Estamos en mayo y no encuentro la primavera argelina tal y como yo la recordaba. O esto ha cambiado, o es mi memoria la que no funciona demasiado bien.
Yo recuerdo, o creo recordar, veladas en el mes de mayo al olor de los jazmines, tomando un t� a la menta, interminable, en la cafeter�a exterior del Hotel El Djazair. Y los paseos nocturnos por Poirson, en El Biar, cerca de donde yo viv�a, hablando con unos vecinos que no entend�an mi impecinamiento en mantener la calle limpia hasta el exremo de comprar contenedores de basuta y contratar a una persona para que frotara el asfalto, hasta demostrar que el suelo era realmente gris, no negro. Y tambi�n cre�a recordar unas escapadas los viernes a Club de Pins para pasear por la playa, comer en el chiringuito del lugar y jugar unas partidas de mus.
Pero todo eso ya no existe. Y lo que m�s me extra�a es que haya desaparecido el olor tan penetrante a jazm�n y gal�n de noche (que me dijeron que en franc�s llaman dame de nuit, curiosamente).
Mi memoria est� llena de recuerdos de olores, m�s que de im�genes. El chalet de la familia de mi padre en la carretera de Elvas, en Badajoz, yo siempre lo asociar� con el olor a tierra mojada. Y cuando alguna vez me llueve estando en el campo y siento ese aroma regreso a momentos muy precisos de mi infancia. De la misma forma, el olor a jazm�n va siempre unido en mi interior a los buenos momentos vividos en Argel, sentado en la terraza del Hotel El Djazair. Ahora estoy incorporando otros olores a mi memoria. He vivido estos meses momentos muy buenos. O que yo quiero recordar como muy buenos y emotivos, porque incluso cuando el final no es feliz, como en las pel�culas, prefiero, pasado un tiempo, olvidar lo malo y quedarme con lo bueno.
Ahora todav�a mantengo recuerdos en im�genes, no en olores, de las quince o veinte situaciones m�s impactantes. Supongo que el tiempo transformar� alguna de ellas en olores. De momento prefiero guard�rmelas para mi.
martes, 13 de mayo de 2008
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1 comentario:
Sí a medida que pasa el tiempo, todo cambia y nos adaptamos a lo que va llegando;añoramos y recordamos los olores y lugares que nos han gustado y nos entristece ver que han desaparecido o ya no existen.
Así construyan lugares hermosos no se deja de añorar los anteriores.
La frase: "Todo tiempo pasado fue mejor", la simplicidad y sencillez es más apreciado.
Tengo un amigo que vive en Medea por ello me llamó la atención leer acerca de Argel.
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