Este texto está preparado hace unos días, para publicar este jueves en un momento en el que estaré a punto de llegar de vuelta a Argel, con el alta médica en la mano.
Es muy corto. Simplemente quería hacerme eco de una noticia que dice que en la región de la Cabilia la administración pública ha cerrado una veintena de establecimientos que vendían alcohol. Las razones son variadas, aunque siempre se trata de lo mismo, de forzar las leyes para castigar a los que se separan de la norma nacional. Pero me ha llamado la atención saber que uno de los motivos de despido ha sido que trabajaba como empleada una mujer.
Un ejemplo de igualdad en el acceso al puesto de trabajo. Y no espero que le moleste mi comentario a mi amigo Farid.
jueves, 20 de noviembre de 2008
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