundo y que no nos damos cuenta de ello. Aunque podr�amos ser a�n mejores si no hubi�emos olvidado ciertas cosas que ten�amos, y que hemos ido perdiendo, cosas que en pa�ses como Argelia a�n encontramos".
Gracias Maya. Sabes que cuentas con este espacio para contar aquello que quieras.
domingo, 18 de mayo de 2008
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