sábado, 22 de noviembre de 2008

Un mal momento

Antes que nada, pido disculpas por escribir sin acentos. Habitualmente lo soluciono con las combinaciones de caracteres Alt + numero de tres cifras; pero en esta ocasion todas las combinaciones dan como resultado caracteres en alfabeto arabe.

Dicho lo anterior, queria indicar que no resulta sencillo mantener el animo cada dia. Yo he venido a Argel sabiendo que tendré dias buenos y malos. Me lo he tomado muy bien y he aguantado el primer tiron. Pero no el segundo, porque no estoy hecho para mudanzas; la situacion puede siempre conmigo y no consigo centrarme ni completar algo tan simple como limpiar primero la casa y luego guardar las cosas en su sitio. Y, lo peor, acabo dependiendo de otras personas que no tienen por qué estar ocupadas de saber como me va. He sufrido el viernes por la tarde un primer ataque de ansiedad que he camuflado unas horas con la compania de tres compatriotas, pero luego he recaido. No puedo ir por la vida explicando que cuando sufro de ansiedad necesito ayuda y que ésta es simplemente compania.

Es el primer momento malo, que pasara. Y vendran otros. Hoy me iria a pasar el dia fuera y comer en mi restaurante favorito de Tamantefoust, pero encima estoy sin coche. Menos mal que como ahora vivo en el centro de Argel encuentro locutorios abiertos las 24 horas para insomnes como yo... o cerdos como el que tengo a mi izquierda, que no deja de escupir en el suelo. Me voy, antes de vomitar.

No hay comentarios: